Capítulo 4

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Los días pasan y San aún no ha encontrado a su "señor". Wooyoung se estaba acostumbrando a su compañía, cada día le enseñaba muchas cosas, ya sabe cocinar algunas que otras comidas sencillas, preparar su propio café y fideos instantáneos que tanto le gustan. Ordenaba y limpiaba mientras que su casero estaba en la universidad o en su trabajo. Hoy se encontraba recogiendo algunos libros de la habitación de Wooyoung, en cuando los fue acomodando en una estantería, vio una pequeña caja abierta con fotos, le picó la curiosidad y se dispuso a fisgonear su interior. Eran fotos de un Wooyoung adolescente y una hermosa chica, ambos con el uniforme escolar, siguió hurgando topándose con un extraño objeto, observándolo de distintos ángulos.

-¿Que haces hurgando mis cosas?- Wooyoung se encontraba en el marco de la puerta, San estaba tan metido en sus pensamientos tratando de descubrir de qué se trataba aquel objeto que ni siquiera se percató de su llegada.

-Estaba acomodando algunos libros y encontré esta caja.- le extiende la caja abierta, aún con aquel objeto en su otra mano.- ¿qué es esto?.- cuestionó.

-Es un lápiz labial, déjalo.- se lo arrebató de su mano con prisa.

-¿Para que sirve?-

-Es para las mujeres, hace que se vean mas bellas.- San asiente al comprender el por qué esa chica era tan bella.- era de mi ex novia.- señala a la chica de la foto.- antes de que preguntes, una es...- lo interrumpe.

-Sé lo que es una novia, en mi planeta existe algo llamado matrimonio. ¿qué pasó con ella?

-Todo fue por mi culpa, terminamos porque yo no era capaz de salir de mi habitación luego de la muerte de mis padres. Ella era la novia perfecta, pero dejé de sentir algo por ella, ya no quería relacionarme con nadie mas por miedo a lastimarme, pero lo que he conseguido es lastimar a mis amigos y principalmente a ella. No se lo merecía, supo perdonarme y entenderme, pero de todas formas sufrió por mi culpa. Ahora solo tenemos una simple amistad, o eso creo, ya que no he tenido contacto con ella desde ese entonces.- San tenía toda su atención.

-No fue tu culpa, no debes de sentirte mal ¿hmm?.- acariciaba su brazo tiernamente, dedicándole una hermosa sonrisa. Todas sus preocupaciones se esfumaron. San lo atrajo hacia él para abrazarlo.- debes de estar orgulloso de haberla tenido como novia.- le daba pequeñas palmaditas en su espalda. Wooyoung estaba congelado, nunca se imaginó a San comportarse de esa manera con él. Lo hacía sentirse en paz, borrando aquellos malos recuerdos por completo. Su corazón comenzó a acelerarse, sentía la cálida respiración de San en su nuca, haciendo que un dulce escalofrío recorra por todo su cuerpo. Correspondió su abrazo, rodeando su pequeña cintura.

-Gracias.- es lo único que salió de su boca, ya que solo quería seguir disfrutando del abrazo. Apoyó la barbilla en su hombro y un olor dulce invadieron sus fosas nasales. Podía oír su corazón latir contra su pecho con fuerza. Ambos se sentían de la misma forma, Wooyoung se sentía tan feliz de tenerlo que ahora ya no quiere alejarse de el. Sus cuerpos se separaron, pero sus miradas seguían conectadas, los ojos de Wooyoung bajaron hasta los labios rosados de San deseoso. Ninguno de los dos decía nada, es como si se estuvieran comunicando a través de sus cuerpo y gestos. Cuando ya no lo soportó mas, tomó su afinada barbilla estampando sus labios con los del ajeno, los dejó quieto para luego retirarlos. Wooyoung abrió los ojos encontrándose con un San sorprendido.

-L-lo siento, n-no debí...- retrocede unos pasos hacia la puerta.- continúa con lo que estabas haciendo.- da media vuelta y sale de la habitación en dirección al baño. Procedió a darse una ducha fría para aliviar el calor de su cuerpo y refrescar sus ideas.

En cuanto a San, se quedó parado con su mano en sus labios, sin reaccionar en los próximos minutos. Sacudió su cabeza y siguió acomodando cosas de la habitación.

Por el resto del día, Wooyoung no podía mantener la mirada con la de San, es como si lo estuviera evitando.

Al terminar la cena, San le pidió que vieran una película famosa que vio por internet. Ya que le hace ciertas preguntas para seguir aprendiendo sobre la vida humana. Wooyoung se acostumbró de su curiosidad por todo, y él disfrutaba enseñándole. 

El sol ya se había ocultado, la sala estaba completamente a oscura que solo era alumbrada por la luz de la televisión. Ambos se encontraban sentados a medio metro de distancia en el gran sillón de cuero, comiendo algunos snacks directamente del empaque. Para su desgracia, era una película de romance, Wooyoung solo había visto ese género con su ex novia, sintiéndose un tanto incómodo al estar viéndola con San, mas aún lo que pasó en su habitación. Mientras que este le hacía preguntas, Wooyoung se le quedaba viendo por un rato, estaba mas concentrado en él que en la película. Luego de haber pasado algunas escenas de besos, ya le estaba comenzando a cansar. Volteó a ver a San y notó algunas migajas en la comisura de sus labios. Volviendo a recordar cuándo se besaron.

-San.- lo llamó.

-¿Qué sucede?- despegó su mirada de la televisión para concentrarse en su casero.

-Tienes algo en...- hace un gesto indicándole el lugar.

-¿Aquí?- intentaba limpiar el lugar dónde le dijo, pero lo hacía en el lugar incorrecto.

-No, aquí.- Wooyoung limpia con su pulgar las migajas, quedándose pegadas en este. Llevó su dedo hasta su boca y lo lamió, recreando así una escena sexy. Vio como San tragaba con fuerza al verlo hacer tal acción sin despegar su mirada de los labios de Wooyoung, que relame el labio superior. Estaba llamando su atención a propósito.

ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora