22

1.1K 57 10
                                    

Kelaia;

Me levanté con un dolor de cabeza inexplicable y miré a mi alrededor. Yo estaba en el piso, Mauro y Daniel también. Guadalupe estaba en el sillón, Valentín con su cabeza en el sillón y su cuerpo en el piso, Manuel y Tadeo no estaban así que supuse que estaban arriba. Tobías ayer se fue con la prima de Dani, así que no me preocupe.

Agarré mi celular y miré la hora, eran las cinco y media de la tarde. Suspiré y me levanté del piso para ir al baño.

Subí las escaleras con toda la paja y resaca del mundo, y cuando abrí la puerta del baño me encontré a Tadeo durmiendo ahí.

Me reí y lo levanté así se corría.

Me costó un poco pero después de pegarle unas patadas suavecitas, salió del baño adormilado y se fue a mi pieza.

Hice todo lo que tenía que hacer en el baño y entré a mi pieza a ver si estaba Manuel, y sí, estaba acostado durmiendo plácidamente con Tadeo, quién ahora se había sumado.

Yo con el cuello todo doblado y él durmiendo en la cama.

Bajé nuevamente a buscar algo para el dolor de cabeza, y me encontré a Guadalupe, Valentin y Mauro, despiertos sin entender nada.

-- Buen día, borrachines --saludé.

-- Buen día, me va a estallar la cabeza.

-- A mí también.

Reí.

-- Comamos algo, así después podemos tomar un ibu o algo. No lo tomemos con el estómago vacío --hablé y ellos asintieron.

Mauro fué al baño, y Guadalupe y Valentín, se quedaron acá a esperar que salga.

Hice unos fideos con manteca, algo rápido así comíamos rápido. Mauro salió y ahora fue Guada al baño.

-- Que noche, por favor --dijo el ojiazul.

-- Mal, igual mucho no me acuerdo --reí.

-- ¿Que cocinas, Keli? --preguntó Mauro.

-- Fideitos con manteca --respondí, el asintió con la cabeza y yo lo abracé.

A los minutos ya estábamos comiendo, en silencio, porque nos dolía la cabeza. Mientras comíamos, bajaron Manuel y Tadeo y empezaron a comer ellos también.

Después de comer, agarré un Ibuprofeno para cada uno y lo tomamos bajándolo con agua, que estábamos tomando mientras comíamos.

-- Bueno, gatos, me voy yendo a casa que si no me matan --dijo Valentín agarrando su campera y saludándonos con un beso en la mejilla.

-- Si, yo también --dijo Mauro saludando, Guada hizo lo mismo.

Los despedimos y se fueron a sus casas, mientras que con Manu empezábamos a limpiar el desastre que había en la casa.

-- ¿Cómo la pasaste anoche? --pregunté barriendo un poco.

-- Excelente, ¿Y vos?

-- Igual, estuvo tremenda la joda --él me dió la razón y seguimos limpiando un largo rato.

Al terminar, eran casi las ocho de la noche, así que me tiré en la cama mientras escuchaba En La Ciudad De La Furia de Soda Stereo, con muy bajo volumen.

Manuel hizo lo mismo que yo y nos quedamos usando el celular, hasta que hablé.

-- No sabés lo que me pasó anoche --me miró y tiró el celular en la cama.

amigos ; wos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora