41-. Sea of love.

309 11 1
                                    

Despierto en la cama, con el aroma a rosas por toda la habitación. Sonrío mirando mi mano izquierda, que ya no solo lleva un anillo, sino dos. Me levanto y tomo un baño antes de cualquier otra cosa. Recuerdo perfectamente las caricias y besos que Maddox me dio anoche, sus palabras susurradas en mi oído, su manera de hacerme el amor.
Salgo 20 minutos después, enrollando una toalla sobre mi cuerpo y otra en mi cabello.
Voy a la cocina, donde mi esposo termina de preparar el desayuno.

-Buenos días, mi cielo- me sonríe y yo, provocadora, me acerco a él y abro mi toalla. -El desayuno puede esperar- me carga y me lleva nuevamente a la cama, se deshace de su bóxer y me abro para recibirlo.
Él sin esperar un segundo entra en mí, me abrazo a su espalda y comienza sus embestidas.

-Te amo Mad- le digo en susurro, sus ojos me miran y entonces me besa.

20 minutos más tarde, termino nuevamente en la ducha... con Maddox.

El desayuno, por supuesto está frío, pero se encarga de meterlo en el microondas.
Alego que es mejor el horno, pero él dice que llegaríamos tarde al aeropuerto.

Nos vestimos y vamos a su auto, él deja las llaves en la caseta y entonces si vamos al aeropuerto.

Maddox nos lleva a un terreno a la afueras de Londres, donde conecta con el lago Hythe End Gravel Pits.
No dice nada, solo me ayuda a bajar del auto.

-¿Qué hacemos aquí?- le cuestiono intrigada, él me mira y sonríe. Baja del auto, ayudándome a mí.

-Quería que lo vieras, me parece un lugar asombroso Rose, lo encontré en el mejor momento, quería paz, y aquí la sentí- muestra las tierras con su mano, se pone detrás de mí abrazando mi cintura.

-Quería que lo vieras, me parece un lugar asombroso Rose, lo encontré en el mejor momento, quería paz, y aquí la sentí- muestra las tierras con su mano, se pone detrás de mí abrazando mi cintura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Sé cuanto disfrutas la tranquilidad, y sinceramente no tener vecinos me causa bastante satisfacción-

-Eres un tonto- le digo y giro mi rostro para besarlo.

-Quiero construir un hogar para los dos, en este sitio. Tengo pensadas mil cosas, antes que nada, quiero decirte que pensé en una casa subterránea- me da un beso en el cuello. -Como te haría gritar aquí sin tener que reprimirte, aquí no hay vecinos, no hay ruido, no hay nada excepto la naturaleza, y por supuesto, tendrás la libertad de andar sin bragas-

Suelto una carcajada escandalosa.

-Tienes razón- le digo sonriendo de oreja a oreja.

-¿Entonces?- me besa. -¿Viviremos en el lago?-

-Sí Maddox- ahora soy yo quien lo besa.

-Te construire una casa hermosa-

-Te amo- susurro sobre sus labios y él sella la distancia. Nos besamos unos segundos para después volver al auto.

-Señora Faure-Dumont- me ofrece su mano, guiandome al Jet. Le sonrío y ambos subimos.
Me dice que vamos a Arizona, y ahí me tiene una sorpresa.
No puedo hacer más que besarlo
(...)

H.e.r.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora