21. Salvando el día

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(CAPÍTULO 21:
Salvando el día.)

     —¡Leire!

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—¡Leire!

Los pasos de Leandro despertaron a la ojiazul, quién ignoró el llamado sabiendo que ese día era fin de semana y había decido quedarse en casa o eso pensaba.

—¡Leire! Por favor, despierta—Unos quejidos soltó la chica sintiendo entre sus pies a su mascota a lo que se agachó y lo tomó acercándolo an ella.

Pensando que por fin seguiría durmiendo, escuchó una puerta abrirse y como su padre se lanzaba en su cama o el espacio sobrante.

—¡Papá!—se quejó al sentir un golpe, se giró y sintió un brazo rodearle.

—¿Estudiaste anoche?

—Algo así...

Leandro se removió y dejando que la ojiazul saliera de entre las sábanas sonrió.

—¿Recuerdas que te dije que saldría con Katya?—la respuesta afirmativa de la castaña hizo que sonriera aún más—. En realidad no saldremos.

—Pero... ¿Por qué?—murmuró Leire—, si te preocupas por mi, no es necesario, sabes que puedo hacer mucho aún sin poder ver.

—Lo sé, cariño—musitó—, pero decidimos que viniera a cenar y vendrá con su hermano. Creo que su nombre es...

—Caden—la voz de Katya hizo que la ojiazul saltará de miedo al escucharla abruptamente—, perdona, dormí aquí y... a... perdona, iré por mis cosas.

Con una sonrisa avergonzada por las explicaciones se retiró, Leire soltó una risita y Leandro observó a la pelinegra desde lejos.

—¿Así que se quedó aquí?

—Eh niña, no pienses otras cosas

—No lo hago...—Con una sonrisa divertida hizo que su padre riera—, ¿Por qué de repente todo tan rápido?

—¿Rápido?—el mayor medito unos segundos—... decidimos que fuera así, vivimos en el hoy sin saber que podré ser mañana.

Leire sonrió y se levantó haciendo que el mayor hiciera lo mismo, se despidieron y con un comentario gracioso de parte de la castaña, el mayor se retiró.

El día había pasado normal, siendo Caden la nueva familia que Leire tendría. Leandro se encontró maravillado al conocer al chico, sabiendo que era alguien muy alegre y amable, sus estudios habían sido de arquitectura y muy pronto terminaría su carrera.

—¿Así que tienes novio?—preguntó Caden—, me alegra por ti Leire.

La conversación entre ambos fue amable, armoniosa y muy divertida de cierta manera, siendo algo que les gustó a ambos al notar las cosas en común que tenían.
Aunque pronto el toque en la puerta hizo que Caden se retirará un momento, informándole de su visita de la tarde.

my eyes look at you | jasper haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora