Capitulo 31

3.1K 169 5
                                        

Damian sostenía al pequeño Lucas entre sus brazos, sonrisa era la cosa mas tierna que había visto en el  mundo, lo acunaba con una delicadeza extrema, como si tuviera miedo de que lo pudiera lastimar. 

Mecía sus brazos de un lado a otro, murmurando cualquier cantidad de cosas tiernas que se le venían a la mente. 

Estaba sentada en uno de los sillones de la habitación, el dolor de cabeza había vuelto y me sentía un poco mareada, así que mientras menos estuviera de pie, mejor. Trate de disimular un poco las quejas por el dolor, no quería que Damian se diera cuenta y comenzara con su intensidad. 

Los padres de Pegie entraron en la habitación, trayendo entre sus manos lo que parecía ser unas bolsas con pollo frito, el olor casi de inmediato se paseo por toda la habitación y sentí como mi estomago se revolvía una vez mas. 

- Iré al baño - hable al mismo tiempo que me ponía de pies, intente disimular un poco el mareo que me ataco cuando me puse de pies, Damian me dedico una mirada, le sonreí como pude a la vez que caminaba al baño de la habitación. Pegie me miraba atenta, sin embargo cuando cruce miradas con ella al entrar al baño, no dijo nada. 

Vomite todo lo que podía tener en mi estomago, lo que realmente no podía ser nada porque ni siquiera había terminado con mi almuerzo hace unas horas atrás, aun así, vomite. 

Me puse de rodillas frente al inodoro y cuando termine de expulsar mis tripas, baje la palanca y la tapa, apoyando mi frente en ella. Me quede unos minutos así, hasta que me di cuenta que estaba tardando mas de lo normal, me levante y enjuague mi boca, eche agua fría en mi rostro para espantar un poco la palidez. 

Acomode un poco mi cabello, volví a mojar mi rostro y cuando estuve seca, salí. Pegie tenia a Lucas en brazos, así que solo me dedico una corta mirada para regresar su atención al bebe. Por otro lado Damian estaba de pie frente a la puerta del baño, recostado en la pared de al frente con los brazos cruzados. 

- ¿Estas bien? - me miro. 

- Si, claro - sonreí. No parecía muy convencido de mi respuesta, sin embargo me dejo caminar hasta volver al sillón. 

- Te ves bien con un bebe en brazos amigo - Artemis miraba con una sonrisa a Damian.

- Creo que el parto te afecto un poco - mi esposo rió.

- Creo que ambos están mas que listos para eso - mi hermano se inclino un poco hacia el, con la intención de que su comentario solo fuera para ellos dos, falló.

- No estoy listo para eso, y creo que no lo estaré en muchos años mas, así que cállate.

Aleje la mirada de ellos cuando ambos voltearon en mi dirección, mirando a Pegie y dibujando una sonrisa fingida en mi rostro, como si nunca hubiera escuchado nada.

***

Los días habían pasado y Pegie ya estaba de vuelta a casa.

El bebé estaba completamente sano, había pesado casi cuatro kilos y todos quedamos sorprendidos al saber que esa gordura había salido de Pegie. En fin, todos estábamos enamorados de Lucas, peleábamos por tener cinco minutos con el, mecerlo entre nuestros brazos o ponerlo a dormir. 

Habíamos regresado al trabajo, aunque Pegie aun estaba de reposo, Sam se mantenía cerca de ella y de Lucas para mantenernos al tanto de todo, mañana tendríamos que volar a Chicago, hoy seria nuestro ultimo día con los pasantes ya que mañana seria la fiesta de inauguración de la nueva empresa y el lunes comerciar todo el personal.

Estábamos todos emocionados, con el nacimiento del bebe y esta nueva oportunidad creo que todos estábamos mas que felices. 

Aun así, estábamos hasta la coronilla de trabajo, a veces quisiera regresar el tiempo atrás y haberme quedado varada en la isla. Pero no, la realidad era otra. 

Por favor, aceptaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora