Capítulo 37

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-Solo dormiré a tu lado así.- como pudo se acomodó junto a él y lo abrazó contra su pecho.- siempre quise dormir con alguien de esta forma, es tan agradable.-

-Pensé que tu... Olvídalo.- cierra sus ojos y solo basta con unos minutos para caer en un profundo sueño.

Cuando ya amaneció, despertó a causa de su alarma. En cuanto estuvo lo suficientemente despierto, observó el tiradero en el que se encontra. Jongho ya no estaba allí e imágenes de lo sucedido anoche comenzaron a manifestarse en su cabeza.

-¡¿Qué rayos sucedió anoche?!- su cuerpo aún se siente un poco cansado, pero no adolorido. Eso quiere decir que no llegaron tan lejos como al principio se lo imaginó. Yeo es virgen de ambos lados, se consideraba así mismo bisexual, pero aún no tuvo pareja. Últimamente le estaban interesando mucho más los chicos, porque un día se excitó bastante con un video boyxboy.

Ese día y el siguiente fueron los más incómodos de su vida, ya que Mingi no le ha dirigido la palabra durante todo el rato juntos. También agradeció que esos días la cafetería estuvo muy habitable, aunque en algunos momentos sus cuerpos chocaban, al igual que sus miradas.

Esperaba que aún no se lo haya comentado a Wooyoung, él mismo trataría de hablarle sobre su ex mejor. Jongho tampoco lo ha llamado, y Yeo es bastante orgulloso como para hablar primero con cualquiera de los dos.

El día de mañana es el cumpleaños de su querida madre, por eso le pidió a su jefe el día libre para pasarlo con ella.

Justo esa tarde, su celular vibra, mostrándose en la pantalla un mensaje de Jongho.

Mañana es el cumpleaños
de tu madre ¿verdad?

¿Puedo acompañarte? 😊

Su repentino mensaje hizo que sus labios se curven hacia arriba en una simple sonrisa que no pudo controlar. De inmediato le responde:

Si puedes.

¡Genial! avísame así
pase a buscarte. ✌💕

Hasta a través de los mensaje se puede notar su gran emoción, eso también hacía que el humor de Yeosang cambiara para bien.

Nomás marcaron las doce de la mañana, Jongho tocó el cláxon avisando su llegada. Jamás había conocido a alguien tan puntual. Consigo llevó una gran caja envuelta en forma de regalo, con un lazo súper grande por encima de esta. El pelinegro bajó a ayudarlo con la caja y acomodarla en los asientos traseros.

-¿Tu madre sabe que iré?-

-No hace falta, te presentaré con ella en cuanto lleguemos.-

Llegaron luego de veinte minutos de viaje gracias a su auto, sino Yeo tardaría casi una hora en autobús.

Al entrar y atravesar el vestíbulo del hospital, se dirigieron hasta el gran jardín, dónde ya había varias mesas y sillas. Allí su madre era muy querida por todos, ya sea pacientes, enfermeros y doctores. Desde su estadía allí nunca dejó de entregar cariño a todos los que les rodea.

Yeo se acerca a unos los enfermeros y pregunta:

-¿Dónde está mi madre?-

-La están vistiendo en su habitación.-

-¿Y todo esto?-

-Quisimos hacer algo más especial para su madre este año ya que es alguien a quien apreciamos mucho.-

-De verdad muchas gracias, ella estará muy contenta por todo esto.- hace reverencia al enfermero en forma de gratitud.

-¡Yeo hijo!- su madre hace acto de presencia en el jardín, ni siquiera se percató de los adornos, simplemente caminó a paso acelerado hacia su hijo.

-Feliz cumpleaños mamá...- se abrazan en un acogedor abrazo, en eso ve a Jongho a sus espaldas, quien espera para que Sang los presente.

-¿Y este apuesto jovencito? ¿es amigo tuyo?-

-Si... se llama Jongho.-

-Le deseo un feliz cumpleaños señora Kang.- dijo alegre e inclinándose en respeto.

-Ay pero que chico tan amable, hace tiempo que no traías a un nuevo amigo, casi siempre venía con ese chico demasiado alto que su cabeza chocaba con las lámparas de la habitación.- está mas que claro a quién se refería.

-Mira, te traje un regalo.- su madre se queda maravillada ante el tamaño de la caja, no dudó en rasgar la envoltura que a Yeo le costó una hora decorar.-

-Wow está lleno de cosas deliciosas, gracias hijo.- le deja un pequeño beso en su mejilla.

-Yo también tengo un regalo para usted- eso le sorprendió a madre e hijo por igual. De su bolsillo extrae una pequeña caja de joyería.

-No debiste molestarte.- dicho esto aún así tomó la caja y la abrió.- esto... esto es muy precioso.- era un delicado collar con un dije de mariposa.- debió costar mucho.- observa el accesorio con pena.

-No se preocupe por eso, sólo disfrútelo.-

Luego de los regalos, conversaron, bebieron y comieron durante varias horas. La madre se Sang era muy alegre, bailaba en grupo con sus amigas y su hijo, Jongho tan sólo se limitaba a estar de expectante, pero se divertía de todas formas mientras absorbía las buenas vibras.

La señora Kang se sentó a descansar en una de las sillas justo al lado de Jongho. 

-No le haz quitado la mirada a mi hijo en todo el día.-

-Señora yo... no es lo que piensa... solo somo amigos.-

-Veo en tus ojos que lo quieres demasiado, a veces puede ser una molestia pero es un buen hijo y supongo que un buen amigo lo será también.-

-Lo es, es maravilloso. Siempre está rodeado de personas.-

-Por eso te pediré que lo cuides, a pesar de su edad aún es torpe y no quiero que nada le pase.-

-Lo protegeré con mi propia vida señora Kang, se lo promeediré

-¿De qué hablan?- Yeo se aproxima hacia ellos.

-Estábamos hablando de que cada día estás más delgado y que deberías comer más.- replica su madre y Jongho ríe.

La fiesta concluyó cuando su madre se cansó y el sueño la venció. Nomas terminaron de ayudar a limpiar (cosa que a Jongho le costaba ya que nunca limpió en toda su vida) se fueron del hospital para dejar a Yeo en su casa. En medio de la carretera el rubio comenta:

-Nunca vi a mi madre tan feliz.-

-Es bueno oír eso, es tan amable y se lo merece.-

-Y tu al final pagaste por ambos regalos.- 

-Pero tu idea le gustó mas.- responde Jongho.

-No creas, estuvo presumiendo el collar en todo momento.-

A tan solo unos metros de su destino, Sang divisó a dos personas que reconoció al instante; eran Mingi junto a Wooyoung.-

ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora