Capítulo 14

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Wooyoung amaneció abrazando a su tierno inquilino, que aún yacía dormido plácidamente sobre su pecho. Es todo un ángel en plena mañana, queriendo nunca separarse dé él, mucho menos soltarlo. Él ya se había nombrado suyo, al igual que San. Ojalá pudiera gritar al mundo entero que él es suyo, pero lastimosamente, en Corea las parejas homosexuales son mal vistas, principalmente por la gente mayor. Sus padres lo hubieran apoyado sin aún siguieran vivos, siempre le dijeron que él es libre amar a quien sea con tal de que él sea feliz. Ellos siempre quisieron lo mejor para su único hijo, causándole una solemnidad en su ser, echando de menos a sus queridos padres. Un dulce quejido resuena en la habitación, San había despertado, captando nuevamente su total atención.

-Hola, ¿como te sientes?- San se restriega los ojos adormilado.

-Me duele un poco abajo...- hace una mueca de dolor.

-Fue mi culpa lo siento, debí ir un poco mas lento anoche...- acaricia su rostro sonmolientos, sus ojos rasgados apenas están abierto.- hoy te cuidaré hasta que te recuperes.- lo atrae hacia él para abrazarlo con ternura.

-¿Hoy no tienes que ir a la universidad?- Wooyoung abre los ojos de par en par. Para su mala suerte, hoy tiene clases, y una muy importante. ¿Cómo pudo olvidarse? San puede ser algún tipo de ayuda para olvidar malos recuerdos, pero también, al estar tanto tiempo con él hace que se olvide de cosas importante. Pero eso es lo de menos, a veces es agotador ser siempre aplicado. No le hace ningún mal llegar por primer vez tarde a clases.

Enciende su celular y se percata de la hora, tiene tan solo diéz minutos para prepararse antes de que el reloj marque las ocho de la mañana. Agradecido que anoche tomó un baño, tan solo tiene que cambiarse de ropa y lavarse la cara. Tomó una manzana y regresó a la habitación, San aún seguía en la cama.

-Tú solo quédate aquí y no te muevas, veré si puedo regresar temprano ¿si? Vuelve a dormir si aún tienes sueño.- San solo se limitó a asentir, dejó un casto beso en sus labios como despedida.

Una vez en el auto, Wooyoung conducía con prisa para no llegar demasiado tarde y que al fin de cuentas no lo dejasen entrar. Uno que otros autos tocaban el claxon, ya que rompía el límite de velocidad. Pero eso no le molestó en absoluto, estaba de tan buen humor que nada ni nadie le hará cambiar eso. Aunque está un tanto preocupado por San, despertó un adolorido por lo de anoche...

《Anoche》

Pensó Wooyoung, recordando todo lo que hicieron y sobre lo que harán en un futuro, ya que ahora, se convirtió en su novio.

Llegando ya a la universidad, le costó bastante encontrar un lugar libre para aparcar su auto, otra razón por la que llegaba siempre temprano. Hasta que por fin encontró un lugar entre todos los autos; tanto como de profesores y alumnos. Se estacionó en un lugar un tanto alejado, por lo que tendrá que correr por todo el campus hasta llegar a la universidad. Seguía de buen humor, apenas puso el seguro, se echó a correr a toda prisa, llegando unos ocho minutos tarde, que para él es demasiado tarde. Entró a su primera clase, todos yacían sentados en sus respectivos pupitres, atrayendo la miradas de todos y sorprendiéndose al ver al chico mas aplicado de la clase llegar tarde. Se disculpó con su profesor mientras trata de recuperar su aliento. Al ser la primera vez, el profesor lo dejó entrar sin regalarlo ni preguntar la razón. Se acercó a su asiento, justo a su lado y al frente estaban sus dos amigos mirándolo extrañado.

-¿Que rayos te pasó Wooyoung? Nunca en tu vida llegaste tarde a clases.- El mas alto de los tres ni siquiera lo dejó acomodarse en su silla, comenzando a atacar con sus preguntas.

Aún seguía cansado, ni siquiera recuerda la última vez que corrió con tanta prisa. Sin saber aún qué decirle a sus compañeros, se limitó a decir que se le olvidó poner la alarma, ya que se había dormido en su escritorio y se despertó por puro instinto. Ojalá pudiera contarles que tuvo la mejor noche de su vida, pero eso, esta mas que claro que sería imposible contárselo, mucho menos en medio de una clase. Siempre están los típico chismosos y mal pensados.

-Estas rojo como un tomate, ¿estas bien?- Yunho nunca guarda sus comentarios.

-Es porque corrí y el aire frío me pegó en toda la cara.- soltó una risa nerviosa, odiandose así mismo por no poner mentir. ¿Cómo iba a sobrevivir en este mundo si no sabe mentir? Mucho mas en momentos vergonzosos como este, para evitar cualquier tipo de burla y exponer su sexualidad a todo el mundo. Aún no esta listo para revelar tal cosa, sucedió tan rápido sin dejarlo pensar en qué haría en un posible futuro. Pero no está mal amar a otra personas de tu mismo sexo, le dá totalmente igual la opinión de los demás. El verdadero problema es que él en realidad no es una persona, por mas que aparente ser una. Como su padre un día dijo "las mentiras siempre salen a la luz". Wooyoung tiene miedo de que algún día la identidad de San sea revelada, que los del área cincuenta y uno vaya a su casa y se lo lleven, sin poder verlo nunca mas en su vida. 

Las clases transcurrieron pesadamente para Wooyoung, estuvo tan metido en sus pensamientos que apenas prestó atención a la clase, y sus dos compañeros que no dejaron de hacer preguntas, principalmente el pesado de Yunho, obteniendo un regaño por parte de los profesores.

Mintió que no se sentía bien, cosa que los profesores dejaron que se retire temprano. Seguía pensando en San, preocupado de que seguro no debe de estar pasándola para nada bien.

Se apresuró hasta su coche que aparcó casi como a dos manzanas de distancia. Volvería temprano de clases para cuidar de su hermoso inquilino, dibujando una leve sonrisa en su rostro.

Antes de llegar a casa, pasó por una farmacia a comprar analgésicos, rogando de que tuviera algún efecto en él.

Ya en su dulce hogar, llamó a San varias veces, extrañado, ya que siempre espera su llegada con una sonrisa de oreja a oreja. Entró a la habitación, pero no se encontraba allí, el baño estaba vacío, la cocina de igual forma. ¿Dónde rayos se metió?. Comenzó a buscar en cada rincón de la casa desesperado, él no puede irse, no después de lo que ocurrió anoche. Podría sonar un poco egoísta, pero Wooyoung lo necesitaba, no puede irse así sin mas, sin despedirse. ¿Y si en realidad su señor apareció y se lo llevó? Se había olvidado por completo su propósito al venir a este planeta o simplemente lo borró de su cabeza por el simple hecho de que se quedara a su lado. Era mas que imposible, él en algún momento tendrá que irse, un matrimonio arreglado debe de estar esperándolo para formar una familia. Pero no sería feliz, ojalá pudiera comunicarse con el mas allá para pedirles que San se quedara aquí, él es feliz al lado de Wooyoung, que de seguro él mismo esta pensado de la misma manera justo en este momento.

ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora