Capítulo 20

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Continuación del capítulo anterior

Volteó a San para posicionarse encima suyo nuevamente, empezó por lamer su cuello, seguido a su pezones y terminar en su entrepierna. Chupaba su glande mientras que lo masturbaba con una de sus manos, se retorcía y arqueaba su espaldar al sentir el placer invadir su cuerpo. Recordó el lubricante, necesitaba prepararlo lo mas pronto posible, ya no podía aguantarlo mas. Se alejó antes de que vuelva a venirse, se dirigió al pequeño mueble sacando el lubricante y unos cuantos preservativos del cajón. Regresó su mirada lasciva al pobre chico que descansaba sobre la cama.
Untó un poco de lubricante en dos de sus dedos, pero comenzó a introducir solo uno. Saliendo y entrando lentamente hasta que llego el momento de introducir el siguiente. Los gemidos de San eran cada vez mas intensos cuando Wooyoung aceleraba el ritmo de sus dígitos.

Supo que la preparación estaba lista cuando logró oír un jadeo por parte del pasivo, sacó sus dedos y se incorporó para deslizar el preservativo en su longitud, para luego colocar solo la punta en su entrada.

-Voy a entrar...- en cuanto dijo esto, comenzó a introducirlo lentamente y con la ayuda del lubricante que yacía dentro de San fue fácil deslizarlo hasta que estuvo totalmente dentro. Su pene se había hecho mas grande cuando las paredes cálidas de San comenzaron a presionarlo.

Comenzó con leves estocadas mientras abrazaba y besaba su cuello. Aumentando a medida que se excitaba mas, el pasivo lo acompañaba meneando las caderas instintivamente y atrayéndolo con ambas piernas rodeadas a su cintura. Esto hacía que llegara hasta lo mas profundo y lograr tocar su punto dulce por primera vez.

-Ahhh~se s-siente raro... ahí...~-

Salió y volvió a entrar con brusquedad alcanzando nuevamente aquel punto.

-¿Aquí?.- ambos gimieron ante esa ruda acción.

Wooyoung siguió embistiendo y golpeando su punto reiteradamente, haciéndolo correr por segunda vez. Lo volteó y tomó su cadera elevándola para estar a la misma altura de su entrepierna, penetrando su trasero bruscamente. Se estaba aguantando para no venirse tan pronto y poder deleitar con su cálido interior por mas tiempo. Dejó un trazo de besos por toda su espina dorsal, San se estremecía de placer bajo sus brazos que lo rodeaba. Woo, ya no lo soportaba mas, tomó el sexo de su inquilino y comenzó a masturbarlo para acelerar su llegada nuevamente. Sus estocadas eran mas rápidas y profundas, consiguiendo llegar ambos al tan esperado clímax. Soltaron un último jadeo, que casi se escuchó como un grito de satisfacción.

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Al día siguiente se metieron ambos a la bañera, tenía a San de espaldas al frente suyo con la intención de lavarla. Wooyoung comenzó a escribir en esta la palabra "i love you" con su dedo índice, San volteó para conectar miradas.

-Yo también te amo Woo.- acunó el rostro de su novio para besar con ternura sus labios.

Wooyoung lo abrazó y unas lágrima comenzaron a formarse en su ojos. Amaba tanto a ese extraño chico, sin saber aún qué hacer cuando este tenga que irse. Pero aún quedan varias cosas por hacer en aquella lista, y ahora, él tomaría la decisión de elegir una. Optó por ir al parque diversiones, el clima estaba mas decente que otros día, a si que podían salir sin preocuparse de que sus traseros se congelen.

Al parecer todos tuvieron la misma idea en mente, el parque estaba lleno de personas, tanto como niños y gente mayor comprando, otras haciendo filas para subir a los juegos. También divisó varias parejas tomadas de las manos, queriendo hacer lo mismo con San.

Con los boletos suficientes para poder subirse a todos lo juegos, comenzaron con los que tenían las filas mas largas. Esos eran: los autos chocadores, la montaña rusa, el barco vikingo y las tazas giratorias. Para el último dejarían el carrusel y la noria, ya que la vista de esta última se vería mucho mejor en el atardecer.

Luego de haberse subido al menos unos tres juegos, se detuvieron a comprar algo de comer en los puestos de ventas callejeros, que a San se le hacía agua en la boca cada vez que pasan por uno. Mientras que Woo intercambiaba unos billetes con el vendedor, volteó para entregarle su barandilla de hot dog, percatándose de que no se hallaba detrás suyo. Empezó a preocuparse y a buscarlo con la mirada, había tanta gente que no pudo divisarlo, su baja estatura tampoco le ayudaba. Tenía ambas manos ocupadas, impidiéndole poder abrirse camino entre la multitud. Vio hacia un lado a unos desconsolados niños pidiendo limosna, se acercó a ellos y les ofreció las barandillas, a lo que respondieron con gratitud. Se encaminó en busca de San, empezando por dónde desapareció. Saltaba de vez en cuando para poder ver por arriba de la muchedumbre, al mismo tiempo que gritaba su nombre. 

Una cabellera castaña le llamó la atención, junto a un abrigo color rojo que recordó al instante. Supuso que era él, acercándose a toda prisa antes que lo pierda de vista. Cuando por fin estuvo detrás, tomó el hombro de aquel chico y lo volteó. Un rostro desconocido apareció ante sus, decepcionándolo por completo. Se disculpó y siguió buscándolo.

Varios minutos pasaron y aún seguía sin saber nada de él. El atardecer estaba cerca, haciéndolo perder toda la ilusión por subirse a la noria y admirar el hermoso paisaje junto a San.

La gente se iba dispersando de a poco, facilitando aún mejor su búsqueda. Estaba cansado de caminar y correr por todos lados, maldiciendo lo extenso que era el parque. Aún no iba iba a rendirse, tan solo habían pasado treinta minutos desde entonces. Debería de seguir aquí, él es inteligente y seguro debe de estar esperándolo en algún lado.

ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora