Maddox no duerme en mi casa, ni yo en la suya, antes de dar el gran paso a algo tan importante debemos estar completamente seguros, de no ser así podríamos arruinar lo que tan pacientemente hemos esperado.
Tenemos 4 meses de relación y he sido muy feliz a su lado, él me ama con la misma intensidad con la que yo lo amo.
Que lo ame más a cada día que pasa, me hace incrementar mis celos, mis angustias, lo amo irremediablemente, toda yo soy suya y los celos me vuelven loca en ocasiones.
A veces me sorprendo intentando descifrar la contraseña de su Iphone o su agenda telefónica, incluso su bendito e-mail.
Aún así, con todos mis pensamientos y mis malos momentos, al final del día está a mi lado, siendo mío y de nadie más.
Entonces hoy me encuentro a su lado, él por primera vez ha dormido en mi cama, en mi casa.
Me sonríe y me da un beso matutino, se lo agradezco aún con mis ojos nuevamente cerrados. Me acerco a su pecho y dejo un beso en el lado izquierdo.
-Que dicha verte despertar- susurra besando mi frente. Me levanto para verlo a la cara. Su sonrisa se hace presente y entonces, mirándolo así, con el cabello despeinado y sus ojos un poco adormilados me hace sonreír también.
Besa mis comisuras y me subo a su cuerpo.
-Te amo mucho- le digo con mi corazón en la mano, mostrándole que no solo soy la Rose sensual y segura de sí misma, sino que hay en mí una mujer tierna, que duda a veces, que ama intensamente.
...
Mi Rose despierta a mi lado, siendo la mujer más hermosa que pueda haber en la faz de la tierra, entonces ella me sonríe, me regala su primera sonrisa del día, y no solo eso, sino que es a mí a quien le dice "te amo".
-Te amo más, Rose- le digo y entonces la beso, poniéndole todo mi amor esperando hacerle justicia a las palabras que le acabo de decir. -Mi vida es tuya- susurro en sus labios, ella sonríe y vuelve a besarme.
Al separarnos, nos miramos, recojo un mechón de su cabello y lo paso detrás de su oreja, acaricio su espalda desnuda, y ella muestra un poco de sonrojo, pero sigue siendo la mujer orgullosa de su cuerpo, sensual e imponente aunque está desnuda debajo de las sabanas.
Le sonrío con ternura y acaricio su mejilla con mi mano restante.
Ella me toma el rostro entre sus manos y de pronto sus ojos se cristalizan.
-Tienes cara de que me vas a joder la vida, Maddox- me suelta y cierra sus ojos con pesadez. -Cuando te vayas me vas a dejar destrozado el corazón y no sé si voy a poder sobrevivir a eso, me da terror solo el pensar en que un día voy a despertar sin ti en la cama y ahí me quedaré, llorando desconsolada, con mil ganas de hacerte volver y no lo harás-
-¿Cómo te atreves a pensar eso?- le tomo el rostro entre mis manos. Ella comienza a llorar. -Te amo más que a mi vida, por ti yo recibo una bala, Rose. Entiende que mi sueño es vivir a tu lado, cada día. ¿Es que no lo ves? ¿No ves lo jodidamente enamorado que estoy de ti?- me subo a su cuerpo, ella abraza mi cuello. La beso, nuestras lenguas bailan juntas, unos segundos después la respiración nos falta y me alejo. -Te amo infinitamente-
-Yo te amo a ti, te amo con cada latido de mi corazón- me dice enrollando sus piernas alrededor de mi cintura. -Tocame Maddox, ámame- me dice con visible necesidad, eleva su cadera para que el espacio entre nosotros sea nulo. Y lo logra, logra encenderme y me cuesta un segundo tomar mi espacio y así entrar en ella.
La siento mía, con su carne viva cerrándose para mí y solo para mí. Se abraza a mí cuello y me besa, yo me agarro de la cabecera para empezar con mis embestidas.
Entro. Salgo. Entro. Salgo.
Jadea con fuerza, sin reprimirse, le veo el rostro mordiéndose los labios y cerrando los ojos.
-Mírame Rose- le pido, abre sus ojos y dejo un beso en su mejilla, otro en su frente y uno último en su barbilla, es completamente hermosa. Hay un momento en el que suelta su labio inferior para abrir sus labios dejando salir el gemido de su llegada, y me quedo embelesado por la magnitud de su hermosura.
