Era tiempo de vacaciones, Woo cambió sus pesados libros a una gran PC gamer, quién San al instante la identificó como rival, ya que se la pasaba horas y horas frente a esta. Y claro, San siempre necesitaba su atención, antes en época de exámenes lo comprendía, pero ahora no lo hacía, en vez de perder el tiempo con esa máquina podrían hacer cosas juntos. San nunca se cansará de su esposo, pero desde que esa cosa llego a su casa pensó que él si lo estaría.
Luego de dejar a su hijo dormido en la habitación, lugar bastante alejado y con paredes aprueba de sonidos, porque ninguno de los dos son precavidos a la hora de tener relaciones y para no causarle un trauma al niño.
Un San aburrido, sin nada que hacer y sin sueño, su esposo pegado a la PC, era totalmente una tortura, hasta que una gran y traviesa ideal se coló en su cabeza.
Sabía cada debilidad de Woo y lo que le volvía loco, la usaría a su favor para llamar su atención. Se dirigió al clóset y extrajo una camisa negra que a San le quedaría bastante amplia y con el largo perfecto para usarla solo con su ropa interior, prenda que se colocó poco después de una ducha. El aroma combinado con el gel de ducha y el dulce olor al shampoo, eso por alguna extraña razón le fascinaba a su esposo.
Terminado el baño, se vistió con unos cortos bóxers y ajustados junto con la camisa negra, por último secó un poco su pelo con una toalla. Salió del cuarto de baño y con los ojos directos a su víctima.
Fácilmente tomaría una bate de béisbol y destruiría ese artefacto, pero Woo trabajó mucho para poder comprar esa PC y sería capaz de enfurecerce demasiado, pues no es para nada agradable verlo en ese estado.
Se posicionó en silencio a sus espaldas y pasar ambos brazos sobre sus hombros acariciando su pecho. Woo se sacudió en el lugar ante su inesperada presencia, sus audífonos que son casi el tamaño de su cabeza lo hacían estar sordo al mundo exterior.
-¿Qué haces?- rió a lo bajo y sin aún percatarse de que San estaba vestido de esa manera, junto a su aroma favorito.
-Estoy aburrido...- besó delicadamente el lóbulo derecho de Woo, descendiendo hasta su cuello.
-Estoy jugando ahora y es online... espérame.- sabía claramente que ese juego duraría más de veinte minutos.
-No quiero esperar...- le abraza por detrás apoyando su cabeza en uno de sus hombros.
-¿Te duchaste?- de a poco su plan estaba dando frutos, con solo oler aquel característico aroma comenzó a distraerse y echarle breves miradas.- ¿esa es mi camisa?- ahora estaba en una ardua lucha contra su caliente esposo y su PC.
San prosiguió el recorrido con sus manos en el cuerpo impropio, pues aún no había conseguido que Woo se despegue de la pantalla por completo. Rodeó la silla y se sentó en su regazo, inclinando su cuerpo hacia un lado para que el pelinegro pudiera seguir viendo.
Su trasero estaba donde quería, justo sobre su entrepierna, pero aún no iba a comenzar a jugar, simplemente observaba el monitor.
-¿Por qué te haz vestido así? ¿no querrás distraerme verdad? Te conozco.-
《Yo también te conozco Woo》
Por mas que ya supiera su plan, no iba a detenerse, el juego solo está comenzando.
Intentó menear sus cadera, sintiendo como su sexo se endurecía debajo suyo de a poco.
-Detente... estas distrayéndome, déjame jugar esta partida solamente.-
-Yo también quiero jugar...-
-Jugaremos luego San, ahora no agh...- se quejó ya que San hizo mas presión en aquella zona, al parecer su miembro estaba duro y comenzaba a dolerle.
Como buen esposo, llevó sus manos hacia atrás para bajar su pantalón de pijama, dejando el elástico justo debajo de sus testículos. Subió su camisa y asi dejar a la vista su trasero mientras seguía con sus mansajes lascivos contra él.
Woo ya no resistía mas, su partida acaba de terminar porque había perdido, pero ganó una gran erección gracias al chico sobre sus piernas. Sus manos se alejaron del teclado y el ratón para concentrarse en el cuerpo suave de San, el gel de ducha hacía que su piel quedara tersa al tacto.
Una mano cayó hasta su ropa interior mientras la bajaba a su camino.
-No vamos a necesitar esto...- su voz cambió por completo, es increíble como esta se alteraba según la situación.
Con solo un poco de saliva alrededor de su eje lo penetró profundo de una sola estocada. San ya se había preparado con antelación en la ducha y no necesitaba preparación.
Ambos soltaron un gemido sofocante, Woo tomó ambos lados de las caderas de San y comenzar a moverlas a su ritmo, prolongándose con el tiempo. El pelirubio se recostó sobre el escritorio buscando algún soporte.
El calor de sus carnes se funden en cada golpeteo y sus jadeos se combinan entre si en cada estocada.
Dio sus últimas embestidas, salió de Sanio se veno de forma errática en la espalda baja contraria, el restante se vino rato después salpicando sobre el escritorio.
-Lo s-siento...-
Woo estaba en un estado de embriaguez sexual, ni siquiera se limitó a responder o avisar a su próxima intromisión. San hizo mal en combinar sus dos cosas favoritas esa noche, sintió que su sexo aún seguía duro a pesar de haber embarrado su espalda hace tan solo un minuto.
San aprendió la lección de que no es tan bueno provocar a su esposo mientras juega en esas pintas. Rezaría para que el día de mañana pudiera caminar con normalidad o al menos cargar a su hijo.
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ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴ
RomanceWooyoung es un estudiante universitario, frío y distante, con un pasado desgarrador. Comienza a convivir bajo el mismo techo con un extraño ser llamado San. Dice ser de otro planeta, pero Wooyoung no le cree, de igual forma lo deja vivir en su prop...