[15]

2.4K 321 147
                                    

Después de ese día ambos mantuvieron pequeñas conversaciones donde hablaban de cosas sin importancias, incluso Shin había llegado a enviarle un par de imágenes graciosas y fotos de gatitos al castaño, quien respondía con emojis que la chica le hab...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de ese día ambos mantuvieron pequeñas conversaciones donde hablaban de cosas sin importancias, incluso Shin había llegado a enviarle un par de imágenes graciosas y fotos de gatitos al castaño, quien respondía con emojis que la chica le había enseñado a descargar.

Aún así no hicieron ninguna otra videollamada más, ya que según él había demasiada gente en su casa por la llegada de sus primos de visita como para estar en una habitación solo y hablar tranquilamente.

Así que gracias a ello se cumplían dos semanas sin verse ese mismo lunes, porque aunque las vacaciones habían terminado hace una semana el Chino se había quedado otros siete días más en su ciudad natal.

—Manzanita, si no tienes hambre ¿me das tu bolsa de almuerzo? —Entrando al salón en un canturreo Jaemin preguntó, mientras se agachaba a su altura y apoyaba sus manos a un lado de las de ella, es decir en la banca.

La menor levantó la cabeza saliendo de sus pensamientos y lo observó, pero antes de que pudiera responderle una tercera voz se unió.

—Ya admite que jamás pasará Jae, ¿me la das a mi Shin bonita? —en un abrir y cerrar de ojos Na había sido bruscamente empujado al suelo por Donghyuck quien había entrado detrás de él y con una sonrisa gatuna se encogió de hombros para consiguiente dejar toda su atención en la menor.

—No traje nada hoy chicos, tendremos que pedirle algo a Chenle—la castaña se levanto y les sonrío traviesa cosa que ambos correspondieron sabiendo a que se refería.Chenle siempre tenía la mejor comida del grupo, y aunque se rehusara a compartirles los tres estaban dispuestos a convencerlo.

—¿Tu sin traer comida?, ¿donde está mi bebe y que hicieron con ella? —Jaemin dramatizo parándose por fin del piso para así salir del salón con sus dos amigos hacia la cafetería.

—Me quede dormida y llegue tarde Nana, no tuve tiempo ni para cepillarme el cabello.

—¿Acaso si te cepillabas el cabello antes?

—¡Lee Donghyuck! —chillo Dong y el nombrado saltó en su lugar al sentir el golpe leve en su hombro que Shin le había proporcionado.

Dos minutos luego, entre risas y charlas amenas el trío se acercó a la mesa donde ahora , como desde hace una semana, habían tres pares de ojos nuevos.YangYang, Jeno y Mark.Los amigos de Renjun.

Estos últimos habían sido invitados por Dong a unirse a su grupo el martes pasado, los tres le caían de maravilla, y estaba segura que a sus amigos sería más de lo mismo.Y efectivamente así fue.

Si antes el grupo era el más ruidoso ahora aquello se incrementaba por mil.

La risa de Chenle junto a la de Mark desataba un caos, sumándole a la voz de YangYang y Donghyuck que gritaban mientras contaban chistes o a Jeno, Jaemin, Jisung y Shin gritando emocionados por las anécdotas increíbles de los otros, definitivamente aquello era una locura.

Cuando los vieron llegar se apretaron un poco para hacerles lugar y una vez se sentaron giraron sus cabezas hacia Chenle a la par.

Operación comida:iniciada.

—Chenle~

—No Jaemin.

—Lele~

—No Donghyuck.

—Mejor amigo~

—¿Shin desde cuando no traes tu almuerzo?—comentó sorprendido—, igualmente no te daré —finalizó, acabado así con la esperanza de la pequeña.

Una vez terminó su oración el rubio volvió su vista a Jeno, quien le contaba algo sobre basquetbol, pero eso no terminaría ahí porque Na y Lee se pararon de sus lugares yendo al lado del Chino, para suplicarle.

Shin estuvo apunto de hacer lo mismo pero dos brazos que rodearon su cabeza dejando una bandeja de almuerzo frente a su rostro se lo impidieron y su corazón se detuvo cuando escuchó esa voz dulce.

—Fui a buscarte a tu salón y los escuché hablar sobre que no habías traído para almorzar —el aliento cálido de Renjun pegó en su cuello al hablar y aquello hizo su piel erizar.

No tenía idea de que el llegaría ese día, no le había escrito sobre ello por eso estaba sorprendida y con su boca en una o pequeña se paró y giró a verlo.

Allí con su pelo castaño claro y revuelto junto con una leve sonrisa ladeada y unos ojos miel brillantes Huang Renjun estaba parado observándola, haciendo sin saber su corazón flaquear.

Sin intentarlo siquiera, parecía una obra de arte.

—¡Ren! —en un chillido que llamó la atención de más de uno se lanzó a abrazarlo por la cintura de la emoción.

El olor a jazmines característico del contrario le llenó las fosas nasales en un santiamén, y una calidez le recorrió el cuerpo cuando el contrario correspondió su abrazo, apretujándola desde los hombros.

Se mantuvieron así por unos segundos y luego se separaron sonriéndose el uno al otro, realmente se habían vuelto más cercanos ese tiempo.

Luego de aquello se sentaron uno al lado del otro, sin notar que toda la mesa se les habían quedado viendo y en un silencio esperaban para saber que sería lo próximo que pasaría.Todos unos chismosos.

—No sabía que vendrías hoy —Shin fue la primera en actuar girándose hacia el.

—No tuve tiempo de avisarte.Come, no sabía que comida no dulce era tu preferida así que puse de las tres opciones que había.

—Gracias Ren —le sonrió con sus mejillas al rojo vivo.

Se sentía lindo y cálido el que el se preocupara de esa manera por ella, sin quererlo poco a poco descubría nuevas facetas de Huang .

Ambos se dedicaron a comer mirándose de reojo y dedicándose unas sonrisas de boca cerrada cuando sus miradas se cruzaban, y los restantes de la mesa procedieron a hacer lo mismo luego de aquello, volviendo al normal estado de ruido y locura, en el cual a pesar de que no era el favorito de Renjun este debía admitir que se sentía cómodo estando con los amigos de la pequeña.

A quien le había agarrado un poco de afecto luego de todas esas noches que se amanecían juntos con risas.

Después de todo, Dong no era tan pesada.

Pensó viéndola fruncir su ceño mientras Jisung a su lado le apretaba sus mejillas, estirándolas al igual que una masa, las cuales desde que la vio habían tomado un color colorado.

Tierna.

Musa|Renjun|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora