21

1.1K 57 16
                                    

Kelaia;

Ya eran pasadas las seis y media de la mañana, y la joda seguía igual de buena.

Con los chicos ya estábamos re pasados y casi todos los presentes también. Con Guadalupe sonreímos al escuchar que Dile de Don Omar empezaba a sonar.

Cantábamos a los gritos y perreabamos disfrutando del momento. La amaba.

Me choqué con alguien sin querer, y al subir mi vista y ver esos ojos azules en mi cuerpo, sonreí inconscientemente.

Le saqué el porro de los labios y empecé a fumarlo yo, estábamos cerca, y si no fuese porque estoy re en pedo, ya me hubiese ido a la mierda.

Un pelotudo me empujó para poder pasar, haciendo que yo me caiga un poco para adelante y choque mis labioa con los de Valentín en un pico.

-- P-perdón, fue ese tarado --dije roja de la vergüenza e incomodidad que tenía, me fuí de ahí aún con el porro en la mano y busqué a mis amigos para bailar con ellos.

Desde que le había dicho a Valentín que me gustaba, y él me rechazó, no me gustaba quedarme sola con él. Me incómodaba y creía que a él también, por eso casi ni hablábamos, pero sabíamos que compartiamos el mismo grupo de amigos y no nos llevábamos mal.

Ya ni nos llevábamos, en realidad.

Suspiré arrepentida, no por Tadeo, con él no éramos nada y los dos sabíamos eso, sumando que no nos molestaría que alguno de los dos se coma a otra persona.

Medio raro, ya lo sé, pero preferimos evitar problemas y confusiones.

Decidí dejar de pensar en eso y no hacerme la cabeza, total no fué nada y seguramente ni nos vamos a acordar de lo en pedo que estamos los dos.

Aparte, fue sin querer.

Una vez que encontré a los chicos, el cuarteto empezó a sonar, y después de sacarle el vaso a Daniel y tomar un largo trago, empezamos a bailar.

Valentín llego un poco después, con los labios manchado con labial. Le habían succionado la boca al pibe.

-- ¡Ah, bue! Te re comieron la boca, mostro --dijo Mauro riendo.

-- Tarado --dijo el ojiazul y nosotros seguimos bailando cuarteto, pero con él incluído.

Manuel agarró mi mano y empezamos a girar y bailar como podíamos, tambaleándonos un poco.

Tadeo me miraba y sonreía, yo me separé de mi mejor amigo y lo agarré  a él para bailar juntos riendo.

-- Lindo -- hablé en su oído.

Él no respondió pero supe que sonreía, me agarró la cara y me besó desesperadamente. Nos separamos cuando los chicos nos empujaron y empezaron a saltar.

Nosotros nos sumamos.

-- ¡Fue lo mejor del amor, lo que he vivido contigo! --cantamos pogueando todos juntos.

Como los amo.

Seguimos cantando a los gritos llevándonos algunas miradas, cosa que no nos importó, ya que seguimos haciendo lo mismo.

-- ¡Dejo mi esposa, tú dejas tu marido!
¡Para matarnos en un cuarto de hotel! --cantamos entre tragos y caladas a cigarros.

Empezamos a saltar más descontrolados y nos caímos al piso. Nos reímos porque somos unos pelotudos, y nos levantamos del piso llevándonos miradas malas nuevamente.

amigos ; wos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora