kelaia;
Tomar la decisión de alejarme de Valentín fue lo peor. No era fácil, para nada.
Quizá lo mejor para mí fue alejarme y evitarlo en todo tipo de situación, pero realmente yo no lo sentía así.
Me sentía triste, mal, insegura de mí misma. Sentía que algo me faltaba, y ese algo era Valentín.
Siempre estuvo conmigo, nunca cargué con el peso de distanciarme de él, pero estaba enamorada, y todo parecía doler el doble.
Aunque poco a poco estaba tratando de superarlo, no había noches en las que no llore por el ojiazul.
Todas las noches pensaba en que me falto para gustarle, aunque sea, un poquito. Lloraba y lloraba como nunca.
Valentín, mi Valentín probablemente ya no quería verme después de mi confesión.
Lo sentía, y dolía.
Bastante.
Podria parecer exagerada, pero realmente me sentía mal con todo esto, y ni siquiera sabía porqué me había distanciado de su persona.
Valentín es todo para mí, y siempre lo iba a ser.
Dejé mis pensamientos de lado y fuí a abrir la puerta de mi casa ya que estaban tocando el timbre.
-- ¡Hola! --saludó Mariana, mi amiga, entrando a mi casa --¿cómo estás? --cerré la puerta y besé su mejilla.
-- Bien, como puedo --hice una mueca y ella me miró haciendo un puchero.
-- Bueno, prepárate que hoy salimos --sonrió-- Tenés que despejarte un poco, Keli, hace cinco dias estas así.
-- Bueno, está bien --acepté y luego reí al ver la emoción de la muchacha.
Mire la hora; 21:38.
-- Andá a pegarte un baño, yo hago unos fideitos con manteca ¿querés? --preguntó mi amiga.
Acepté rápidamente y subí hasta mi pieza para agarrar ropa cómoda, total faltaba para irnos.
Agarre toallones y fui directo al baño para bañarme.
Me saqué la ropa y me metí a la ducha dejando que el agua caliente caiga sobre mi piel.
Trate de relajarme un poco, ya que lo necesitaba, y después comencé a enjabonarme.
Minutos después, terminé de cambiarme y bajé al living para ver a mi amiga.
-- ¿Y? ¿Cómo va eso? --pregunté secándome las puntas del pelo.
-- Bien, ya están. ¿Salen esos huevo fritos?
-- Más vale que sí --reímos.
(...)
-- Vamos --habló mi amiga una vez que terminamos de cambiarnos para ir al boliche.
Asentí, agarré mis cosas y bajamos.
Abrimos la puerta y nos subimos al auto de Mauro, quién nos había pasado a buscar.
Lo saludamos y emprendimos viaje hacia la casa de algún amigo de Mauro, ya que él habia quedado en pasarlo a buscar también.
-- Hola --dijo la voz que menos quería escuchar ahora.
Valentín.
Y por un momento, cuando tomé distancia de él, me habia olvidado de que compartimos las mismas amistades.
No respondí y seguí mirando por la ventana mientras esperaba a que lleguemos, mis amigos, Mariana y Mauro, sí lo saludaron y luego de eso nos fuimos.
Un rato después llegamos al boliche, al cual el camino fue bastante incómodo para mí.
Valentín y yo atrás, Mauro y Mariana adelante.
Un horror.
(...)
-- Voy a buscar para tomar --le avisé a Mía elevando el tono de voz, ya que por la música fuerte no se escuchaba.
Ésta asintió y yo me perdí entre el tumulto de gente para ir a la barra.
-- Un fernet --pedí y el chico rapidamente asintió yendo a prepararlo.
-- Hola, bombón --habló una voz gruesa totalmente desconocida.
Me dí vuelta para verlo, era un chico morocho, alto y sonriente. Bastante lindo.
Bastante...
-- Hola --sonreí.
-- Soy Franco, ¿vos? --tomó un trago de la bebida que llevaba su vaso.
-- Que lindo nombre, como vos, yo soy Kelaia --sonrió nuevamente y me entregaron mi fernet.
Agradecí y volví a voltearme.
-- ¿Bailamos? --acepté y al minuto estaba moviéndome al ritmo de la música con Franco mientras veía como Valentín me miraba desde una punta.
Ni yo sabía como logre verlo entre tanta gente, parecía que mis ojos sólo querían descubrirlo a él.
Una chica llegó al lado se Valentín, intercambiaron un par de palabras cortas y a los minutos se encontraban besándose desesperadamente.
Por acto de impulso, besé a Franco al instante en el que mis ojos vieron eso y nos separamos unos minutos después por falta de aire.
Sonrió, y... qué lindo era.
-- ¿Tu Insta? --se lo pasé y ví cómo sacaba su celular para buscarme.
Apretó la opción 'seguir' y me fuí de allí luego de besar su mejilla diciéndole que me escriba al privado para vernos.
