46-. Lotus flower.

305 14 3
                                    

Ha pasado solo un mes, con ello el trabajo poco a poco va disminuyendo, dejándonos un par de días de descanso antes de comenzar con las demás campañas.

Para Maddox también esta siendo un tiempo de descanso, y ambos decidimos tomarnos unas vacaciones.
Para ello arreglamos nuestras agendas y así pudimos encontrar la solución, de la mano de Gia y Alice adelantamos nuestras campañas más importantes.
Mostrándoles a los Henri, que somos una agencia responsable. Desde luego la mexicana vino a la presentación, quedando maravillada por la calidad de la presentación, haciendo alarde a nuestra formalidad.

Yo, siendo una buena anfitriona invité a la pareja a una parrillada, pues hace poco ellos nos invitaron a su renovación de votos. A la cual asistimos Alice, Idris, Mad y yo. Pues Gia tuvo unas vacaciones en ese tiempo.

Alice llega a mi oficina, con Bear en brazos. Sonrío de inmediato y cargo al pequeño.
Mi jornada ha terminado y ahora solo espero a Maddox.

-¿Qué pasa All?- le cuestiono, ella niega e insisto.

-Se suponía que Idris vendría por Graham, necesito ir al juzgado y ya se hace tarde-
Graham es Bear, le han puesto así en honor al padre de él.

-No te preocupes Alice, puedes dejarlo aquí, tengo una hora libre mientras llega Maddox-

-¿Estás segura Rose? No quiero molestar-

-Sí Alice, déjalo aquí, Bear es hermoso- digo mirándolo, él se acurruca en mi pecho y lo abrazo fuerte, ha provocado una sensación en mí. -Ahora quiero un bebé, ¿ves lo que has hecho Alice? Deja de tener bebés tan hermosos-

Ella se burla.

-Estás loca Rose- le da un beso al bebé. -Vuelvo en una hora-

-Aquí estaremos- le sonrio. Ella agradece que me quede con el. Pongo al bebé frente a mí y este me sonríe. -No me vas a conquistar- le digo. -Eso no es una sonrisa, es un espasmo o algo así ¿cierto?-
Bear mete el chupete a su boca. -Yo no te necesito- le digo, él abre sus manitas y me hace abrazarlo de nuevo, las pone en mi rostro.
Pego mi frente a la de él, sigue viéndome fijamente. -Bien, tú ganas-

Lo abrazo a mí y quiero llorar, hay nostalgia. No hay explicación al sentimiento que crece en mi pecho. Quizá ahora tuviera a mi hijo conmigo.
No me lamento, el bebé simplemente no estaba en mi destino, yo no debía volver ese día, aun así, lo hice.

-Rose- Gia entra a mi oficina, sonríe de oreja a oreja al ver a Bear. -Hola precioso- lo abraza y comienza a llorar. -¿Por qué solo te ama a ti?- dice haciendo puchero y me lo regresa.

-Porque siempre lo saludas con ese tono chillón, lo asustas- le digo y ella me saca la lengua. -Inténtalo de nuevo-

Ella lo hace y Bear suelta una risita. Gia sonríe emocionada y lo abraza sin hacer tanto drama.

-Solo quería decirte que me voy. Dejé las cuentas en la oficina por si deseas revisarlas. Si no, mañana vengo apenas comience la jornada- asiento.

-Muchas gracias, Gia. Mañana lo revisaremos, no te preocupes- le digo y entonces me da a Bear, que se abraza a mi cuello. Se despide de mí con un beso y acaricia la espalda de Bear.

Cuando Gia se va juego con Bear, aún es pequeño para caminar, apenas tiene 10 meses, veo con él por el ventanal, me mira sorprendido.

-¿Te gusta?- le digo y una vez más me abraza.

El tiempo ha pasado, y tocan a mi puerta. Como las persianas están abajo no me permiten ver quien toca así que supongo que es Alice.

Abro, mi sonrisa se hace presente.

H.e.r.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora