Yo he sido muy cautelosa con respecto a Maddox, sé la clase de hombre que es y el daño que puede causar.
Por supuesto me ha sorprendido su comportamiento tan distinto de aquel día en su casa.
No he tenido nada más que fuerza de voluntad para seguir luchando contra estas ganas de besarlo que me calientan la sangre, que inundan mis pensamientos cada que él sonríe.
Mi relación con él es estrictamente de trabajo y eso debe quedarme claro, más por que es casado aunque su relación esté en un lío, ante las leyes ellos están unidos en matrimonio y yo, estoy comprometida para casarme con Ian.
Vengo de días ajetreados y de mucho cansacio laboral, sin dudas necesito aquí a Gia y Alice.
Para poder seguir con mis planes de casarme con Ian, debo visitar las tiendas y probarme algunos vestidos eligiendo el que le haga justicia a mi figura.
Helena me ha otorgado el fin de semana de su ocupada agenda para acompañarme a ese tan postergado encuentro.
Sin embargo, parte de casarte es vestirte de blanco.
Ella me pide no estresarme y es ella quien se llevará su auto, le ha dado el día libre a Albert, mi chófer, puesto que ella se hará cargo de mí.
Antes de acostarme y sentirme nerviosa por mañana, me doy un baño y me quedo en la bañera, con la tremenda intención de llamar a Maddox y pedirle los contratos firmados este último mes.
Pero no lo hago, pues Helena entra y mientras yo estoy en la bañera ella se ducha en la regadera.
No tengo inconvenientes de verla desnuda, nos conocemos hace bastante tiempo, y no sería la primera vez.
-¿Qué estás pensando?- me pregunta poniéndose la toalla sobre el cuerpo. Humedezco mis labios y la miro.
-Nada- le digo y dejo mi cabello caer en el agua, ella se acerca y pone shampoo en él.
-Tu mirada me dice otra cosa- lava mi cabello, relajandome por completo.
-Es tonto siquiera pensarlo, Hellie-
-No debe serlo si te tiene tan consternada-
-Es la actitud de Maddox, es tan diferente cuando estamos a solas-
-¿Maddox Dios griego Faure-Dumont?-
-Helena, por favor- giro mis ojos, ella suelta una risita.
-Quizá contigo se sienta en confianza para ser él mismo, sin caretas-
-Él es otro, pero cada que tiene una mujer frente a él estoy segura que quiere cogersela o ya se la cogió-
-Eso no te importa ¿O si?-
-Claro que no- digo.
Antes de confundirme más, le pido a Helena mi bata para salir de la bañera, ella la trae y tomamos la cena en el living, ella no cuestiona más y en el fondo se lo agradezco.
Se ha ido a la habitación de huéspedes, pues quiere darme "privacidad" si la mujer me acaba de ver desnuda, ¿de qué privacidad me habla?
Apago la luz y veo las noticias recientes en mi celular antes de apagarlo.
《Rose, recuerda que el lunes tenemos una cita》
Dice el mensaje de Maddox, no evito sonreír, lo he hecho sin pensarlo. Niego un par de veces y apago mi celular antes de llamarlo y terminar en sexting con él.
La noche llega, me he despertado para observar en el reloj, apenas las 4:30. Hay un ruido proveniente de la planta baja, a esta hora prefiero dejar seguir descansando a Helena, antes de despertarla con mis delirios de persecución.
Cuando bajo, reviso por la ventana del living, el auto afuera es el de Maddox. Abro la puerta sin pensarlo dos veces y antes de decirle algo él me besa, me besa con ímpetu, me toma de la cintura y me pega a la pared.
