Kelaia;
Suspiré y empecé a cambiarme, me puse un jean blanco con mis zapatillas y una remera lila. Estaba soleado hoy.
Agarré lo que me faltaba, abrí la puerta de mi casa y salí empezando a caminar en dirección a la casa de Tadeo.
Tenía pensado en decirle todo, pero no quería terminar nuestra amistad. Yo queria mucho a Tadeo, y no me gustaría perderlo para nada.
Unos minutos después, en los que me maquine pensando en todo lo que podía pasar, llegué a la casa del castaño.
No sabía si tocar timbre y contarle todo, o irme a mi casa nuevamente y llorar por no saber que carajo hacer, por angustia, por todo.
Bufé frustrada, y sin dar muchas vueltas para no arrepentirme, toqué el timbre.
Al minuto, apareció Tadeo en cuero y con un pantalón adidas con ojotas, mordí mi labio nerviosa...
Por no decir que fue por verlo así.
-- Hola, Depa --dije besando su mejilla.
-- Hola, Keli --se hizo a un costado-- pasá.
Entré a su casa y él cerró la puerta, nos dirigimos al sillón y nos sentamos.
-- ¿Querés algo para tomar? --preguntó.
-- Unos mates, ¿te pinta?
-- De una, voy a poner el agua --respondió y yo asentí.
Me levanté del sillón y fuí a la mesa, me senté en una silla y prendí mi celular, para usar un poco Instagram.
Igualmente, no miraba nada, pasaba todo rápido y nerviosa.
A los pocos minutos, apareció él nuevamente, con todo lo necesario para preparar mates.
-- ¿Cebo yo? --preguntó y yo asentí --Bueno, ¿todo bien? --habló preparando el mate.
-- Sí... pero necesito hablar con vos.
-- Decime --empezó a tomar del primer mate.
Ya fue, Kelaia, es ahora o nunca. Aparte, tampoco es para tanto, ni si quiera sabés que eran... Pensé.
--Bueno --suspiré-- Primero quiero pedirte perdón, tengo miedo de que te enojes y... y nada, yo no quiero perderte.
-- Me asustas, Keli, ¿qué pasó? --dijo preocupado.
-- Necesito que terminemos con esto raro que tenemos, que ni siquiera se qué carajo es... Estoy confundida, yo te amo muchísimo a vos Tade, pero no podemos seguir --lo miré a los ojos --Perdón, necesito saber que me pasa con Valentín y que me pasa conmigo misma, pero no quiero perderte --suspiré triste y miré hacia otro lado-- Porque encima el flaco viene y me dice que cortó con la otra conchuda para estar conmigo, ¡¿Qué le pasa?! Antes no me quería el pelotu... --frené al darme cuenta que él me miraba confundido por todo lo que dije a lo último-- No... perdón, estoy un poco alterada y no sé como te lo vas a tomar.
Él rió.
-- Ey --me llamó, agarró mi mano y lo miré -- No me vas a perder, te entiendo beba, siempre te gustó y de un día para otro no se te iba a ir tanto amor --sonrió levemente-- Está bien, yo no me voy a enojar ni mucho menos dejar de amarte. Yo también estoy un poco confundido y capaz solo nos necesitamos mutuamente, pero como amigos ¿O no?
