CAPITULO 32

84 21 3
                                    

***

Tiempo y vida

***

La vida está llena de momentos muy impredecibles, momentos que no se planean, solo ocurren, puede parecer una coincidencia, pero cada momento está ligado a un hecho, un hecho que debió haber ocurrido así, para que sucediera aquello que no esperamos, quizá por una mala jugada en el tablero. Sin importar la experiencia o el control que creamos tener de las acciones que realizamos a diario, cada movimiento que realicemos, podría ser crucial o desastroso.

En el ajedrez, la posición y la estrategia son cruciales y mientras que el avance de una pieza siga un plan de juego, la experiencia casi no cuenta. En el 2007, Anand recibió el título de campeón mundial de Ajedrez.

Durante todo ese tiempo se sintió en la cima del mundo, sin embargo, nada dura para siempre. En el 2013 un joven de apenas 22 años llamado Carlsen, logró quitarle el titulo con 130 movimientos y una partida que duró 4 horas con 45 minutos.

Una serie de mal movimientos que empezaron con una jugada mal ejecutada, llevaron a que la balanza del juego se inclinara a favor de Carlsen dándole así la victoria y dejando a Anand completamente destrozado.

Lógicamente Anand jamás espero ese resultado. Él era consciente de su talento y al inicio del juego mantuvo el control, pues estaba plenamente convencido de que volvería a ganar como tantas veces lo había hecho, pero la confianza le jugó una mala pasada.

La vida es similar a un juego de ajedrez, cada movimiento que decidamos realizar, nos acercara a lo que tanto esperamos o quizás a lo que no, pero sea como sea, tendremos que aceptar el resultado. Después de todo, fue producto de nuestra propia decisión.

Aun con todo, la vida es hermosa. Tengo la teoría, de que la vida no cambia, todos tenemos un día, una noche, un mes y un año. Quienes cambiamos somos nosotros, podemos optar por ser miserables o podemos decidir ser felices. Depende de ti lo que decides o haces de tu vida.

¿No es la vida demasiado breve como para aburrirnos?, pasamos mucho tiempo ganándonos la vida, pero no el suficiente tiempo viviéndola.

Volví a taparme y le permití al sueño tomar dominio de mí, tendría que levantarme temprano para avanzar a completar mi rutina diaria e ir a trabajar.

Desperté, la alarma no dejaba sonar, cogí el teléfono y la apagué. Revisé las notificaciones y me di cuenta que no había respondido a Iraís. Otra vez la había dejado esperando una respuesta. Eso no era nada agradable.

"¿Sabías que alguien puede estar cerca de ti, aunque en realidad está lejos?, puede sonar ilógico, pero antes que me digas loca. Podrás estar lejos, pero, tu recuerdo te mantiene cerca. De hecho... fue eso lo que me motivó a escribirte."

Aquel comentario me sorprendió, ¿Cómo se suponía que debía responder a ello?, ¿Acaso era una declaración?

— Lejos o cerca son cosas relativas y dependen a menudo de las impredecibles circunstancias. La distancia no es cuanto nos llegamos a separar, la distancia es si decidimos no volver. Sin embargo, tengo el presentimiento inequívoco de que tú y yo en algún momento nos volveremos a encontrar.

Llegué a conocer a Iraís por pura coincidencia, en otras circunstancias, volverla a encontrar hubiera sido un regalo de la vida. Mario tenía razón, tengo que tener una respuesta clara desde ahora, la decisión que tome, afectara el curso de mi vida.

Me dispuse a levantarme de la cama, pero la respuesta de Iraís me detuvo, abrí la notificación para leer el mensaje.

— Estoy pensando seriamente en dejar de escribirte, no me gusta rogar tiempo.

Un Susurro En El SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora