28-. Are u still mine?

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Benditos los seis meses en los que hemos estado juntos. Hemos vivido altibajos, con su desconfianza, sus celos, sé que a veces quiere alejarse, irse nuevamente pero le agradezco que su amor sea más grande que sus dudas.

Del medio año en que Rose y yo compartimos no solo besos y caricias, ella ha sido muy buena, a pesar de la desconfianza.
No sé como hacer para que ella sepa que la amo y que jamás me iré de su lado, lo intento, intento dejárselo ver, hacérselo sentir y a veces creo que mis intentos son nulos.
Qué más quisiera yo que verla despertar, de compartir mi casa, mi cama, mi vida con ella, pero Rose necesita tiempo para asimilar nuestra relación, necesita aclarar su mente sobre la imagen que tiene de mí y yo no voy a apresurar las cosas.

-Maddox- entra Kate a mi oficina, haciéndome guardar el dibujo de los ojos de Rose. -Jennifer está aquí- me dice y en sus ojos encuentro el temor.

Esa mujer necesita entender que ahora no me interesa ver a ninguna mujer que no sea Rose, que no necesito a nadie más que no sea ella y si es necesario decírselo a diario LO HARÉ.

-Vengo una última vez a decirte esto...

-...Yo ya te explique que no me interesa nada que tenga que ver contigo- le tomo el brazo con fuerza empujándola hacía la puerta, ella se suelta y yo me quedo ahí en el marco.

-La mujer con la que ahora estás es bonita, bastante bonita- se sienta en la mesa del escritorio. -Pero no necesitaba que me hiciera saber que es tu mujer. Si tú no lo has dicho, ¿por qué habría de importarme?-

-Porque ella es la que tiene todo el derecho de decirlo. Porque si la provocaste, respondió-

-Una vez más. Solo te pido un acostón y me iré de este jodido país para siempre- me pide acercándose a mí.

-Una vez más, Jenn- me acerco también. -Estoy jodidamente comprometido y enamorado de Rose- le sonrío y me alejo.

Ella me mira y se lanza a mis brazos, me desorienta un poco, cuando me doy cuenta está sobre mis labios, los muerde con fuerza hasta que siento una mordida bastante dolorosa.

-Eres lo más sexy que he visto jamás- dice en mis labios, la retiro de mí con fuerza haciéndola golpear en el escritorio. Reviso mi labio, logró herirme. Entonces mi vista se enfoca en la puerta.

Mi Rose. Mi novia está ahí, solo niega y da la vuelta.
Empujó a la mujer en mi oficina y Rose corre al ascensor.

-Rose- le digo, entra al ascensor y la alcanzo. -Déjame aclarar las cosas-

-Lo vi, Maddox, no necesito que me aclares nada- me dice. -Pero no puedo quedarme- aprieta el botón para que las puertas se cierren. -Déjame ir y ocúpate de la mujer en tu oficina-
La tranquilidad de sus palabras solo me hace confundir, me quito del medio y dejo que el ascensor se cierre y ella se vaya.
En mi oficina Jennifer está sentada en el escritorio nuevamente, le tomo el brazo con fuerza obligándola a bajar.

-LÁRGATE- la saco de la oficina. -JAMÁS VUELVAS AQUÍ- azoto la puerta, sin dejarla decir nada, pero no hay una solución a esto, así que vuelvo a abrir y la veo aún frente a la puerta, en shock. -Kate, avisa a seguridad que si esta mujer vuelve a aparecer, la detengan y no la dejen entrar- pido, Kate solo asiente. Vuelvo a cerrar la puerta y me quedo sentado en el sofá unos minutos.
Con el pañuelo del traje seco la herida.

No tenía la confianza de Rose y ahora debo controlar y sobrepasar esta jodida situación. Rose no ha sido fácil y ahora me encuentro en medio de una pendejada que no busqué.
Minutos después, me levanto, avisandole a Kate que no volveré. Voy directo a casa de Rose, con la vaga esperanza de que esté en aquí.

H.e.r.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora