CAPITULO 43

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Un acto de valentía

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Nunca sabemos lo que nos sucederá. No podemos controlar lo que nos pueda acontecer en el trayecto del camino. Nadie es lo suficientemente valiente que no sea perturbado por algo inesperado.

No hay duda que todo aquello que consideramos un problema, se hace más grave si sobreviene repentinamente. Las cosas que menos piensas que te puedan ocurrir, siempre terminan pasando de formas inesperadas. La vida, lo imprevisto, todo lo que no dominamos, no prevemos, es lo que en la mayoría de veces suele ocurrir.

Lo cierto es que nada está prefijado de antemano, sino que el incierto azar lleva y trae a su antojo los destinos. Los planes están sujetos a lo inesperado, provocando así que el producto de lo imprevisto nos hiera o afecte nuestro presente ya sea para bien o para mal. Si bien es cierto parte de vivir es avanzar, también es aceptar. Aceptar lo que es y renunciar a lo que pudo haber sido...pero no lo fue.

La vida estaba decidida a complicarme cada momento de mi existencia. A enfrentarme a todo aquello que no esperaba.

Víctor bebió de golpe el vaso de tequila y pidió uno más. Regresé a mirar la barra y bebí de a pocos mi trago. No tenía intención de irme, si lo que él estaba buscando era intimidarme pues no le funcionó.

— Sabía que te había visto en algún lado—Dijo para luego beber de golpe el trago—. No me equivoqué, tu cara se me hacía familiar.

— ¿Viniste a cerciorarte?

— Vine por un trago.

— Es tierno de tu parte que no me hayas olvidado.

— Desearás que lo haya hecho.

— ¿Es una amenaza?

— Tómalo como quieras—Pidió una copa más de tequila.

— ¿Qué es lo que quieres?

— Calmar mi conciencia.

— Me parece increíble que tuvieras una.

— Por lo que veo, tú no perdiste el tiempo. Aprovechaste la oportunidad y te quedaste con ella.

— Solo curé las heridas que dejaste.

— Qué buen corazón tienes. Casi me haces llorar—Dijo con tono de burla.

— Solo reconozco su valor.

— ¿Crees que ella realmente me olvidó?

— Lo hará.

— No lo dudo, pero, aunque llegara a hacerlo, hay cosas que la harán recordarme. Antes de ti estaba yo. Eso no lo puedes borrar.

— ¿Qué es lo que quieres lograr?

— A estas alturas, ya no tengo nada que perder. Pero, por ahora, mi problema no eres tú— Cogió la botella de tequila y se sirvió él mismo un vaso lleno—. Solo hay una manera de calmar mi alma y tal vez callar mi conciencia—Bebió el vaso de golpe—, permíteme mostrarte que tengo razón, te recomiendo no meterte en mi camino.

Dejó la silla y se dirigió hacia dónde estaba el Dj. Pidió el micrófono y que apagaran la música. Busqué a Alyssa con la mirada. La encontré al lado de su amiga, casi en el centro de la pista de baile, al parecer el pitido del micrófono al encenderse las detuvo de ir a donde querían. Regresaron a mirar, para saber quién había causado ese molesto ruido.

Víctor carraspeó, todos quedaron en silencio ante el extraño momento, intrigados por lo que diría.

— Perdonen la interrupción. Solo quería felicitar a Tania y Richard por su aniversario y desearles que cumplan muchos más. En definitiva, todo está muy bonito. —Se escuchaba el cuchicheo de varios invitados hablando de quién era Víctor y la reputación que tenía ahora—. Creo que muchos aquí ya saben quién soy, puedo escuchar su cuchicheo, así que está de más presentarme.

Un Susurro En El SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora