Kelaia;
Me cambié y arreglé un poco para ir a ver a Valentín, ya que habíamos quedado en vernos en la plaza del barrio para hablar.
Hoy a la mañana me mandó un mensaje preguntando si iríamos y decidí dejar de ser tan cagona e ir. Estaba sencilla, tenía un Short de Jean negro con un remerón que me llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas. En los pies, tenía unas Air Force blancas, y decidí ir con el pelo suelto.
No me maquillé mucho, sólo me me puse un poco de rimel y suspiré al verme al espejo. Estaba nerviosa.
Una vez que terminé de prepararme, agarré las llaves de casa,mi celular y me despedí de Manuel avisándole a dónde iría, luego de decirme que me cuide y desearme suerte finalmente me iba a ir.
-- Nos vemos en un rato, Manucho --besé su mejilla y me dirigí hacia la puerta.
-- Dale, suerte puta --reí y salí para empezar a caminar en dirección a la plaza.
Miré la hora, eran las cuatro y seis de la tarde y nosotros quedamos en encontrarnos a las cuatro, pero no me preocupé ya que sabía que Valentín llegaría tarde como siempre.
Cuando llegué, fui a sentarme a un banquito que había ahí, y saqué mi celular mientras esperaba a que venga Valentín.
Estaba usando Instagram nerviosa, cuando alguien me saca el celular haciéndome asustar demasiado. Miré hacia arriba, encontrándome con un Valentín sonriendo divertido y con mi celular en la mano.
-- Sos un boludo --dije agarrando mi celular-- Me cagué toda, wacho.
-- Bueno, perdón --se rió-- ¿todo bien?-- besó mi mejilla
-- Bien, ¿Y vos como estas? --pregunté.
--Bien, también. ¿Querés que vayamos a caminar?
-- Sí, dale --acepté luego de pensar unos segundos y levantándome del banco.
Empezamos a caminar en silencio, yo no sabía qué decir ni cuándo hablar, estaba nerviosa y no sabía porqué.
-- Bueno, ¿qué querías decirme? --me miró.
-- Sobre lo que me dijiste el otro día en mi casa, ¿Te acordás? --pregunté.
-- Sí, eh... capaz que yo me fui de mambo o algo y te hice sentir incómoda o no sentías lo mismo, perdón, mala mía --dijo nervioso y bajando la mirada.
-- No me hiciste sentir incómoda, Valen --dije levantando su mentón haciendo que me mire-- Todo lo contrario, hiciste que piense sobre lo que me pasaba, sobre lo que sentía, sobre todo... Hablé con Tadeo, le conté todo y juntos llegamos a la conclusión de que tal vez nos necesitábamos mutuamente pero como amigos --miré hacia adelante mientras caminaba-- Pensé bien todo antes de decírtelo, y después de pensarlo mil millones de veces entendí lo que me pasa --hice una pausa-- Me gustas, nunca dejaste de gustarme, me volas el bocho de mil formas distintas y no puedo estar lejos de vos. Este tiempo que estuvimos lejos fue lo peor, no podía parar de pensar en vos, en tu risita, en tus jodas y en tus abrazos que tanto necesitaba --confesé-- Toda la vida me gustaste, y toda la vida me vas a gustar, yo lo sé y aunque me haya costado admitirlo otra vez, quiero estar con vos. Quiero poder decirte cuanto te amo, quiero poder expresarlo en besos y abrazos y quiero tener algo en serio con vos --frené y lo miré a los ojos-- me encantas, Valentín.
Una amplia sonrisa se formó en su rostro dejándome ver sus perfectos dientes, tenía los ojos brillosos y me miraba feliz, con esa mirada supe que todo estaría bien y que hice bien en venir hasta acá. De algo me sirvió el pedo de anoche.
-- ¡¿Eserio?! --preguntó emocionado y yo asentí con la cabeza-- Osea que..
-- Osea que si estás dispuesto, podemos estar juntos.
-- Yo estoy dispuesto a todo, y más si es con vos --me atrajo hacia él, pegando nuestros cuerpos -- ¿Querés ser la novia más linda del mundo?
-- Sí, quiero --sonreímos y juntamos nuestros labios en un tierno beso.
Nos separamos y nos abrazamos felices, porque después de todo, pudimos estar juntos.
-- Vamos a tomar un helado --ofreció y acepté, empezamos a caminar nuevamente hasta la heladería agarrados de la mano.
En el camino, había unas flores hermosas saliendo de las rejas de una casa, Valentín se acercó y agarró una.
-- Tomá, una flor para otra flor... de puta --bromeó extendiéndome la flor.
-- ¡Valentín! --dije soltando una carcajada, él me agarró de la cintura y besó mi mejilla.
-- Mentira, para flor de hermosa era.
-- Sí, sí --dije sarcástica.
-- Al fin estamos juntos, wacha --sonrió contagiándome a mí.
-- Sí, estoy feliz de poder hacer esto cuando quiera --le dí un pico--, y esto --le dí otro pico--, y est... --me interrumpió basándome dulcemente.
-- Te amo, ¿sabes?
-- Yo también y nunca voy a dejar de hacerlo. Pero prometeme una cosa...
-- ¿Qué cosa?
-- Que si alguno de los dos siente algo por alguien más, lo vamos a decir sin problemas. Porfavor --hablé mirándolo fijamente a los ojos.
-- Te lo prometo --dijo para luego besar mis labios, dándome un poco de tranquilidad.
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esperadisimo momento