No puedo creer que en dos días es mi boda. Estando completamente segura de mi amor por Maddox Faure-Dumont, segura de querer dar este paso.
Los cinco meses acordados se me han ido volando y ahora no hay que arreglar más nada, he escogido mi vestido en compañía de mis novias, y es hermoso. Todo está listo para el gran día, excepto yo. Me muero de nervios al pensar en mis votos y equivocarme al decirlos, cuando esté frente al altar. Yo, la Rose segura de sí misma tiene miedo de fallar. Los he ensayado mil veces, y ahora están en mi memoria, sin embargo existe el temor.
Helena ha llegado a mi casa, con un súper atuendo para mí y uno para ella.
-No vas a negarte a esto- me dice mostrándome el vestido en tirantes de spaghetti.
-La última vez que salí a una despedida de soltera terminé cogiendo con Maddox- le digo ella suelta una carcajada.
-Bueno, pero no amabas a Ian y yo no haría nada en contra de Maddox. Yo le prometí cuidarte-
-Jamás lo engañaría-
-Y él lo sabe- achino mis ojos, ella se recuesta en mi cama y vuelve a levantarse.-Iremos a tu pre despedida de soltera, solo tú y yo y no acepto negativa- me dice emocionada.
-¿Por qué las demas chicas no?-
-Pffff, todas están casadas. Somos tú y yo las que quedamos solteras-
-En dos días seré una mujer casada- le digo mostrándole mi mano izquierda.
-Si bueno, pero hoy no lo estás- me guiña un ojo.
-Bien, ganas- ella me abraza.
-Oh, antes de cualquier otra cosa, traje algo para ti- me dice sacando de su bolso un sobre en color negro. La miro extrañada, ella solo sonríe. Tomo el sobre y lo abro, es una carta pequeña.
"Rose, cuento las horas para volver a verte. Esta fotografía me ha encantado. No puedo esperar para ponerla en un marco en nuestra casa. Te amo, Schnucki M"
Saco la foto y sonrío de inmediato, es la foto de hace unas semanas en casa de la madre de Maddox.
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La noche llega y con ella mis nervios, faltará solo un día para ser la esposa de Maddox. Pero me concentro en el lado positivo, esta vez estoy segura de mi amor, yo estoy completamente enamorada de él y sé que a su lado seré muy feliz.
-¿Estás lista?- me cuestiona Helena, observandome en el marco de la puerta. Asiento dejando mi Iphone y levantandome del peinador. -¿Otra vez en el celular?-
-Perdón, solo me aseguraba que mis regalos le llagaron a Mad-
-Estoy segura que le llegaron, Dakota ya te lo hizo saber, así que por favor, vámonos ya- me jala hacia las escaleras y yo solo me dejo llevar.
