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Kelaia.

Estaba mal, no sabia que me pasaba con Valentín y eso me ponia nerviosa.

Demasiado nerviosa.

No se lo voy a decir, me da vergüenza.
Él ya me rechazo y dudo que me quiera ahora.

Me odio, me odio por enamorarme de mi mejor amigo desde que tengo noción.

Pero, ¿Quién no se va a enamorar del mismisimo Valentin Oliva? sí es perfecto.

En éste momento estaba sentada en el sillon de su casa, esperando a que termine de bañarse y cambiarse así nos vamos a la joda de Dani.

Mañana yo tenía que trabajar, se habían terminado mis mini vacaciones y mi jefe en la librería ya estaba diciéndome que debía volver. Pero una última joda no le venía mal a nadie, ¿no?

Manuel también es mi mejor amigo y es el único que sabe esto que me pasa con Valentín, no quiero contarlo, ya que tengo miedo de que él se entere.

Y hablando de roma...

-- ¿Vamos? --habló apareciendo en mi campo de vista, estaba hermoso -- Ey --me llamó.

-- Sí, sí. Vamos --me levanté y salimos de su casa.

La casa de Dani no quedaba lejos, así que optamos por caminar.

-- ¿Contame, te gusta alguien, Kelai? -- Sí, vos.

-- ¿A qué se debe esa pregunta? --lo miré.

-- Curiosidad. ¿Sí o no?

-- No... --mentí-- ¿A vos? --pregunté mirandolo fijamente a esos ojos tan lindos que tanta paz me transmitian.

-- Nah, hay unas que son lindas, como vos, pero no me gustan.

Y en ese momento, mis ojos brillaron, mi corazon latió mucho más de lo normal y una sonrisa se formó en mi rostro, cosa que nunca me había pasado.

-- Vos tambien sos lindo, loquito --dije sacudiendole el pelo, reímos y seguimos hablando de otras cosas.

No se puede aburrir nadie estando con Valentín.

Es tan simpático y siempre te hace reir.
Siempre habla de temas interesantes o te jode, me vuelve loca.

(...)

Cuando llegamos a la casa de Dani, me puse a tomar, necesitaba despejarme.

Despejarme bastante.

Estaba lleno de gente que no conocia ni el mismo dueño de la casa, pero bueno.

Al cabo de media hora, decidí bailar con Manuel, quién estaba un poco tomado, como yo.

Estabamos bailando Rodrigo, no hay nada que mas ame en este mundo que bailar cuarteto con mis amigos.

Somos un desastre.

°°°

Al día siguiente, con los pibes dijimos de juntarnos en la plaza, nuestro lugar favorito.

Eran las siete de la tarde y yo estaba en el Uber yendo a la casa de Damián.

Ibamos a su casa a comer y después ibamos a ranchar por ahí.

Cuando llegué, saludé a todos y me lleve una sorpresa, ya que Valentin no estaba solo.

Estaba con una rubia agarrados de la mano, me hizo mierda.

La mire y hablé:

-- Kelaia-- estiré mi mano.

-- Lola --hizo lo mismo y las estrechamos en forma de saludo.

Pasé de largo sin saludar a Valentín, y fuí afuera con Daniel y Manuel.

-- Hola-- me saludaron.

-- Hola, ¿qué onda con la wacha de Valentín? --dije agarrándo el porro que me ofreció Manuel unos segundos antes.

-- Nada, dicen que no son nada serio ¿Por? ¿celosa? --me molestó Daniel. él sabía todo también.

-- ¡Se puso celosa! --canturreó ésta vez Manuel.

-- ¡Cállense, tarados! no estoy celosa, pero tiene pinta de Milipili y no va que la traiga a ranchar con nosotros, ni es del grupo --dije y ellos me dieron la razon.

-- A los pibes tambien les molestó, porqué me dijo Dam que ni aviso que venia con ella --habló Manuel y Dani asintió.

Después de un rato, ya estabamos comiendo y Lola no paraba de mirarme mal, Valentín quiere hablar conmigo, ¿será eso?

-- Gordita, ¿qué pasa? --me preguntó Valentín, llevándose una mala mirada por parte de su pareja.

-- ¿Por qué le decis 'gordita'? --saltó enojada.

¿Qué le pinta a la sucia ésta?

-- Mirá, flaca, vos recién lo conoces. pero yo a él lo conozco de toda la vida. Me dice asi, cariñosamente, desde que tenemos catorce años. Que llegaste acá hace dos minutos, no significa que te hagas la dueña de todo, cheta de mierda, volveme a mirar así y te saco la cara de pelotuda de una trompada --acoté llevándome una mirada de todos los presentes.

Y de la rubia, una mirada asqueada.

-- Bueno, perdón --dijo sarcástica con su voz chillona e insoportable.

-- Tranqui, Kela --murmuró Mauro cerca mío, ocupándose de que sólo lo escuche yo.

Asentí, y me volví a sentar.

(...)

Después de eso, Valentín no me habló más, y me duele, pero ¿qué le voy a decir?.

Desde que llegamos a la plaza estamos de acá para allá con los pibes, y él se queda con Lola pollereando.

-- Voy a comprar birra, ¿Quién viene? --dije mirándolos.

-- Yo --se ofreció levantándose, por primera vez, de su lugar.

-- Vamos --dije seca --Dami, prestáme tu campera-- él me la dió, me la puse y nos fuimos.

-- ¿Qué te pasa con Lola, Kelaia? --dijo una vez que estuvimos yendo para el quiosco al que vamos siempre.

-- ¿A mi que me pasa? --frené y lo miré incrédula -- Primero, la traes sabiendo que la plaza es nuestro lugar con los pibes para ranchar, y ni les preguntaste si podías traerla. Querés integrarla al grupo y no hacés nada con nosotros. La pregunta sería, ¿Qué te pasa a vos? Porque le dije eso a Lola y ni me mirabas --me miró apenado -- Le dije eso porque desde que llegue me miraba mal, perdón si te molestó, no sabía que coger te importaba tanto --solté seca.

-- No es coger, cuando ustedes se fueron a caminar, me puse de novio con Lola --mordí mi labio inferior para evitar las ganas de llorar que tenía --Keli, no quiero que te lleves mal con ella --agarró mi mentón subiendo mi mirada hacia él.

-- No me tenés que explicar nada a mí, y soltame, yo me voy a llevar con ella depende como me traté --saqué su mano de mi cara, aunque no quisiera, y seguimos caminando.

Compramos las cervezas necesarias y volvimos hacia donde estábamos antes.

-- Manucho --lo llamé.

-- ¿Qué pasa, negra? --me miró.

-- Lola y Valentin se pusieron de novios, me dijo que cuando nos fuimos a camin...

-- ¡Chicos, con Valen queremos decirles algo! --me interrumpió, él se paró y ella continuó hablando -- ¡Estamos de novios! --se besaron y puedo jurar que mi corazon se rompió en mil pedazos.


amigos ; wos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora