CAPITULO 14

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Sesión fotográfica

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Rápidamente cociné el almuerzo, mirando el reloj una y otra vez, comí y fui a darme una ducha, me vestí, cuidando hasta los pequeños detalles, volví a ponerme el reloj y limpié las zapatillas.

Volví a mirarme en el espejo para arreglarme el cabello, cogí la mochila y metí una polera y los accesorios de la cámara.

Guardé las fotografías en un sobre junto con la grabación en disco. Tomé la mochila junto con la casaca y salí de la habitación, antes de cerrar la puerta, hice un repaso de lo que llevaba, para ver si olvidaba algo.

Bajé y le envié un mensaje a Alyssa diciéndole que la esperaba en el auto. Puse la mochila en el asiento trasero y entré al auto.

Miré el reloj, ya llevaba diez min y aun no salía, ahora entiendo porque su novio no dejaba de tocar el claxon, sentía la necesidad de hacer lo mismo, pero preferí volver a enviarle un mensaje por cuarta vez. A los pocos minutos salió y entró al auto.

— ¿Demoré?

— No que va.

— Jajá, lo siento, tuve que hacer algunas cosas

— Descuida...

Encendí el auto y avancé, su perfume olía demasiado bien, apenas se había echado brillo en los labios y algo de rímel en los ojos, regresé a mirarla, ella era feliz, pero, ¿Qué era lo que disfrutaba? ¿Qué era lo que la hacía feliz?, ¿Por qué sonreía de ese modo?, ¿Acaso nunca hizo esto con su novio?, es imposible, él le podría dar esto y mucho más; aun así, fuese cual fuese el motivo, de alguna manera verla sonreír me daba calma.

— Este es el auto de Mario, ¿Verdad?

— Pues sí, no te equivocas—Respondí.

— Es increíble que te lo prestara, Mario no suele hacerlo, para él su auto es su vida.

— Sí, es verdad, por eso antes de prestármelo hizo que me casara con su auto.

— Jajá, ¡No!, ¿Enserio?

— Si, así que por favor trata bien a mi esposa, es la primera vez que salimos como casados.

— Jajá, ok, espero no sea celosa.

— No, no lo es, si no ni siquiera hubiese encendido.

— ¿Algo así como Herbie?

— Me lo imaginé más como un Bumblebee.

— Jajá, ok, si, tiene más sentido.

— ¿Te imaginas si los autos tuviesen vida?

— Jajá, ¿Es enserio? y luego dicen que yo soy la que mira demasiadas películas.

— Jajá, pues ya te habrás dado cuenta que no.

— Sí, así veo, pero ¿Sabes?, Yo creo que sería raro, ¿Cómo harías cuando quieras cambiar de auto?

— Pues, firmo mi acta de divorcio y me contrato al mejor abogado del mundo.

— ¿Por qué?

— ¿Te refieres al abogado?, pues, necesito que me respalde, por si el carro decide atropellarme de cólera por haberlo cambiado.

— Jajá, No lo puedo creer, tienes una imaginación increíble.

Un Susurro En El SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora