melay | "Los ojos son la puerta del alma"
La vista es un sentido que Leire Clark ha perdido por un trágico accidente, un accidente que le dio la desgracia de no poder volver a ver a su familia ni ver lo que sucedía a su alrededor.
No sé siente trist...
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La larga relación de apoyo y cariño que había comenzado entre Leire y Jasper se confirmó para los alumnos del instituto cuando el empático decidió tomar la palabra de su compañera y acompañarla cuando comía.
El sureño pasó varias semanas donde se sentaba en la mesa de los amigos de la ojiazul, que aunque sabían que era alguien de poca palabras, quería mucho a la castaña. No fue algo que tardaron en aceptar, teniendo en cuenta que muchas veces Ángela había pillado a Jasper mirando a la invidente que no se daba cuenta de lo que sucedía, al igual que Tyler aceptó que cuidaba y atesoraba muy bien de su mejor amiga.
Esa mañana se encontraban en la mesa, siendo Jessica la que hablaba varias veces y pidiera comentarios a Solar, una de las vampiras que había decidido comenzar a conocer a más personas.
—¿Satisfecha?—preguntó el rubio, observando que la chica terminaba el emparedado que Esme le había mandado—. Esme se esmeró en buscar la forma de agradecer tu presencia en nuestra casa, le gustas mucho—Sonrío al verle asentir, con cuidado limpio con su pulgar el labio de la chica, notando un poco de polvo que dejaba el pan.
—Estaba delicioso. Agradécele de mi parte—Le correspondió.
—¡Eh!—llamó la atención Ángela admirando la silueta de Alice, la cual se sentaba a su lado—. ¿Habéis enviado ya vuestras tarjetas?—preguntó.
La ojiazul asintió y levantó tres dedos.
—Solo tengo tres personas y dudo que falten, mi padre llevara a su novia además de un amigo—explicó—. ¿Tú, Ángela?
—Qué suerte—Suspiró Ángela—. Mi madre tiene primos a miles y espera que las manuscriba una por una. Me voy a quedar sin mano. No puedo retrasarlo más y sólo de pensarlo...
—Podría ayudarte—habló Solar—. Sería perfecto pasar más tiempo juntas y podríamos hacer alguna pijamada—Se emocionó aplaudiendo—. Podríamos ir todas a ayudarle—Observó a Leire, Alice y Jessica.
—Eres un encanto, Sol—Se ruborizo—. Cuando quieran en mi casa—Las chicas asintieron comenzando a hablar nuevamente de otras cosas.
Tyler hablaba con Mike y de vez en cuando se unía a la conversación el sureño. Jasper después de varias palabras, admiro a su compañera, siendo Leire quien tomara la confianza de entrelazar sus dedos. Dudando tomó uno de los rizos que esa mañana tenía el cabello de la chica, jugueteo sonriendo y Leire sonreía tocando con su pulgar el dorso de la mano de Jasper.
