Etéreo: extremadamente delicado y ligero, algo fuera de este mundo.
12. No sé cómo arreglarme
No sé en qué momento he terminado dormida, de verdad que no tenía ni idea. Me duele la espalda cuando abro los ojos, comprobando que habia dormido donde mismo me había quedado anoche.
Pronto me pongo alerta, levantándome de un salto del sillón y haciendo que Joel abriese sus ojos. Él estaba dormido sobre la silla del escritorio, con la cabeza hacia atrás y la boca abierta...eso si debía de haber sido incómodo. Sus ojos miran a su alrededor y luego reparan en mí.
―Oh...mierda ―masculla, bostezando y estirando su espalda para después levantarse de la silla.
Yo miro por la ventana y compruebo que está comenzando a amanecer, dejando entrar por ella una luz naranja demasiado hermosa.
―Pensaba que no dormías ―murmuro, caminando hacia mi cama y sentándome en ella.
―Soy un hombre lobo, no un vampiro ―se queja―. Algunas noches patrullo y compruebo que todo está en orden, lo hacemos todos mediante organización.
―¿En qué momento me dormí? ¿Por qué no te fuiste?
―Porque me apuesto lo que quieras a que si llego a despertarte para salir por la ventana, te mueres de un ataque ―alza las cejas y yo entrecierro los ojos. No le faltaba razón―. Tenía sueño, pensé que no pasaría nada si dormía en la silla y guardando la distancia.
Yo no digo nada, pues tiene razón. Habría sido injusto exigirle que se fuese cuando probablemente me hubiese matado del susto de ver a alguien tan cerca de mí... que me sintiese segura no quería decir que pudiese soportar tanta cercanía.
Miro el cuaderno cerrado en la mesa―. ¿Hiciste mi tarea?
Asiente―. Me encanta la física, era bueno en ella.
―Muchas gracias.
Él asiente y mueve una mano, restándole importancia. Cierra su chaqueta de deporte y se pone la capucha, mirándome fijamente.
―¿Me avisarás si vas al bosque? ―yo dudo un poco, pero termino asintiendo―. Bien, tu hermano acaba de entrar en la cocina, ha puesto la cafetera. Tus padres aún duermen pero tu padre ha dejado de roncar, pronto despertará.
Yo alucino momentáneamente.
―Impresionante.
―Lo sé ―sonríe como un niño, encogiéndose de hombros―. Me voy antes de que amanezca del todo, cuídate hoy... estaremos cerca.
―No tenéis que cuidar de mí... trato de hacerlo sola.
No quería ser salvada, no quería a nadie preocupándose de mí. Me bastaba con que el tormento desapareciese de mi cabeza.
―Lo sé ―asiente ―, no queremos llamar la atención, y tampoco enfadarte. De lo contrario Pax hubiese hecho algo ayer, menos mal que piensa. ―imaginar a Pax peleando contra ellos me eriza la piel―. Nos vemos esta tarde, Bloom Cordelia Shirley.
Entrecierro mis ojos y le saco el dedo de en medio. Él sonríe y abre ambos cristales, saltando de una. Yo no me contengo y corro hacia ella, quedando de rodillas sobre el sillón mientras le observo saltar sin ningún tipo de esfuerzo ambas vallas, perdiéndose entre los árboles.
Cuando quedo en soledad, tirada sobre la cama y enfocada en las estrellitas que ya no brillan, pienso en toda esta locura de noche. Había, oficialmente, pasado una noche entera con un chico ―lobo además― y no había sentido pánico en ningún momento. ¿Qué tal si era verdad? ¿Y si esto estaba destinado a suceder? ¿Estaría yo destinada a ser la compañera de vida de Joel?
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Resiliencia Sempiterna | COMPLETA
Science FictionUna vez, una chica solía brillar por sí misma. Alegraba a cualquiera con su voz o con una mirada. Ahora, esa luz se vio apagada porque quienes eran sus amigos decidieron que fuese así. Al otro lado del pueblo, en el bosque, habitaba toda clase de cr...