Capítulo 38

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-No puede ser ¿por qué tienen que venir justo ahora? regrésate ya.- golpetea su brazo apresurándolo.

-Creo que nos vieron, lo mejor seria que los enfrentemos.- eso era verdad, ambos ya estaban mirando a su dirección, con sus caras poco amigables.

-Tú no tienes nada que perder, yo estoy a punto de perder la confianza de esos dos.- Yeosang se miraba preocupado y nervioso.

-Siempre me tendrás a mi, seamos o no amigos.- la mano del pelinegro se posa en uno de los hombros de Yeo.- Puedes elegirlos sin problema, lo comprenderé a si que ya no te preocupes ¿si?.-

Cuándo apenas aparcó justo en frente de ellos, Mingi se adelantó y abrió la puerta del copiloto donde estaba Yeosang, sacándolo casi a la fuerza.

-Oye ten más cuidado.- Jongho bajó del auto acercándose a ellos, Wooyoung lo miraba con desprecio desde su lugar.

-Hoy no tengo ganas de matar gente, hoy es tu día de suerte.- la mandíbula del mas alto se tensa ante sus duras palabras.

-Te juro que no le he hecho nada a Yeosang y tampoco tengo malas intenciones.-

-¿Cómo puedo creerte?- Woo se adelanta y se interpone entre Jongho y Mingi.

-Es verdad.- interviene Yeo.- ustedes me conocen, saben que yo no confiaría en cualquiera sin conocerlo.-

-Tú puedes confiar, pero yo ya perdí toda la confianza en él.- prosiguió Wooyoung. Él tenía razón, tampoco puede obligarlo a confiar de nuevo en alguien que destrozó su amistad de una manera egoísta.

-Te lo advertimos por última vez, no vuelvas a acercarte.- soltó finalmente Mingi con un tono de voz severo.

Yeo no podía articular ninguna palabra, pareciera que estaba en el medio de una batalla, y sentía que si agregaba algo más todo se iba a descontrolar. Jongho esperaba por alguna otra señal, pero nada de eso sucedió, no quedó de otra que aceptar la realidad, de que ninguno de ellos sería su amigo y que la corta amistad que tuvo con Sang ya había llegado a su fin en tan poco tiempo.

-Lo siento... Lo siento por todo, ya no volveré a entrometerme en sus vidas.- como último se inclinó y dió media vuelta, Yeosang quiso ir tras él y zafarse del agarre de Mingi, pero éste lo devolvió a su lugar jalándolo del brazo.

Durante toda su vida lo excluyeron en absolutamente todo... ¿Quién dijo que cuando creciera la cosas cambiarían? Estaba harto de Corea, en cada rincón tenía un pasado desagradable, haciéndolo recordar esos momentos.

Luego de pensarlo por varios minutos en su habitación, decidió por hacer sus maletas y terminar los estudios en el extranjero. Haría nuevos amigos y recuerdos en un lugar diferente.

Sacó su boleto mediante internet, la fecha de este sería en un día y su vida en Corea acabaría en tan solo horas, el tiempo suficiente para decirle adiós a su país natal, ya que no hay nada ni nadie con que pueda despedirse, excepto una persona...

Esa noche, decidió enviar un mensaje a tal persona a la que le prohibieron verle, y esa es la única forma de decirle aunque sea un adiós formal.

Espero que al menos puedas leer este mensaje, solo es para decirte que me iré de Corea dentro de unas horas, seguiré mis estudios en el extranjero. Te escribo a travéz de aquí ya que no tengo la valentía de enfrentarte y les prometí a tus amigos que no me acercaría más a ti, al menos quiero cumplir esa promesa antes de irme.
El corto tiempo que pasamos juntos fueron geniales, jamás los olvidaré, mucho menos a ti. Desde el inicio estaba mas que evidente que nuestros caminos no estaban destinados a cruzarse, pero aún así quise intentarlo y resultó lo que esperaba. Ahora podrás tener a tus amigos tranquilos ya que no volveré a molestarte y mucho menos a ellos. Espero que me recuerdes como algo bueno y no sobre lo que hice en el pasado, cuídate mucho y sé feliz.

Aquellas palabras dejaron atónito a Yeo, pero para su desgracia, en ese momento se encontraba en la casa de Wooyoung cuidando de San. Si respondía sentía que los estaría traicionando nuevamente. No podía hacer nada mas que aceptar su adiós a través de solo un mensaje. Apenas había estando conociendo al verdadero Jongho que nadie pudo ver, los ratos con él eran agradables y que se vaya de esa manera lo dejaba con un vacío en su ser.

Para despejar la cabeza un rato, visitó a su madre al día siguente, su energía positiva siempre lo hacía sentir bien cuando estaba deprimido. También era el comienzo de un nuevo mes y debía pagar algunas cuentas.

Luego de una hora de charla, se dirigió al mostrador para consultar el monto, ya que cada mes va variando dependiendo de la salud de su madre, de sus medicamentos y las quimioterapias, estas últimas eran las más caras.

-Hola, buenas tardes ¿Cuánto es por este mes?-

-La cuenta de la señora Kang ya fue depositada, alguien vino y pagó las deudas anteriores al igual que también lo hizo por adelantado, ya no deberá preocuparse en los próximos quince meses.-

-¡¿Quince meses?!- eso era demasiado para Yeonsang, pagó todo lo que el nunca iba a poder permitirse.-

-También su madre será trasladada a una habitación VIP, pero primero tenía que hablar con su guardián para saber si está de acuerdo o no.-

-¿Puede darme el nombre de esa persona?-

-Su nombre es Choi Jongho.-

ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora