Podia sentir como los nervios crecian dentro de mi cada segundo.
Podia sentir el torrente de mariposas subir y bajar en mi estomago.
Mis manos no dejaban de sudar.
Mis rodillas no dejaban de temblar.
Las chicas y mamá no dejaban de moverse de un lado a otro, me estban poniendo mas nerviosas.
La abuela salia y entraba cada dos o tres minutos, la verdad senti que los minutos eran segundos, el tiempo estaba pasando mas rapido de lo normal, acercandose al momento que mas nervios me producia.
- ¿Donde esta el vestido?
- Lo puse en la puerta del closet.
- ¿Y los zapatos?
- No entiendo para que los usara, se puede caer en la arena - dirigi una mirada nerviosa a Peg.
- Al llegar a la recepcion y cambiarse el vestido podra quitarse los zapatos, el mirador es de piedra mensa - Dalha comenzaba a sacar el vestido de la bolsa, me habia quedado sin aire en los pulmones.
- Tengo ganas de vomitar - dije.
- Ni se te ocurra dañar mi obra maestra - hablo Sam.
- Cariño, esos son los nervios, tranquila - mamá sonrio.
La puerta se abrio y Patrick entro.
- ¿Como esta la novia mas hermosa del universo? - iba con su traje, se veia estupendo. Definitivamente Sam se habia lucido.
- Mal - hable.
- ¿Que ocurre?
- Nervios - respondio mamá.
- ¿Porque te estas poniendo palida? - Patrick arrastraba una silla hasta quedar frente a mi - tienes las manos heladas preciosa - dijo cuando las tomo - mirame - mordi mi mejilla por dentro - en menos de una hora te casaras con el hombre mas sexy que pudo haber llegado a tu vida - no pude evitar reir ante su comentario - el te ama, estoy segurisimo de eso, no tienes nada que temer.
- Es hora de ponerte el vestido - Dalha caminaba hacia mi con el en manos, en menos de una hora... en menos de una hora esto habra pasado. Trate de levantarme de mi asiento, mis rodillas me fallaron y volvi caer sobre mi trasero.
- Chicas - escuche la voz de mi madre, mi mirada estaba clavada en el suelo - ¿me dejarian unos minutos con mi hija? - pregunto.
Las chicas salieron en silencio de la habitacion, sin hacer ninguna protesta ante la peticion de mi madre.
Okey, la cuestion era esta, en menos de una hora deberia de estar caminando por el altar, directo a los brazos del hombre que amo y con quien pasare el resto de mis dias, el problema era, que los nervios me sobrepasaban, juntar con la ansiedad tampoco ayudaba mucho.
La ultima vez que estuve asi de nerviosa fue la primera vez que me toco dar un discurso frente toda la escuela, tenia diez años en ese momento y termine vomitando una de los arquerias del campo de futbol de la escuela.
- Venus - solo mire los pies de mamá cuando se sento en la silla que antes ocupaba mi amigo - ¿estas bien? - pregunto, su voz era suave, calmada, sabia perfectamente que si no me tranquilizaba pronto terminaria llorando en un rincon mientras abrazaba mis piernas y me mecía al frente y atras.
- ¿Y si dice que no? - pregunto, sabia que mis nervios no era mas que miedo - ¿Y si no se presenta? ¿Y si cree que se apresuro a tomar esta decision y se va? - las preguntas salian de mi boca, una tras otra sin pausa ninguna entre ellas.
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Por favor, acepta
RomanceLuego de tanto, se podria decir que la relacion entre Venus y Damian estaba en su mejor punto. Pero no se confien, ocurriran unos cuantos sucesos que la tension volvera a caer en ellos, llegando hasta el punto en que no sabran si seguir o dejar todo...