50-. I got you.

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La mañana me sabe diferente, como si a partir de hoy comenzara la guerra.
Sin saberlo, sin esperarlo, como si no pudiera soltarlo.
Me siento como si esperara la noticia por la que vengo sufriendo varios meses.

Observo a Rose dormir a mi lado, independiente a cualquier situación que involucre a mi padre, independiente a cualquier guerra que yo lleve en mi interior. Dejo un beso en su hombro descubierto y bajo a hacer el desayuno.

Mi celular timbra, suena diferente.

*-¿Hola?- cuestiono al contestar.
-Mad- es Dakota.
-¿Qué pasa?-
-Es papá- me dice, trago saliva. Quizá el inconsciente tiene más poder del que creemos. Yo que tenía el presentimiento de que algo pasaría hoy. -¿Mad?-
-Aquí estoy-
-Papá quiere verte, está en el hospital... el doctor dice que... que...
-Tranquila Dak-
-Vendrás, ¿verdad?-
-No lo sé, estoy con Rose ahora-
-Hermano, es la última oportunidad-
-Lo pensaré- no espero su contestación, colgando de inmediato, sé que ella querrá convencerme de ir y yo no lo deseo.*

Tomo mi café, pensando en todo lo que ese hombre me hizo a mí y a mi madre, me pierdo en el espacio, dándole vueltas a toda esta jodida situación.

De pronto, los ojos de Rose se apoderan de mi mente, sus manos inquietas acarician su vientre y si me sentía un pendejo solo por verla como la veo, ella me sonríe y destruye la poca fuerza de voluntad que tengo, y caigo a sus pies. Estoy a su disposición incluso en mis pensamientos.

Subo a la habitación viéndola aún dormida, le sonrío porque ha tomado esa posición que parece mantenerla completamente cómoda, con la mano sobre su vientre.
Entro a tomar una ducha rápida, me visto y mientras me veo en el espejo de Rose, ella me abraza por la espalda y deja un beso ahí.

-Buenos días- le digo tomando sus manos y besando cada una. Me giro para encontrarme con sus ojos verdes, aun somnolienta.
La beso, encontrándome con todas las respuestas que ni siquiera sabía que buscaba.

-¿Tienes que hacer algo?- me cuestiona mientras me ayuda a hacer la corbata. Asiento y acaricio su vientre.

-Voy al hospital, parece que mi padre está ahí- le digo sin querer parecer muy alterado por la situación.

-¿Quieres que te acompañe?-

Niego, porque no voy a involucrarla en esto, lo menos que deseo es que sea testigo de lo que ese hombre me dirá.

-Volveré en unas horas, mi cielo- me despido de ella, dándole un beso, ella se abraza a mí.
Acaricio su vientre una vez más. Sus ojos se ven cansados, tiene 5 meses de embarazo y poco a poco va sintiéndose cada vez más cansada. Se despide agitando su mano, y sonríe de medio lado.
Subo al Rolls-Royce, sé que se ha alegrado de mi decisión.
...

Entrar a la habitación me parecen años los segundos que me toma.
Giro la perilla y entonces, lo encuentro, conectado a tantos aparatos. Nuestros ojos hacen contacto.

-Acercate- me dice y yo no puedo, niego y él sonríe burlón. -Me enteré que serás padre-

-No vine a que me felicitaras-

-Tuve que enterarme por alguien más-

-Odias a mi esposa, sin darte cuenta que es mi felicidad, que es el amor de mi vida-

-Pero es mi nieto-

-Harry ha estado más cerca de mí en estos 3 años que tú en toda mi vida-

-No me importa-

-¿Qué quieres de mí?-

-Contarte algo- su respiración se hace débil. No puedo hacer nada por él, aunque quisiera. -La madre de Rose... estuve enamorado de ella, antes de Elise... y mira como es el destino... tú estás casado con su hermosa hija y... Dakota con su primogénito... mis nietos tienen su jodida sangre alemana...

H.e.r.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora