Capitulo 18

3.4K 166 2
                                        

Salimos de la ciudad y nos adentramos en la carretera, el sol comenzaba a descender indicando que el atardecer pronto se llevaria a cabo y caeria la noche tras el, me deje perder en los arboles que rodeaban la autopista hasta que me di cuenta de que nos habiamos detenido. 

Mire a nuestro al rededor y solo vi carretera y arboles, mire a Nathan a mi lado, confusa, y este me miraba con una pequeña sonrisa en sus labios.

- ¿Estas lista para la sorpresa? - hablo, apagando el motor del auto. 

- Estamos en medio de la nada Natha - hable. 

- Espera y veras - bajo del auto sin darme tiempo a responder y cuando reaccione ya estaba abriendo mi puerta, extendiendome una mano para ayudarme a bajar, la tome sin rodeo y cuando estuve afuera escuche como cerraba el auto con seguro. 

- Necesito que te pongas esto - dijo, sacando una venda negra de sus bolsillos, frunci el ceño.

- ¿Me vas a secuestrar? - pregunte, sintiendo como las alarmas dentro de mi comenzaban a activarse.

- ¿Que? ¡Por dios Dalha, no! - rió, okey, tengo que tranquilizarme un poco, no puedo ir por la vida creyendo que todo el mundo me puede secuestrar, ademas, si asi fuera, creo que no hubiera sido tan amable desde un principio - solo ponte la venda - dijo luego de detener su risa.

- ¿Y si mi caigo? - pregunto.

- Estare agarrandote, no dejaria que algo malo te sucediera - me perdi por unos segundos en su mirada, parecia sincero y algo en el me hacia confiar con los ojos vendados o no, asenti, y me di la vuelta para que pasara la venda por mis ojos.

La suave tela rozo mi rostro y senti como la amarraba detras de mi cabeza con delicadeza. Sin decir ni una palabra Nathan tomo mi mano y comenzamos a caminar, escuchaba cada paso que dabamos, pisando las hojas y los palitos en el suelo, caminamos por lo que creo fueron unos dos o tres minutos, casi me habia caigo en mas de una ocasion, tropesando con lo que creia era un tronco o alguna rama de los arboles, pero Nathan cumplio su palabra de no dejarme caer en ningun momento.

La brisa se habia echo presente, sentia como chocaba contra mi rostro y movia mi cabello detras, olia al bosque, una mezcla entre humedad y pino rodeaba todo el ambiente, y aunque hacia algo de brisa, no era tan fria como habia imaginado. 

Senti los pasos de Nathan a mi alrededor, aun sostenia mi mano y podia sentir lo calido de su piel. Camino hasta que senti su cuerpo rozar con mi espalda, un escalofrio me recorrio por completo, no estaba acostumbrada a tenerlo tan cerca, es decir, este mes que estuvimos saliendo siempre manteniamos un distancia considerable, en las cenas el siempre se sentaba al frente, nunca a mi lado, cuando caminabamos por el parque lo mas cerca que estuvo de mi fue al solo rozar a penas nuestras manos, ni siquiera habia intentado rodearme con su brazo las veces que mirabamos peliculas. 

Sin embargo, hoy no era asi, el calor de su cuerpo envolvia el mio y por alguna extraña razon, no me sentia incomoda, no me sentia insegura. 

Senti sus dedos deshacer el nudo de la venda. Parpadee varias veces para poder centrar la mirada, encerre los ojos por la claridad que me golpeaba de pronto y poco a poco mi vista se fue adaptando, casi se me cae la mandibula al suelo ante lo que estaba mirando.

New York estaba frente a nosotros, comenzando a ser iluminada por la poca luz que habia cada segundo, la ciudad entera estaba a nuestros pies, arriba, en el horizonte, el cielo comenzaba a tornarse naranja, una mezcla entre azul, amarillo, naranja y rojo. El sol estaba en todo el centro de esta hermosa vista, a nuestro alrededor los arboles tapadan la pendiente donde estabamos de pie, era como un espacie de mirador natural, compuesto por una enorme roca empinada hasta que llegar a la cima de esta que era donde se enderezaba, creando un pequeño suelo, lo suficientemente grande para que cupieran dos personas adultas comodamente. 

Por favor, aceptaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora