Escuché unos gritos fuera de mi cuarto y luego Stiles entró cerrando abruptamente la puerta -No puede ser- Dijo acercándose y dejando caer su cuerpo sobre la cama.
-¿Qué pasó?- Me senté a su lado y lo miré con una sonrisa.
-Abe me acusa de haber comido su rebanada de pizza- Levantó los brazos mientras hablaba y luego los dejó caer con frustración. -Yo ni siquiera comí pizza... ni siquiera tengo hambre- Me miró. -Bueno si... pero de otra cosa.
-¿Ah si? Por ejemplo...- Me acerqué lentamente y me senté sobre él. Stiles también se sentó y no dijo nada, simplemente me besó con intensidad hasta que nos tuvimos que separar por la falta de aire.
-Te amo- Dijo mirándome a los ojos. -Eres perfecta.
Sonreí al escuchar esa palabra, perfecta, no lo era, no me describe para nada, tan sólo esa simple palabra se sentía tan lejana. Perfecto significa no tener errores ni defectos y a mi ni siquiera me alcanzaban las hojas para escribir cada uno de ellos. Pero Stiles lo sabía y él conocía cada uno de mis errores y si él, sabiendo cada uno de ellos me amaba y creía que era perfecta, el perfecto es él al aceptarme tal y como soy sin necesidad de cambiar ningún error.
-Tu lo eres- Dije antes de hundirme en un profundo beso con la necesidad de que nuestros labios nunca se separen.
Al la mañana siguiente me desperté y Stiles seguía dormido, así que decidí dejarlo dormir y me levanté para ir a ducharme. Cuando ya estaba lista salí del cuarto encontrándome con Scott que salía de su cuarto cargando sus cosas.
-Buen día, ¿A dónde vas con todo eso?- Me acerque a él y miré todo lo que llevaba, luego miré dentro de su cuarto y este ya estaba completamente vacio.
-Buen día Lyds, me voy- Se encogió de hombros y me dio la espalda para comenzar a caminar mientras seguía hablando. -He decidido que voy a mudarme.
-Pero ¿Por qué?- Comencé a seguirlo por el largo pasillo.
-Porque esto es lo mejor, ya es hora de que me vaya- Dijo con la voz quebrada.
-Scott, nosotros te necesitamos, por favor no nos dejes- Suplique. Scott se detuvo y se giró para mirarme.
-Lydia no hagas esto más difícil, yo también los necesito pero estoy seguro de que esto es lo que tengo que hacer- Una lagrima recorrió su mejilla. -Lo siento.- Se dio la vuelta nuevamente y camino hacia la escalera pero en vez de bajar giro a la izquierda.
Lo miré confundida. -Scott... la salida esta por acá...- Señalé.
-Oh si lo sé, es que no me mudo de casa, me mudo de cuarto.- Se detuvo en una de las puertas y me sonrió.
-Te mato- Lo seguí y entre al cuarto junto a él. -¡Idiota!- Exclame y le lance una de las almohadas que estaban sobre la cama, lo tomo por sorpresa por lo que cayó al piso sentado pero aún sostenía algunas de sus cosas.
-Hey, cada vez te pones más fuerte, debe ser el embarazo- Dijo levantándose del piso.
-No puedes jugar conmigo de esa forma- Me cruce de brazos.
-¿Por qué no? debiste ver tu cara- Rió.
-Te odio- Rodé los ojos.
-¿Qué esta pasando? ¿Por qué gritan?- Dijo Christian entrando al cuarto.
-Le hice creer a Lydia que me iba de la casa.- Dijo y los dos rieron
-¡Christian!-
-¡Scott!- Exclamó Christian esta vez molesto, luego lo golpeó en el brazo y se acercó a mi para abrazarme. -No te das cuenta que está sensible- Negó con la cabeza y se separó un poco para verme a los ojos. -Ya te preparé el desayuno.
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Eres tan perfecta
FanfictionUna semana después de la coronación de Lissa, Rose se ve obligada a escapar del castillo. Con ayuda de Abe se va a Beacon Hills para tratar de comenzar una vida normal, o eso intenta ya que se encuentra con seres sobrenaturales que ella no estaba en...