O2. Conociendo personas nuevas

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(CAPÍTULO 02:
Conociendo personas nuevas)

     El suspiró de la castaña al despertar, provocó que sus padres se despertarán

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     El suspiró de la castaña al despertar, provocó que sus padres se despertarán. Se tocó el cuello, sintiéndose adolorida por la forma en la que durmió para después levantarse, notando que la sábana que la cubría caía al suelo, torpemente la levantó teniendo una sensación de cansancio.

     —Mamá... —Tanteo el sofá buscando a su madre, sin saber que la mujer rubia le sonreía, acercándose a ella. Le acarició una mejilla y la saludó.

     —Es hora de que vayas al instituto cariño. Sube y arréglate, Leire —Asintiendo y recibiendo un beso en la mejilla de su padre subió con cuidado. Se tomó el cabello en una coleta, sabiendo que no podía lavarlo, ya que no llegaría a secarse al completo, consiguiendo un horrible resfriado.

     La ojiazul entró a su habitación buscando su maleta, sacando un conjunto de ropa que era elegido por su madre anteriormente. Se despojó de su ropa entrando a la ducha, y al sentir el agua recorrer su cuerpo se estremeció; todavía tenía un poco sueño por lo que se quedó pensando. La ducha fue algo lenta, y cuando terminó de cepillar su cabello y atarlo en una coleta alta se puso la ropa, sintiendo la chaqueta como un refuerzo para no sentir el frío del día.

     Acarició a su mascota, escuchando los maullidos de esta y como se restregaba en sus piernas. Le acarició y tras hacerle señas y un "bichito" bajó oliendo el aire; el increíble aroma a tocino y café le abrieron su apetito inmediatamente.

     —Papá, ¿dónde está la comida de señor Bigotes? —El sonido de como movían una silla le indicó que era porque su padre se había levantado a buscar la comida. Se la entregó con un plato para alimento y teniéndolo lleno en poco tiempo se lo entregó a su mascota, acariciándola.

     La voz de su madre, la cual se secaba las manos en el mandil azul que llevaba, hizo que la castaña hiciera caso al pedido de su madre

     —Lávate las manos, Leire. Debes desayunar.

     Asintiendo y guiándose tocando las paredes llegó al lavamanos.

     —¿Quién quieres que te lleve, cariño?

     —Quién esté disponible, no hay problema —La castaña sonrió, sabiendo que iría con su madre por que entraba más tarde a trabajar a comparación de su padre.

     —¿Tienes la máquina de escribir? —El asentimiento de parte de la castaña hizo a su padre sonreír, sintiendo en el fondo de su corazón una punzada.

     Comieron en silencio siendo interrumpido solamente por los cubiertos chocar con la porcelana de los platos y algunos sorbos que daban al café.
Cuando terminaron, rápidamente Leire subió a lavarse los dientes y arreglar su mochila, donde llevaría la máquina de escribir que le ayudaba a estudiar. Suspiró fuerte pasando una de sus manos por su boca, quitando los restos de pasta dental o agua, sonriendo. Sabía que sus padres no habían querido mudarse si por ellos fuera, pero esto lo hacían por ella.

my eyes look at you | jasper haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora