Su brocha se movió ligeramente por el lienzo, dejando así un rastro de tono caoba por la superficie, con sutileza trato de aparentar pequeñas ramas que desprendían de ese anterior trazado y cuando terminó con la última dejó la brocha a un lado y se alejó un poco hacia atrás en su asiento para observar mejor lo que había hecho.—Ponle sombras y notarás la diferencia —un suspiro de sorpresa se escapó de los labios rosáceos de Shin al escuchar la voz de Renjun tan cerca de ella.
Estaba tan concentrada en su dibujo del árbol de cerezos que no había notado cuando el había dejado su puesto a un lado de ella para pararse atrás suyo.
—Casi me haces ir al cielo—bromeo dejando la brocha que antes utilizó en agua y tomando otra nueva para intentar hacer el sombreado que Huang le había aconsejado.
—Lo siento —rió sin apartarse de detrás y se mantuvo allí parado observando con cuidado cada acción que la pequeña hacia, lo que ocasionó que la castañita se pusiera nerviosa y que no lograra controlarse adecuadamente.
Aunque cuando ella creyó que se estaba moviendo para alejarse pensó que podría volver a respirar normalmente enseguida, sin embargo fue todo lo contrario al sentir como se acercaba más, agachándose un poco y pegándose a ella para poder poner su mano sobre la que estaba pitando.
La tomó con delicadeza, envolviendo sus dedos sobre esta y con suavidad comenzó a deslizarla.Dong trago duro, sintiendo como su corazón se aceleraba y las zonas donde estaba teniendo contacto con el hormigueaban a la vez que un calor se extendía por su estómago.
Incluso aquella posición parecía un abrazo por la espalda.Segundos más tardes que pasaron lentamente el frío la envolvió cuando lo sintió separarse y luego de volver en si observó el cuadro, donde las sombras ya comenzaban a tener más cuerpo.
—Muchas gracias Renjun —le sonrió girándose hacia el con su rostro colorado.
Nota mental; debo aprender a controlar mis sonrojos .
—No es nada, de todas maneras ¿para que es este cuadro?, ¿te lo pidió la profesora? —cuestionó mientras caminaba a su asiento a un lado de ella donde sus materiales estaban desparramados.
—No, es para mejorar técnicas simplemente —tomó un rosa pastel y con una esponja lo fue desparramando queriendo asemejarse a pétalos mientras respondía.
—Entiendo, oye y sobre el proyecto final ¿ya tienes pensando como lo harás?
—Si, tengo algunos bocetos—eso pareció captar su atención porque se giró a observarla con sus esferas brillantes como si fuera cachorrito y una media sonrisa incrustada en su bello rostro.
—¿Me los mostrarás?
—Ni tu ni nadie verá nada hasta que esté finalizado Ren —le advirtió sonriéndole de regreso.
Siempre había tenido esa mala costumbre con sus dibujos importantes, se los guardaba para ella hasta que estuvieran completamente finalizados aunque le llevara años hacerlo.
Desde pequeña se encontraba fascinada por las expresiones faciales de la gente, tan transparentes y genuinas aunque no quisieran o el como con una simple imagen, sonido u olor el rostro de alguien se podía deformar en diversas emociones.
Ella sentía que el arte era también un método para amoldar el rostro, donde con una simple pintura la otra persona podía sentir demasiado, y ella pensaba que un mismo sentimiento no se puede tener dos veces por lo que la primera impresión era la importante.
Aún recuerda como cuando tenía ocho años le regaló un dibujo a su abuela por el día de las madres, sus ojos brillaron al instante junto a su sonrisa que realzó sus mejillas y segundos más tarde largo un llanto incontenible de felicidad mientras abrazaba su menudo cuerpo.
Así que ella siempre esperaba por ese momento de sus obras importantes, cuando las revelaba y veía la expresión de los demás.
—¿Y eso cuando sería? —la voz del contrario la sacudió de sus pensamientos y lo observó de reojo pensando su respuesta.
—La profesora dijo que con nuestros retratos se hará una exposición supongo que si vas podrás verla.
—Genial, iré a apoyarte.
—Bien porque lo necesitaré, nos harán subir a un escenario para darnos una medalla según lo que Chenle oyó del director.
—¿Medallas?, wow me voy este año y artes mejora, ¿crees que acepten que repita por voluntad propia? —comentó y ambos rieron.
—No lo creo, pero como eres mi musa para este proyecto prometo darte mi medalla—dulcemente le habló.
—Y yo prometo llevarte a comer panes de melocotón y leche de fresa luego de la exposición —ambos se sonrieron y entrelazaron sus meñiques.
Ese día no solo sellaron el trato de aquellas dos cosas, sino que también entre líneas se dejaba ver otra promesa que ambos habían tímidamente aceptado, la de mantenerse juntos hasta ese tiempo.
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Musa|Renjun|
Teen Fiction⠀ 𝑫𝒆́𝒋𝒂𝒎𝒆 𝒑𝒊𝒏𝒕𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒚 𝒅𝒆𝒍𝒆𝒕𝒂𝒊𝒓𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒍𝒂𝒔 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒔 𝒍𝒊́𝒏𝒆𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝒎𝒂𝒏𝒅𝒊́𝒃𝒖𝒍𝒂.𝑫𝒆𝒋𝒂𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒚 𝒍𝒆𝒗𝒂𝒏𝒕𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒊́𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒖𝒏𝒂 𝒐𝒃𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒄𝒂𝒎𝒂...