8-. I'd like to have another kiss.

271 15 8
                                    

Claro está que yo no iba a permitir que Ian se llevara a Rose a casarse en una capilla de pacotilla en Las Vegas , por eso apenas lo vi, decidí seguirlos, sé que me tomo muchos atrevimientos, pero antes de dejar que se case sin saber lo que ese pendejo hace, me corto los testículos.

Yo sabía que Ian andaba en algo, lo supe cuando el padre de Rose no se alegró de su pedida de matrimonio y yo tenía que indagar en ese asunto. Para eso pedí una cita con Parker Decksheimer, si debo impedir la boda de Rose, será de la mano de su padre.
El hombre, caballeroso como lo dicen, aceptó mi visita en su hogar, me armé de valor para presentarme ahí con el vago temor de que llegara alguno de sus herederos.
Nos plantamos en su despacho, donde Eleonor nos ofreció una taza de café, que ambos aceptamos.
El padre me cuestionó mi urgencia de verlo y por dentro deseaba decirle que su hija me tiene vuelto un loco y que deseo apartarla del pendejo que es su prometido, pero me detuve y le hice saber mis dudas hacía Ian, apenas mencioné su nombre me ha mirado de una forma indescriptible, sentí que iba a soltarme un puñetazo en la cara por entrometerme en la vida de su princesa, pero no fue así.

-Ese cabrón está haciendo algo turbio, y yo voy a investigarlo-

Me dijo sin mostrar dudas en las palabras y supe que Rose le heredó a su padre el carácter.
Le hice saber mis pensamientos y que yo tenía un amigo en Scotland Yard, él me permitió llamarlo y pedirle que en ese mismo instante me brindara la información de las entradas de dinero en las cuentas bancarias de Ian.
Hubieron horas en las que nos pasamos revisando las cuentas de Ian, las ganancias que la marca de ropa dejaba y el ingreso que venía de otro lado.
La cuenta era solo una apariencia y él no solo recibe dinero de Londres, sino también de Las Vegas.
Parker sabía moverse en la computadora y resolvía fácilmente sus ganancias.
Habían 2 cuentas en las que él puso mucha atención.

-Podemos resolverlo, buscando las coordenadas de donde se han hecho las transferencias-
Sugerí, entonces asintió y llamó ahora él.
Duró unos minutos y me explicó que era un amigo suyo que formaba parte de la policía cibernética.
El sujeto duró cerca de 40 minutos en informarnos las coordenadas, apenas las recibimos no dudamos en asegurarnos de pasarlas a direcciones, la de Londres yo la conocía muy bien.
Era bastante cerca de donde había recurrido una vez a olvidarme de la hija del hombre aquí presente.

-Conozco el sitio, pero antes de hacer juicios prefiero comprobarlo- le digo. Él asiente.

-Pues yo voy a acompañarte, no dejaré que un idiota se case con mi hija-
Tan pronto dijo aquello, se levantó de la silla y se puso su saco.
Le pedí fueramos en mi auto y él al ver el Rolls-Royce, me miró con desaprobación, noté la burla en su rostro pero no puso reclamo.

Comprobamos en aquel club nocturno que efectivamente, Ian Montgomery recurría a ese lugar varias veces a la semana y era quien entrevistaba a las nuevas bailarinas.
Yo estaba furioso, porque por entrevista, la joven quiso decirnos que se las cogia antes de que alguien más lo hiciera.
Parker salió del lugar, antes de que la joven me brindara esa información y yo pedí discreción ante el tema. Más encabronado que cuando entré.
Salimos de ahí, ambos con el cólera calandonos en el estómago.
No mencionamos palabra, hasta que Parker estalló, maldijo en inglés y alemán al prometido de su hija y yo goze en mis adentros.
Rose no va a casarse con ese hombre.

Para calmar la tensión, le hice saber que había elegido este auto solo por la comodidad. Él soltó una carcajada.

-Una comodidad de 14 millones- me dijo y volví a reír.

-Te ha gustado, no vas a negarlo- le digo. Él asiente.

-Quería uno así, pero mi esposa me detuvo antes de comprarlo. Me dijo que era solo un capricho innecesario- me mira un segundo y vuelve a fijar su mirada en el camino.

H.e.r.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora