Dos semanas parecieron volar junto con el viento, pues antes de lo pensando Shin ya estaba ayudando a su abuela a preparar la comida para el día de mañana, es decir su cumpleaños.
En la cocina, las dos se encargaban de dar los toques finales al pastel, que fue lo que decidieron ambas sería lo último que cocinarían.No era algo del otro mundo, solo un pastel de chocolates decorado con fresas, pero fue lo que Shin eligió al igual que en todos sus cumpleaños porque era su favorito.
—Peque, aquí tienes —su abuela le pasó el bowl con crema de chocolate que había sobrado, sabiendo que la menor se lo querría comer y luego le sonrió con ternura.
—Gracias —canturreó Shin y luego comenzó a comer el chocolate a cucharaditas.
—¿Los chicos confirmaron que irán?
—Sip, casi todos.Mark fue hoy a casa de Jeno a dormir para convencer a la mamá de este a que lo deje salir mañana.
—¿Calificaciones bajas?
—Un dos de cien —la castaña rió viendo la mueca en la cara de su abuela, y luego dio otra probada.Realmente estaba demasiado rico.
—¡Oh! —el grito de su abuela a su lado asustó a la menor, quien de inmediato volteó a verla con una mueca de confusión y la mujer simplemente señaló con euforia al reloj de pared que estaba en la cocina.—¡Mira el reloj! ¡ya son las doce!
Con una sonrisa de oreja a oreja la señora se acercó a ella abriendo sus brazos y apretujándola en un apretado abrazo, donde en el medio el celular de Shin sonó pero ninguna le prestó atención.
—Feliz cumpleaños Shin, estoy muy orgullosa de lo que eres ¿lo sabes verdad? —la chica sonrió y asintió a sus palabras, su abuela se encargaba siempre de hacérselo saber.—Y estoy agradecida de haberte tenido a mi lado todo este tiempo, de haberte visto convertirte en esta fantástica chica que eres.
—Gracias abuelita, yo estoy muy agradecida también de estar a tu lado, porque tuve el privilegio de vivir en esta casita llena de amor contigo—amabas se abrazaron nuevamente por varios segundos y luego de ello la mujer se separó limpiándose un poco las lágrimas que sin querer habían salido y la castaña le sonrió sabiendo lo sentimental que era.
—Ve a bañarte y luego a acostarte que nos tenemos que levantar temprano mañana, yo seguiré aquí un ratito más.¿Si?—la chica solo asintió a sus palabras despidiéndose de su abuela con un beso en su mejilla y caminando escaleras arriba para ir a su cuarto a buscar ropa.
Mientras hacía esto último se decidió por revisar su teléfono.Tenia llamadas perdidas de sus mejores amigos, quienes siempre competían por ver quien la felicitaba primero, mensajes de Jeno, Mark, YangYang, Yuta, Jaehyun y Renjun.
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Musa|Renjun|
Teen Fiction⠀ 𝑫𝒆́𝒋𝒂𝒎𝒆 𝒑𝒊𝒏𝒕𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒚 𝒅𝒆𝒍𝒆𝒕𝒂𝒊𝒓𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒍𝒂𝒔 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒔 𝒍𝒊́𝒏𝒆𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝒎𝒂𝒏𝒅𝒊́𝒃𝒖𝒍𝒂.𝑫𝒆𝒋𝒂𝒎𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒚 𝒍𝒆𝒗𝒂𝒏𝒕𝒂𝒓𝒎𝒆 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒅𝒊́𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒖𝒏𝒂 𝒐𝒃𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒄𝒂𝒎𝒂...