ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴ

Capítulo 9

Sus narices se rozan y sus labios se juntan en un beso lento pero necesitado. San le correspondía torpemente, esta claro que nunca a besado.

-¿Soy tu primer beso?- cuestiona Wooyoung curioso y separándose un poco para poder hablar.

-Si...- el rostro de San cambió por completo luego del beso, sus ojos están entreabiertos con llamas incrustadas en ellos.

Verlo de esa manera hizo que no pudiera aguantarse estar lejos de este tierno chico, uniendo nuevamente sus labios con mas pasión, acelerando sus movimientos bucales. Ambos se tumban en la cama quedándo Wooyoung encima de él sin dejar de besarle. Recorría con su mano la piel desnuda de San, regalándole unos leves escalofríos como respuesta. Descendió hasta el bulto de su pantalón para proceder a masajearlo lentamente. Oía sus jadeo ahogados por aquellos intensos besos que le otorgaba Wooyoung. Luego, comenzó a quitarle esa tela molesta, quería sentirlo de verdad como la última vez. El casero admiraba el cuerpo desnudos de su inquilino, ante sus ojos era una persona tan bella que ni siquiera quería seguir tocándolo por miedo a arruinar esa obra maestra. 

Procede a separar sus piernas lentamente para dejar a la vista su entrada. Antes de que Wooyoung intente introducir sus dedos, San lo detiene.

-¿No tienes que mojar tus dedos primero?-

-¿Cómo sabes eso?- preguntó confuso.

-También quería aprender sobre esto por eso investigué.-

-Entonces ¿cómo lo hago?-

-Así.- se incorpora sobre la cama tomando la mano de Wooyoung para llevársela a la boca y comenzar a lamer sus dedos y humederserlos. Este lo mira expectante ante ese espectáculo.

《Es jodidamente sexi》

Pensó para sus adentros.

San se detuvo dando por finalizando y que ya esta listo.

Wooyoung masajea delicadamente la entra de San e intenta introducir un dedo, pero ve una mueca de dolor en su rostro.

-¿Duele mucho?- San asiente una vez sin articular ni una palabra.- ¿Sigo?- vuelve a asentir y Wooyoung presiona su dedo con un poco mas de fuerza, logrando así introducir el primer dedo. La cara de dolor de San y ojos cerrados con fuerza le manifiesta que no le esta gustando para nada, ambos no tienen ni la mas remota idea de que hacer y mucho menos tienen experiencia. Wooyoung quiere continuar, pero su mente le dice que no siga, antes de que lo lastime por no saber del tema y hacer algo precipitado, saca lentamente el dedo de su interior, luego se baja de la cama para buscar la ropa de San.

-¿Que sucede? ¿hice algo mal?- se sienta sobre la cama para seguir con la mirada a su casero mientras recogía la ropa del suelo.

-No, por supuesto que no, pero dejamoslo por hoy. Ponte la ropa, puedes dormir aquí si quieres, yo iré a dormir en el sofá.-

Wooyoung le extiende su ropa para luego retirarse de su propia habitación. Preguntándose así mismo en como pudo contenerse ante su hermoso inquilino que estaba dispuesto a entregarse totalmente a él. Arrepintiendose por no haberlo tomado en ese momento, pero era lo mejor para ambos.

Necesitaba informarse mas sobre el tema, pero estaba agotado a si que regresó a la habitación para buscar unas mantas para el frío, San ya estaba durmiendo plácidamente en su cama. Acercándose lentamente tratando de no emitir ningún tipo de sonido para no despertarlo. Se puso de cuclillas para estar a su misma altura y observar su rostro, esforzándose en inspeccionar sus facciones gracias a la poca luz cálida que emitía aquella lámpara. Movió un mechón rebelde de su frente para dejar un casto beso en ella.

Regresando al living con las mantas en sus brazos, aún con arrepentimiento en su ser, se propuso que la próxima vez se esforzará mas y que no dejaría pasar nuevamente la oportunidad de hacerlo suyo.

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El molesto sonido del timbre lo despertó de su sueño. Aquella persona impaciente seguía tocando sin parar al no recibir respuesta.

Wooyoung miró su celular para enterarse de la hora, eran a penas las ocho de la mañana ¿y en un día domingo? A paso de zombie se acercó sin ganas hacia la puerta, giró el pomo de esta, encontrándose con alguien que no se lo esperaba para nada. Su ex novia se encontraba en la entrada de su casa, sonriendole alegremente. Hace años no la veía, su repentina visita lo dejó pasmado sin poder mover ni un solo dedo.

-¿Que sucede? ¿no vas a saludarme?- suelta primero al verlo congelado.

-Si... es solo que...-

-¿Qué? ¿es porque me he vuelto mas linda? Me lo dijeron bastante.- suelta una risilla graciosa media chillona y molesta como para un Wooyoung recién despierto.

-¿Qué haces aquí?- restregaba sus ojos y bostezaba.

-¿Así es como me saludas después de años?- al no recibir respuesta por el contrario, entró sin mas empujandolo.- vaya... la casa sigue igual desde la última vez, solo que... ¿mas limpia?- entra al living observando el sofá.- ¿acaso dormiste aquí?.- señala el montón de mantas sobre este.

-Si... es que estuve viendo una película y me quedé dormido.- es lo primero que dijo, tranquilamente le pudo haber dicho que su primo estaba ocupando su cama, pero ella sería capaz de pensar mal e interpretar mal las cosas y Wooyoung no esta como para lidiar con eso a altas horas de la mañana.

-Quiero ver tu cuarto.-

-¡No, espera!- Wooyoung la detiene posicionándose en frente para bloquear el camino.

-¿Que hay? ¡¿No me digas que estas ocultando a una chica?!-

-¡No!, es que ayer encontré ratas en mi habitación y tuvieron que fumigar.- rascaba su nuca, gesto que hace siempre cuando esta nervioso o cuando está mintiendo.

-¿Piensas que me voy tragar eso? No soy tonta Wooyoung.- esta claro que no iba a creerle, era una de las personas que mas lo conocía, sabía cuándo mentía y cuándo decía la verdad.

Ojalá San siguiera dormido y pondría la escusa de que deje en paz aquella persona, sea quien sea. No iba a darle mas explicaciones, no después de que entrara de esa manera a su casa como si nada hubiera pasado. Ella ha cambiado bastante desde la ultima vez, y estaba en lo cierto, se puso mas bonita, pero ya no siente nada por ella desde antes que fallezcan sus padres sin saber en como decírselo. Al ser ella tan cariñosa y atenta, era como una novia perfecta, traía locos a casi todo curso por su hermosa sonrisa, pero al que ella realmente amaba no recibía el mismo cariño. Wooyoung aceptó salir con ella porque le encantaba su sonrisa y pasaba un buen rato juntos, compartían gustos similares pensando que esa relación iba a funcionar, pero la realidad es otra. Al pasar los meses comenzó a cansarse de su atención, al ser Wooyoung un estudiante aplicado no le agradaba que lo llamase en hora de estudios, haciéndola enfadar porque se la pasaba varias horas estudiando sin prestarle atención. Wooyoung solo quería entrar a la universidad que sus padres querían que asistiera, pero fallecieron antes de que le llegara la carta de admisión de que fue aceptado.