Capítulo 1

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-¿Quién eres?- miró desafiante al extraño chico que yacía en su patio.

-Hola mi señor.- este había volteado para mirar a Wooyoung, a lo que reaccionó tapándose los ojos con el dorso de su mano.

-¡¿Acaso eres un pervertido?!- San respondió inclinando la cabeza hacia un lado confuso. Al parecer, no tenía idea de lo que estaba diciendo.

-Humano, no se que significa esa palabra pero, yo no hacer daño.- su forma de hablar hizo que sospechara aún mas de él.

-Deja de jugar y dime que haces en mi patio sin ropa, sino, tendré que llamar a la policía.-

-¡¿Policía?! Oh no por favor, si esas personas me atrapan no podré cumplir mi misión y volver a casa.-

-¿En dónde vives?- Cada cosa que decía hacía que lo confundiera aún mas.

-Vengo del planeta Cygnus.- nunca en su vida había escuchado de ese planeta, eso que actualmente estaba estudiando astronomía en la universidad.- esta piedra divina me identifica.- levanta su collar atado a una piedra color morada y brillante para mostrárselo. Wooyoung, avanzó sólo dos paso hacia él para observar mejor aquella piedra. Jamás vio una piedra tan hermosa.

-¿Cómo te llamas?- cuestionó Wooyoung con tono serio.

-Mi nombre es San.- se arrodilla e inclina su torso en reverencia.- gracias por salvarme.-

-¿Cuándo te salvé?-

-Caí en ese montón de hojas, ¿acaso no las puso allí para que no me lastime?-

-Claro que no, eso es porque no he limpiado en dos semanas.-

-Entonces ¿tú no eres mi señor?-

-¿Que rayos estas diciendo? ¿De qué época vienes? ¿acaso tienes una máquina del tiempo contigo?- dijo, mientras buscaba cualquier cosa que se pareciera a una máquina del tiempo.

-No lo entiendo mi señor, yo vengo de otro planeta, esto lo comprueba.- agita la piedra de su collar en frente de sus ojos.

No quería creerle, estaba diciendo algo sumamente estúpido.

-¿Sabes que? Vete de mi casa ahora, necesito ir a clases pronto y me estas haciendo perder el tiempo. Te daré algo de ropa y comida, así que por favor no vuelvas.-

Wooyoung entra con las manos en un puño, hoy tenía una clase importante y no quería perdérsela por nada en el mundo. Se adentra a su cuarto en busca de ropa que ya no use, para entregársela a aquel chico. Regresa al patio trasero para darle su ropa, no se había movido de su lugar.

-Ten, ponte esto y busca algo de comer en la cocina. Puedes irte después de eso. Yo iré a la universidad y espero que cuando vuelva, no te encuentre aquí.-

-¡Espera! ¡¿qué es la cocina?!- no iba a responder mas sus preguntas sin sentido, estaba perdiendo su tiempo, no quería retrasarse mas a su clase.

Tomó sus libros, mochila y las llaves del auto, pero aquel chico seguía llamándolo.

-Lléveme con usted mi señor.- este ya vestía su ropa, al ser de la misma estatura, le quedaron bien.

-Esta bien, te dejaré en dónde quieras.- tampoco iba a dejar que un extraño se quede en su casa. Se dispusieron a salir y subirse al auto de Wooyoung.- ¿qué haces ahí parado? Sube de una vez.- no se le movía ni un pelo. Al parecer, nunca vio un auto, simplemente lo observaba curioso.

-¿Esto es una nave?- Wooyoung estaba en su límite, salió del auto dando zancadas a abrirle la puerta del acompañante para proceder a empujarlo dentro de este.

-Deja de hacer preguntas.- Wooyoung puso en marcha el auto y salieron a la carretera. De vez en cuando volteaba a ver al chico, que miraba ansioso por la ventanilla. Vio por primera vez una sonrisa en su rostro junto con unos hoyuelos que le parecieron lindos y tiernos. Se le había escapado una pequeña sonrisa al descubrir lo hermoso que era, pero se borró al instante al percatarse de la situación.

-Déjame allí.- señaló un banco de la parada de autobús. Wooyoung se estacionó justo en frente de este, bajó del auto para abrir el de copiloto. Supuso que sabría como llegar a casa, pero ese chico no tenía dinero. Al bajar del auto, San fue directamente a sentarse en el banco.

-Ten, para que compres el boleto.- le ofreció unos billetes, este lo examinaba con la mirada sin saber que es. Luego recordó que no podía hacer mas preguntas, así que los tomó sin protestar.

-Gracias.- se inclinó y su mirada se perdió en la carretera, como si Wooyoung se hubiera vuelto invisible de repente.

Soltó un suspiro largo, cada minuto que pasaba al lado de este chico se volvía aún mas extraña la situación. Subió a su auto y se dirigió a la universidad. En la entrada yacían sus dos compañeros; Jongho y Yunho.

-¡Apresurate! Por tu culpa llegaremos tarde a clases.- le apresuró Yunho

-Nadie les dijo que esperaran.- dijo mientras le ponía seguro al auto.

-Dejen las peleas para mas tarde y muevan sus traseros.- siguió Jongho.

Entraron a la universidad casi corriendo, esa clase era muy importante para los próximos exámenes. Aunque, la profesora de esa materia era joven, linda e inteligente, todos los chicos quieren llegar temprano para sentarse en la primera fila, Wooyoung y su grupo también estan incluidos.

Las clases transcurrieron como de costumbre, al estar tan ocupado con las tareas ni siquiera tuvo tiempo de pensar en aquel extraño chico.

De regreso, Wooyoung lleva a Yunho a la casa de su madre, podría irse caminando pero estaba lloviendo a cántaros y por eso se vio obligado a darle un aventón.

-Mira aquel chico.- Yunho le dio golpes en su brazo indicándole que preste atención en su dirección. Wooyoung no pudo identificar el rostro de aquel chico por la lluvia, pero si el banco techado de la parada de autobús donde dejó a San antes de irse a la universidad. Supuso que no era él y se dispuso a seguir con su camino.

-Pobre chico, espero que no coja un resfriado.- Wooyoung no iba a detenerse, quería llegar a casa pronto, antes de que se arrepienta y dé una vuelva en u.

Luego de haber dejado a Yunho en la casa de su madre, no paró de pensar en ese chico. Se sentiría culpable si algo le llegase a suceder, pero tampoco quería entrometerse en su vida, era bastante extraño como para lidiar con chico como él. Wooyoung se preguntaba así mismo en si debería volver a por San o tan solo ignorarlo.

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Los padres de Wooyoung fallecieron cuándo él era un adolescente, su tía había cuidado de él hasta que supo independizarse y quedarse con la casa de sus padres. Obligado a buscar un trabajo apenas saliera de la secundaria. Por suerte, encontró aquella pastelería muy reconocida, recomendada por su ex novia. Gracias a su buen pago, pudo entrar a la universidad. Aprendió a cocinar riquísimos postres y preparar bebidas. Le agradaba su trabajo, ya que siempre estaba rodeado de buena vibra por sus otros tres amigos; Yeosang, Mingi y Seonghwa.

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¡Mi primer Woosan! Algo extraño, pero muy bueno. Espero les guste esta nueva historia. ♡

ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora