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Valentín;

Abrí los ojos y al instante reconocí la habitación de Kelaia, miré a un costado viéndola dormir. Era tan linda...

Cuando la veo pienso en cómo desaproveché la oportunidad de haber estado con ella, en que la lastimé y en que soy un pelotudo. La necesito, no puedo estar sin ella.

Cuando estuvo con Tadeo me sentía raro, estaba con Sol pero pensaba en ella todo el tiempo, no me la podía sacar de la cabeza y mucho menos cuando me pidió alejarse.

No podía olvidarla así nomás, ella siempre fue muy importante para mí.

Fuí un gil, todavía me arrepiento de haberle dicho que no, no supe valorarla, la tuve y ahora la perdí. O quizás nunca la tuve, porque yo no estaba para ella como ella quería.

Y ahora me jodo por boludo, no dejo de pensar en ella, en todo lo que hace... en cómo camina, cómo ríe, cómo habla, cómo es.

No sé que hacer, ya se lo dije todo y lo tomó mal, y claramente está en todo su derecho. No sé que hacer para que venga conmigo, no quiero que me vea como amigo, o como enemigo, o como cualquier otra cosa... yo quiero sentir que estamos enamorados los dos.

¿Ésto mismo sintió ella cuando gustaba de mí y yo no sabía? Suspiré. Qué feo, qué karma...

Me quedé mirándola como un loco de mierda, es que así me tenía... loco. Y muy cariñoso también, ya me estoy asqueando de lo empalagoso que suena lo que digo.

Reí por dentro para no despertarla, sólo sonreí.

Últimamente pensaba sólo en ella, Sol me lo reclamaba todo el tiempo, decía que estaba perdido y no sé qué giladas más. Hasta llegué a decirle Kelaia sin querer, casi me corta los huevos.

Pero a mi no me importaba, ya estaba en la mierda porque no podía dejar de pensarla y un poco me molestaba, ya que me sentía un loco enserio.

Sentí que se movía y abrió los ojos, frunció el ceño al verme mirándola y me puse colorado como un tomate.

-- ¿Qué hacés?

-- Me quedé mirándote, perdón --respondí.

-- Tranqui --rió y se sentó en la cama estirándose-- ¿Te duele la cabeza?

Me quedé mirándola y me olvidé hasta del dolor de cabeza.

-- Sí, un poco... un poco bastante --reímos-- ¿Me mandé alguna?

-- Nah, en la joda me empezaste a pegar patadas en la espalda, después acá me pediste un milanguche de sandwinesa con Cola Coca y me pediste tocarme el culo. Ah, también me hiciste entrar al baño y estabas en bolas literal --dijo riendo. Yo solté una carcajada y nos tentamos un rato.

-- ¿Un milanguche de sandwi qué? -- dije tentado.

-- No sé, boludo, andá a saber qué tomaste --dejó de reírse un poco, yo asentí e hice lo mismo.

-- Voy al baño, permiso --avisé y fuí hacia el baño a hacer pis y lavarme la cara.

Salí de éste una vez que terminé de hacer todo y busqué mi celular. Eran las dos de la tarde.

amigos ; wos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora