ᴍʏ ꜱᴛʀᴀɴɢᴇ ʙᴏʏ - ᴡᴏᴏꜱᴀɴ

Capítulo 25

Salieron a hacer una mini compra, antes de llegar a casa pasaron por una tienda que llamó la atención de Woo. Era una sexshop, pero esta era mas extensa a la que había ido con anterioridad.

Aparcó justo en frente, bajó y San lo imitó de la misma manera. Entraron sin miedo alguno, ya que en ese lugar nadie los reconocería. Woo caminaba y observaba las repisas llenas de cosas eróticas.

-¡Woo mira! Se parece a la tuya.- señaló un dildo color carne que yacía sobre una mostrador.

-Shhh cállate, ¿que no ves que hay mas gente aquí?- le susurró a lo bajo mientras que algunas personas habían volteado a verles, Woo sintió que iba morir de la vergüenza.

Un empleado se acerca y les pregunta:

-Hola, hace mucho que no recibimos una pareja homosexual. Pasen por aquí si les interesa.- siguieron al chico que los guiaba hasta otra parte de la tienda.

Al final, compraron mas preservativos y uno que otro lubricante de sabores.

Cuando estuvieron por salir, Jongho aparece inesperadamente en frente sus narices.

-¿Q-qué haces a-aquí?- Woo entró en pánico, al mismo tiempo soltaba la mano de San.

-Eso debería preguntártelo a ti.-

Iba a decir algo mas pero de pronto, escucha un golpe seco a sus espaldas, volteó rápido y San se encontraba en el suelo. Por lo visto, había tropezado con una persona del local que le hacía referencia en modo de disculpa. Levanta la mirada y observa desde el suelo a los dos chicos parados en la entrada. Sus ojos se tornan blancos y cae nuevamente desmayado, alertando a su novio y a su mejor amigo tratando de reanimarlo. Woo lo levanta y lo carga hasta su auto.

-¡Deberías encontrar un hospital rápido!- exclama su mejor amigo, pero Woo asimiló que sería un gran problema llevarlo allí, ya que no es un humano que pueda ser tratado con tal, también podría exponer su identidad.

-Solo esta dormido, no comió ni descansó lo suficiente. Lo llevemos al hotel y esperemos a que despierte.- se excusó, que por suerte, Jongho le creyó.

En todo el trayecto, ninguno habló ni cruzaron miradas, estaban envueltos en un silencio incómodo.

Llegaron y recostaron a San sobre la inmensa cama, tranquilamente podrían dormir unas cuatro personas en esta.

-Veras... yo...-

-Ya lo sé, no hace falta que me lo digas. Los estuve siguiendo todo este tiempo.- se sentó en una silla que formaba parte del decorado de la habitación.

-¿Es en serio? ¿por qué hiciste eso?-

-Estuviste actuado raro desde que tu "primo" comenzó a vivir contigo. Ahora dime lo que en verdad sucede.-

-Trate de decírtelo pero no me creías.-

-Es que lo que tratabas de decirme ese día en la biblioteca era una completa locura, agradece que aún siga siendo tu amigo y no te haya tratado como un loco.-

-¿Ves el collar que lleva San?- señala el colgante que sobresalía de su polera.- viene de su planeta, es una roca divina que se les asignan cuando nacen.- justo en ese momento, aquella piedra desprendía un resplandor, aumentando la credibilidad de Jongho.

-Wow brilla un montón.-

-¿Me crees ahora?

-No tengo otra opción, si yo no te creo nadie lo hará.-

-Gracias de verdad.-

-Pero espera, eso quiere decir que estas saliendo con un extraterrestre?

-Supongo que si jejeje.- rasca su nuca apenado.

-Por dios Wooyoung, ¿por qué tiene que ser alguien no humano? Habiendo millones de personas en el mundo.- un quejido resonó en la habitación, atrayendo la atención de ambos, San había despertado. Woo se acerca y lo ayuda a sentarse sobre la cama.

-¿Estas bien? ¿cómo te sientes?-

-Estoy bien, solo me mareo un poco.-

-Nos pegaste un susto bien grande.- en cuanto Jongho habló, San clavó su mirada en él, sus ojos se agrandaron del asombro.

-Mi señor...-

-¿Mi señor? ¿Es eso lo que le dice a las personas apenas conoce? Jajajaj mi nombre es Jongho, Jong-ho.-

-¿Puedes esperar afuera un momento? Necesito disciplinarlo.-

-No me digas que van a hacer lo que pienso que van a hacer.-

-No no, nada de eso, solo danos un tiempo solos.-

-Está bien esta bien, solo no se tarden.- Jongho toma su chaqueta y sale de la habitación. San quería bajar de la cama y seguirlo.

-¿A dónde vas?- dijo reteniéndolo del brazo.

-Tengo que irme con él, es mi señor.-

-¿Es en serio? ¿de verdad es él?- el brillo de su collar que jamás había visto lo explicaba, San sentió la presencia de su señor cuando ambos salieron ya que los estaba siguiendo, todo encajaba.- ¿que debo hacer? Aún no estoy listo para dejarte ir, encima estuviste a punto de ir corriendo tras él.-

-Lo siento, mi deber me impulsa a seguirlo.-

-No quiero dejarte ir, no ahora, aún nos falta completar algunas cosas de la lista.-

-Ya hicimos lo suficiente, se nos acabó el tiempo.- abraza a San con fuerza.- espera, son mejores amigos, puedes preguntarle si quiere entregarme a ti.- Woo lo había olvidado por completo, con el shock que tenía por el desmayo de San, que Jongho los haya pillado in fraganti saliendo de una sexshop y enterarse de que había encontrado a su señor, estaba perplejo, sin saber que hacer o decir en esta situación.

-Tienes razón, la suerte esta de nuestro lado, Jongho seguro ni lo dudará.- sacó su teléfono y marcó su numero.

-Necesito que regreses.-

-Apenas comencé a tomar un café, pensé que iban a tardar.-

-Solo pídetelo para llevar y regresa, es algo importante.-

-Ahg esta bien, en diez minutos estoy allí.-

Suspiró y le sonrió a San, estaba nervioso, todo dependerá de su mejor amigos si su destino es estar juntos o no. Su confianza en él no le permite pensar negativamente, es su amigo de toda la vida y seguro él querrá lo mejor para verle feliz.

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Los tres se encontraban en el living mirándose entre sí.

-Bueno, ¿qué era lo importante?-

-Tu eres el dueño San.- replicó al instante.

-¿Qué?-

-Él vino con un propósito a nuestro planeta y eso sería encontrar a su "señor".-

-Ahh... por eso dijo eso. Entonces, ¿tengo que hacerme cargo de él?.-

-No si decides entregármelo.

-¿Puedo hacer eso?-

-Claro, solo tienes que darle la orden a San.- sonreía emotivo, estaban tomados de la manos, Woo lo presionaba un poco, aun tenia una pizca de nerviosismo.

-¿Y si no quiero?-