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Capítulo Setenta: Poché parte tres

Después de ese episodio nada agradable para mi, me quedé en la habitación del hotel toda la mañana y parte de la tarde, Vale llamo a la puerta muchas veces y le abrí después de que me amenazó con ir a pedir las llaves de toda la habitación para que pudiera comer algo, suspiré cansada antes de levantarme a enfrentar todo lo he paso.
— ¿Puedo pasar? — me dijo entrando a la habitación con un carrito lleno de comida chatarra, hamburguesas, chocolates y bebidas de todos los sabores y colores.
— Anda pués — sonreí resignada al ver su carita de arrepentimiento, pese a todo después del episodio ligeramente incómodo entre nosotras y mi crisis de llanto la verdad es que una parte de mi descansó de poder decirle todo lo que sentía y aunque me había dicho tantas cosas que dolieron en el alma, en especial lo que me contó de Calle, estaba cansada de sentir que estaba siendo atacada,  como sea había perdido ya mucho en esta Odisea y estaba harta de huir de lo inevitable, saber que al final perdí todo y nada de eso iba a cambiar por mucho que me fuera al otro lado del mundo.
— ¿Podemos tener un maratón de películas de Disney? — me puso ojos de cordero — es mi forma de pedirte una tregua y... — no pudo decir nada más solo me abrazó y comenzó a llorar entre mis brazos y yo con ella, por varios minutos no dije nada, solo me sentí feliz de tenerla en mi vida de nuevo como cuando éramos niñas se que lo que me dijo y como pasaron las cosas no eran su culpa, porque nadie está preparado todo el tiempo para decir las cosas de forma correcta es de seres humanos lastimar queriendo y sin querer, además se iba a casar en pocos meses y no quiero perderme ese momento de su felicidad por mi enojo. 
— Te amo hermana, pase lo que pase te amo — le dije aún entre lágrimas, nos miramos a los ojos y sonreí, me contó que Nico había decidido llevarse a los niños todo el día y la noche a ver a su familia para invitarlos a su boda, y claro así no tener distracciones para hablar ampliamente de todo lo que había pasado con nuestra familia y como nos habíamos dañado la una a la otra y lo hicimos, después de todo hablamos mucho y comí como tenía meses no lo hacía.
— ¿Por qué nos cambiaste por Diana? — me pregunto según ella, bromeando, pero en su mirada pude ver el resentimiento y ese sentimiento de ira combinado con dolor.
— Diana es una madre sin hijos que no sabe nada de ellos desde hace más de 20 años, con una historia de amor que terminó igual o peor que la mía y no solo eso yo soy una mujer confundida que perdió muy pequeña a su madre y aunque mi papá ha sido el hombre más increíble del mundo supongo que en ese momento ella se volvió mi figura materna y yo su hija se que no fue la manera pero estoy segura que todo paso por algo, además ella estaba fuera de todo el show que pasamos con mi Ex — dije sin querer mencionar su nombre, dolía mucho solo recordarla — y sentí que ella no me juzgo, es más me comprendió porque al igual que yo en un momento de estupidez perdió todo y jamás lo tendrá con ella de nuevo por mucho que lo desee así que supongo que eso fue lo que me llevo a querer tenerla cerca, es como mi esperanza de saber que pese al dolor algún día podré tener paz y aunque duela ya no llorare mis heridas, aprenderé de ellas y avanzaré.
— Tengo algo que decirte de Calle — me interrumpió, escuchar su nombre me lleno de dolor a un punto que perdí el control de mis emociones de un segundo a otro.
— No quiero saber nada de ella, nada más de lo que ya se — me levanté exaltada de la cama donde estaba sentada, una parte de mi la detestaba después de saber de su nueva relación, me sentía demasiado dolida aunque no debía, porque no podía creer que de verdad ella me hubiera superado tan fácil cuando yo aún no terminaba de acostumbrarme a dormir sin ELLA. No podía creer que una nueva piel tocará la suya y ella le correspondiera en amor y todo lo demás imaginarla con alguien más me dolía tanto que solo quería buscar la forma que fuera para no sentir nada de eso.
— Escúchame — insistió preocupada, se puso de pie para verme de frente pero no podía escuchar nada más, ya no quería herirme más.
— Si sigues con el tema por mucho que me duela no voy a ir a tu boda — le declare, se quedó callada y solo asintió.
Después de ese momento incómodo, regresamos a ver la película y casi me maldije cuando vi que inició la sirenita, tenía ganas de quitarla y mandar a volar el televisor por la ventana pero me contuve, detestaba cada segundo que pasaba porque podía ver ante mis ojos todos los momentos que había compartido con ELLA y eso era horrible, parecía que el pasado se volvía un momento eterno en mi mente uno que en algún momento me dio mucha fuerza para alcanzar mis metas y ahora me destruía sin piedad.
— Dile a Diana que está invitada a la boda, estaba muy enojada con ella porque sentí que me quitaba a mi hermana pero ella no tiene la culpa de lo malos que fuimos contigo y la verdadera es que le agradezco que pese a nuestros malos tratos ella estuviera contigo después de tantas cosas — me dijo Vale casi al final de la película sacándome de mis momentos de eternidad.
— Ok — fue mi seca respuesta, después de que terminara la Sirenita me relaje un poco y decidimos ver otra cosa, no sentí en que momento me quedé dormida solo se que después de casi 8 meses pude por fin dormirme medianamente tranquila y sin pesadillas de por medio.