Capítulo 21

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Cuando se sentó en una banca para recobrar el aliento, escuchó un sollozo a sus espaldas, haciéndolo voltear de la curiosidad. Yacía un chico sentado sobre el césped mientras abrazaba sus rodillas y hundía su rostro en ellas.

-¿San?- lo reconoció al instante, mas aún cuando este levantó su cabeza al escuchar su nombre.

-Woo...- luego de nombrarlo comenzó a llorar de nuevo.

Se acerco a él, cualquier otra persona lo abrazaría y lo consolaría, pero Wooyoung no tenía pensado eso. Apenas estuvo a su alcance comenzó a regañarle, San, por alguna extraña razón dejó de llorar. La poca gente que quedaba en el parque los miraba mientras discutían. Woo lo jaló del brazo para dirigirse hacia la noria, alcanzandola y subiéndose a una de las últimas cabinas que quedaban libre. 

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Varios minutos pasaron y la noria apenas se había movido, era demasiado lenta, o al menos, ellos lo sentían de esa manera.

-¿Sigues molesto?- Wooyoung hace rato que no le dirigía la palabra, mucho menos le respondía, tenía ambos brazos cruzados mientras miraba el atardecer, evitando por completo la presencia de San.- Lo siento Woo..., sabes que suelo distraerme con cualquier cosa y...-

-¿Acaso eres un niño? Te dije ciento de veces que no te alejaras de mi porque había demasiada gente y que sería fácil perderte.-

-No soy un niño.-

-Lo eres, en mas, hasta un niño de cinco años entendería mejor.-

-Que no soy un niño.- al parecer, no le agrada la idea que lo llamasen niño, es como si lo estuviera insultando.

-Eres un maldito niño y se acabó.-

Ambos están enojados uno del otro, haciendo que la tensión en el aire se prolongue aún mas. Si ninguno hace nada para hacer las pases, el día terminaría absolutamente mal.

El enfado de San se iba desvaneciendo a medida que estudiaba el rostro de Wooyoung y su ceño fruncido. No le agradaba para nada verlo de esa manera, él había causado este revuelo y tenía que hacer algo para quitarle el enojo de alguna manera, que las cosas entre ellos vuelva a ser como antes. En ese momento, no disponía de nada como para ofrecerle y disculparse. Divaga por su mente en algo que podría hacer, una idea se coló siendo la mas ingeniosa de todas. Lo pensó varias veces antes de llevarlo a cabo.

Respiró hondo y rogando para que este plan funcione.

Se arrodilló en frente suyo para comenzar a masajear tu entre pierna.

-¿Que r-rayos haces?- lo tomó desprevenido.

-Déjame hacerlo.- estaba sumamente concentrado en hacerlo tal como lo recordaba. 

-No hace falta que hagas eso, estamos en un lugar público, alguien podría vern-aaah~.- San ya había sacado a su amiguito del pantalón, sus manos fueron tan rápidas que ni siquiera Woo se dio cuenta.

-Lo haré rápido, antes de que lleguemos abajo.- sin agregar nada mas, usó su lengua para comenzar a lamer su longitud, desde arriba hacia abajo.

Terminada la lubricación, prosiguió a introducir su sexo en su boca. Su lengua y sus labios se movían con sincronía, arrancándole varios gemidos a su querido casero.

-¿Cómo a-aprendiste a hacer e-esto? Ahhh...~ ¡mierda San...!- tenía su boca ocupada a si que no pudo responderle. 

Y como no saberlo, si se la pasaba viendo videos xxx cuando Woo no estaba en casa. También cuando su novio le hacia sexo oral antes de tener relaciones, este quedaba facinado ante la cálida y húmeda boca de Woo, algún día quería hacerlo por él y que lograra sintir lo mismo.

La noria ya había pasado poco mas de la mitad y San aún se encontraba entre sus piernas, practicándole el mejor y primer sexo oral de su vida. Jamás se cansará de sus grandiosas habilidades y como este logra aprender de manera casi sobrehumana.

Una de sus manos se coló entre los cabellos de San, tiró de ellos para que se detuviera.

-Vas a encargarte de limpiar todo. ¿entendiste? Ese será tu castigo.- 

Wooyoung introduce su virilidad nuevamente en la boca de San, con la ayuda de su mano en sus cabellos hace todo el trabajo. Estaba siendo un poco brusco con él, no se lo merecía, pero su cuerpo tenia una mezcla de odio, lujuria y tristeza, haciendo que actúe de esa manera.

Sus movimientos de caderas se amplifican cada vez mas contra la boca de San, lágrimas se deslizan por su rostro, pero no pensaba detenerse, no cuando estaba cerca. Su rostro enrojecido, la forma es que sus mejillas se inflan en cada ves que metía su pene, y su rostro enrojecido hacía que lo excitara demaciado.

Luego de unos minutos, se vino en la boca de San, haciéndolo toser porque el líquido había alcanzado su garganta, para luego tragar el resto. Wooyoung se percata de la situacion; lo había oblidado a tragarse su propio semen, también lo trató mal y fue rudo cuando le hacía el sexo oral. Pero, no se arrepiente del todo, lo había disfrutado tanto que jamás pensó que la boca de San se sentiría de una manera tan placentera. Quería que lo hiciese de nuevo, pero la noria estaba por dar su vuelta por completo.

-Lo siento... no se lo que hacía...-

-No te preocupes, si a ti te gustó a mi también. Después de todo me lo merecía.- forza un sonrisa para indicar que estaba bien.

-Ven... siéntate.- da pequeñas palmaditas a su lado para dar a entender que se siente.

Sin rechistar, se sienta a su lado, Woo lo rodea por los hombros con un brazo para apegarse mas a él. San, por su lado, se recuesta sobre su pecho, logrando escuchar sus latidos acelerados. El sol aún no se a puesto, el paisaje se había tornado de un tonalidad naranja pálido, que atraviesa los vidrios de la pequeña cabina y adorna todo el interior con sus bellos colores.

Lo que pensaba que iba a acabar por ser un mal día, acabó siendo uno de los mejores.

-Aún no creo que hayas hecho eso.- se refiere a lo que había pasado hace poco mas de tres minutos.

-Lo puedo volver a hacer si quieres.-

-¿Acaso quieres matarme?-

-Te ha gustado, lo sé por tu cara.- el rostro de Wooyoung se transformó en rojo tomate de la vergüenza. Ni siquiera quiere imaginar las caras que ponía mientras que San estaba entre sus piernas.- tus mejillas estan rojas.- toma su rostro entre sus manos, Woo se pone mas nervioso.

-Déjame no es nada.-

-¿No estas enfermo?-

-Que no lo estoy.- trata de alejarse un poco, pero San vuele a balancearse encima suyo.

-Entonces ¿por qué estas tan rojo?-

-No me provoques si no quieres que te lo haga aquí mismo.-

-Eso es imposible, ya estamos por llegar abajo.-

-Podemos volver a subir.-

ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora