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Kelaia.

-- ¿Me querés contar? --preguntó Manuel acariciando mi mejilla.

Después de ver eso fui a la casa de Manuel. Estaba desesperada y llorando un poco, claramente él no sabía que me pasaba, y espero a que me tranquilice un poco para preguntarme.

Tragué en seco.

-- Fui a su casa, toqué timbre y no me abrió nadie, como no me abrió nadie agarre las llaves de su casa y entré, estaban algunas luces apagadas y habia alto silencio. Subí las escaleras y abrí un poquito la puerta de su pieza --Hice una pausa y aprete los ojos fuertemente al recordar lo que paso.

-- ¿Y...? --arqueó una ceja.

-- Estaba garchando con una mina --suspiré-- Por suerte no me vió y me fuí rápido, pero no sé porqué sufro tanto si no somos nada, boludo --sorbí mi nariz.

-- Pero es lógico que te pongas así, Kelai, fuiste a su casa con la ilusión y la valentía de confesarle todo y el estaba garchando con otra, obvio que te vas a poner mal porque estás enamorada y te duele estarlo.

-- Sí, me siento mal. Es mi amigo desde que tengo conciencia boludo, ¿Quién me mandó a enamorarme de él? --bufé.

-- No te pongas así, beba --acarició mi mejilla --uno no elige de quien enamorarse, y vos no elegiste enamorarte de Valentín.

-- Gracias por todo, enserio --lo abracé.

-- No me agradezcas, sabes que siempre que me necesites voy a estar. Te amo --sonrió.

-- Yo también te amo, boludito --rió.

Un ratito despues nos pusimos a ver Los Simpsons, programa que amabamos, era nuestro favorito y podiamos pasar horas mirándolo

A veces nos juntamos a comer y mirar los Simpsons para bajonear juntos; planazo.

Inconcientemente, me puse a pensar en que todo lo que decia Manuel era verdad.

Uno no elige de quien enamorarse, y justo yo, no elegi enamorarme de mi mejor amigo.

Luego de un largo rato en el cual estuvimos en silencio entretenidos con la televisión, hablé:

-- ¡Ya sé que voy a hacer!

-- ¿Qué cosa? --fijó su vista en mí.

-- Voy a alejarme de Valentín, capaz que así me olvido de él y puedo acomodar mis pensamientos.

-- Si vos queres eso está más que bien --sonreí al escucharlo-- pero no creo que se te haga tan fácil olvidarlo, Keli. Se conocen hace banda de tiempo, no podéa olvidarte de él de un día para el otro, aparte su familia se habla con la tuya --bufé.

Tenía razón.

-- Es verdad, pero bueno, voy a hacer el intento --hice una mueca y sonó mi celular -- Y hablando de Roma...-- suspiré al ver las notificaciones del aparato.

--¿Qué pasó? ¿te habló? --rió mirándolo.

-- Sí, ¿Qué le digo?

-- A ver, déjame a mí, el tío Manu arregla todo --reí y él agarró mi celular para empezar a escribir.

-- ¿Y? ¿Qué pusiste? --hablé unos segundos después, se lo saqué de la mano y leí.

Valentin preguntaba si podía llamarme porque necesitaba hablar conmigo, y Manuel, no tuvo mejor idea que decirle que sí me llame.

-- ¿Porqué le dijiste que me llame tara...? --no pude terminar de hablar ya que el ojiazul me estaba llamando.

Despues de fulminar con la mirada a Manuel y que él ría, atendí.

--¿Hola?

-- Hola, Kela. ¿Cómo andas? --habló con esa voz que tanto me gustaba...

-- Yo todo bien, ¿Y vos?

-- Todo tranqui... --aclaró su garganta.

-- Me alegro, pero ¿de qué querías hablar? --hablé sin dar tantas vueltas, porque ganas de hablar con él no tenía.

-- Ah, encontré tu llavero en mi casa, me pareció re raro que esté ahí tirado, ya que vos hace unas semanas que no vas a casa y antes no estaba --manuel y yo nos miramos sorprendidos.

Al estar la llamada en alta voz, él escucho lo que Valentin dijo y no sabía que responderle.

-- Qué raro...--Manuel me pegó despacio en la cabeza.

-- Sí, a mí también me pareció raro y hoy escuche ruidos en casa, ¿no fuiste no? --rió bromeando.

Pero a mí me habían temblado las patas.

-- ¡Tonto! No...-- reí nerviosa.

Manuel me miraba fijo.

-- Bueno, entonces ni idea --rió-- después te lo llevo, chau amor, nos vemos.

-- Chau, Valen --saludé antes de finalizar la llamada.

-- ¿Sos pelotuda? Sí, definitivamente sos pelotuda --se respondió sólo apenas terminé de hablar con Valentín.

-- Bueno, no sabía que decirle.

Suspiró.

Éste la vive más que yo...

-- ¿Vos estás segura de querer alejarte?

-- Creo que sí, va a ser mejor para los dos --asintió-- Para que no sufra mas yo, y para que él pueda hacer su vida tranquilo sin tener a su mejor amiga enamorada de él

-- Sí, pero ¿no tendrias que hablar con Valentin primero?

-- ¿Sobre qué?

-- Sobre lo que te pasa, tonti, decilée todo y después decile que te queres alejar de él para dejar de sufrir. Tampoco te alejes de golpe sin darle un porqué.

-- Tenés razón, voy a hablar con él.



amigos ; wos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora