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El silencio que había en el instituto podía llegar a pasarse hasta por aterrador, apenas habían pasado cinco minutos desde que las clases habían acabado y aún así no se sentía nada más que leves voces lejanas

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El silencio que había en el instituto podía llegar a pasarse hasta por aterrador, apenas habían pasado cinco minutos desde que las clases habían acabado y aún así no se sentía nada más que leves voces lejanas.

La castaña seguía aún adentro solo porque a último momento había tenido ganas de ir al baño.Luego de observarse por unos segundos al espejo, procedió a lavarse las manos y salir del lugar hacia los pasillos con su mochila bordo colgada en sus hombros.

Unas pisadas detrás de ella la distrajeron de su finalidad pero decidió ignorarlas pensando que tal vez alguien más había tardado en salir o que era gente que trabajaba allí, pero cuando sintió a alguien tocarle su hombro derecho se sobresaltó por lo inesperado que había sido y soltó un pequeño chillido cerrando sus ojitos.

Los abrió cuando escuchó una risa, una dulce y sutil risa.Allí, frente a ella, Renjun la observaba aún carcajeando.Su corazón aleteo, y su estómago se estrujó, el plan era no enfrentarlo hasta nuevo aviso, aún no estaba emocionalmente preparada, pero por más que deseó poder pasar por su lado, ignorarle e irse no lo hizo.

—No quería asustarte lo siento —Huang murmuró sonriéndole con los labios cerrados y rascando su nuca.—No te vi en la entrada ni tampoco en el almuerzo ¿está todo bien?—siguió y luego su mirada pareció decaer evitando el contacto visual y su voz bajó unos decibeles.—Si es por lo del sábado yo-

—Pelee con Jaemin —se apresuró a responder sin desear escuchar la excusa sobre la cita que seguramente el castaño le iba a decir.

—Oh si, me dijeron, pero no creí que harías todo eso por una pelea con él, ¿fue tan grave? —Shin hizo una mueca al notar lo preocupado que sonaba.

Esa mañana antes de llegar había encendido por primera vez desde el sábado su teléfono solo para rogarle a Jaemin que fingiera que habían discutido fuertemente y que por ello ella no se juntaría con ellos por un tiempo, tardó en convencerlo pero luego de decirle que era para mantenerse alejada del Chino aceptó.Y la castaña pasando de largo los mensajes y llamadas de Huang que ni siquiera leyó apagó de nuevo el celular, para no tener ningún acercamiento con él, pero ahí estaba de nuevo con el muchacho frente suyo mirándola con sus ojitos bonitos.

—Algo así —respondió en un tono seco al instante que notó que se estaba perdiendo nuevamente en la belleza de él.—Debo irme.

Luego de decir aquello estuvo apunto de pasar a su lado pero las manos del mayor envolviendo sus muñecas lo impidieron, lo miró observando cómo dudaba en si hablar o no mientras mordía su labio inferior, e inconscientemente la acariciaba con sus dedos en el lugar donde estaba el firme agarre, después de un suspiró la miró con algo parecido al arrepentimiento en sus esferas.

—¿Porque siento que hay algo mal con nosotros entonces? —su tono era dolido mientras hablaba—Dong, si es por lo del sábado...

—YukHei está esperándome afuera—soltó de sopetón deseando de esa manera parar todo, no solo las palabras agobiantes que estaba oyendo sino también sus sentimientos, que la abarcaban como un planta trepadora, enredándose en su cuerpo, en su corazón.

Pero solo pareció funcionar para lo primero porque Renjun la soltó, deslizando sus dedos fuera del contacto entre pieles, alejándose dos pasos a un costado para dejarle el paso libre sin intentarlo ni una vez más, pero sus sentimientos perduraron aún cuando caminó a su lado, dirigiéndose a la salida, aún lo hacían, lo sabía y eso le molestaba.


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—Mira lo que se esta perdiendo tu primo por no estar aquí —YukHei le dijo mientras agarraba otro pedazo de tarta de frutilla y la devoraba, luego de acompañarla se había quedado a merendar a su casa y habían cocinado juntos.

—Tú solo estás celoso porque salió con otros amigos.

—Pff, para nada, ¿yo celoso de esos tales Taeyong, Johnny y ten?, en tus sueños bebé —el pelinegro respondió exagerando sus expresiones y haciendo un gesto con su mano para restarle importancia, la chica solo soltó una risita.

—¡Incluso te memorizaste sus nombres!

Wong estuvo apunto de retrucar pero el timbre siendo tocado detuvo cualquier pelea que se pudiese iniciar, ambos se miraron frunciendo sus ceños y luego de segundos y de un tercer sonido del timbre ambos caminaron a la puerta, la abrieron y de inmediato la castaña sintió como era asfixiada por un cuerpo que la abrazaba rodeando sus hombros.

—¡Manzanita! —reconoció de inmediato que se trataba de Chenle por el alto tono de voz.

—Uhm, ¿hola?, me estás aplastando Lele.

—Muévete para un lado delfín que yo también quiero abrazar a mi princesa —Donghyuck fue esta vez quien habló empujando al anterior a un lado y siendo él quien la envolvía.

—¡Hyuck!, era yo el segundo en la fila para abrazarla.

—¿Quien dice eso Jisung?

—¡Los papelitos con turnos que hicimos hace dos minutos! —el menor berrincheo haciendo separar a Lee de la pequeña.

Luego de minutos de abrazos, berrinches y demás los once terminaron en la sala desparramados en los sofás y la alfombra.

—¿Creíste que ahora que no nos veríamos en clase te salvarías de nosotros? —Mark preguntó Tirado sobre uno de los sofás chicos, sonriéndole con levedad y Shin le correspondió la sonrisa.

—Decidimos entre todos que como no pasaremos las mañanas contigo hasta nuevo aviso, vendremos por las tardes luego de clases a visitarte ¿que te parece la idea?—Jaemin le preguntó dulcemente.

—Eso suena genial chicos, ¿entonces mañana vendrán de nuevo?—todos asintieron excepto Jeno, YangYang y Mark.

—Nosotros quedamos en practicar basquetbol con Renjun —Liú murmuró.

—Rómpanle las  piernas por mi porfa—Yuta bromeó haciendo que todos soltaran leves risas.

Shin aprovechó para pararse e ir a la cocina a por más comida, corto más rebanadas de tarta y las posicionó en el plato.Se detuvo a pensar luego de poner el último trozo y observó con calma el exterior que se apreciaba desde el gran ventanal en la cocina, el cielo rosáceo hacía denotar que el sol se estaba despidiendo, pensó entonces que no podría ver normalmente a sus amigos por un tiempo y se preguntó si realmente eso valía la pena.

Se respondió segundos después que si deseaba poder ser como antes, disfrutando junto a ellos sin ningún sentimiento de tristeza o algo por el estilo en ella, si lo valía.Porque dejar de pensar en Renjun podía hacerla volver a su vieja yo, que solo se preocupaba por la amistad y ser feliz.

Las risas alocadas de fondo la trajeron a la realidad, una donde aún estaba en proceso de olvidarlo.Tomó el plato y con una sonrisa de auto-apoyo fue al salón.

Musa|Renjun|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora