🌺•34- El control•🌺

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"Hasta que me di cuenta que no eras mi mitad porque te hacia falta encajar"

🌺-Belosnezkha-🌺

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🌺•Jessica•🌺

— Solo unos minutos, por favor — habla Wellington —. Te prometo que no haré nada que tú no quieras.

Tres días para irme y él se aparece aquí en el instituto justo cuando me tengo que ir, Violeta solo lo mira con una ceja alzada. No digo nada, solo lo miro por unos segundos.

— Solo será unos minutos, hoy tengo que hacer algo — contesto, Violeta voltea su cara hacia mí y me mira sorprendida —. Irás conmigo.

— Me alegro de que lo digas — contesta —. ¿Adónde iremos, Wellington?

Wellington suspira y me  mira por unos segundos.

— Ya que estarás con nosotros, vamos a la cafetería — contesta —. Ahí podremos centrarnos y hablar cómodos.

— Solo espero que no te pases porque te daré un bofetada — advierte Violeta y sonrío disimuladamente —. Ya podemos ir.

— Tranquila, fiera. Solo iremos hablar y a tomar café — contesta Wellington —. Vamos.

Se voltea y camina, Violeta me toma de la mano y me mira.

— No estoy jugando con lo de la bofetada.

< Ella es una buena amiga > habla mi conciencia.

— Lo sé, sé que te atreves a hacerlo — contesto con una sonrisa de lado —. Camina.

— ¿Estás lista para lo de esta noche? — pregunta pícara, veo a Wellington cruzar la calle antes que nosotras.

— Más que lista — nos detenemos por un momento hasta que los carros pasen, cruzamos la calle y entramos con Wellington a la cafetería.

— Pediré algo, ¿Qué quieren que les traiga? — pregunta.

— Quiero un capuchino y una barra de chocolate — contesta Violeta y nos sentamos en unas de las mesas.

— Yo no quiero nada.

— ¿Segura? — pregunta Wellington, asiento y se va.


— ¿Qué? Hay que aprovechar la oportunidad — habla Violeta al ver mirada —. Lo más seguro es que quiere volver ser tu amigo.

— Supongo — contesto —. ¿Segura que hicimos todo bien ayer en la cabaña?

— Sí, aunque sin duda esa cabaña queda lejos — habla con asombro —. Pero fuimos unas estúpidas al olvidar las llaves.

— No podía pedirle las llaves a él — contesto —. Pero al menos lo del pincho funcionó.

— ¿Estás segura que nadie entrará por la puerta trasera?

Tuvimos que dejar la puerta de atrás abierta para poder cerrar con seguro la puerta principal y salir por detrás, aunque hicimos el intento de cerrarla no pudimos. Quedó semi abierta.

— Tranquila, nadie entrará — hablo segura.

— Aquí tienes — habla Wellington al llegar a la mesa y se sienta frente a nosotras.

— ¿De qué quieres hablar? — pregunto.

— Pues solo quiero decirte que quiero que volvamos hacer amigos, sé que nada será como antes pero al menos hablaremos.

Jessica ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora