CAPITULO 44

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***
Lo que me reste
de vida

***

Mi madre solía decir que uno se puede dar cuenta si es la persona correcta no por lo que miras, si no por lo que te hace sentir.

Alyssa había logrado causar un impacto en mi vida tan grande, que cada una de mis emociones se encontraban descontroladas.

En su sonrisa estaba el secreto para alegrar mi alma y convertir un mal día en uno maravilloso.

Verla tan cerca de mí, realmente causaba en mi interior una guerra emocional, mi corazón latía descontroladamente y una presión en mis pulmones hacía que a modo de defensa respirara más rápido de lo normal.

Este momento solo había sido posible en mis sueños. Podía sentir su respiración golpear levemente mi rostro aun cuando no soplaba en mi herida.

Su sonrisa parecía tan genuinamente dulce con un toque justo de timidez, provocando un calor inesperado que corría a través de mí, alterando mis sentidos y desestabilizando mis emociones.

Debía hacer algo. Las oportunidades que nos ofrece la vida son finitas, si dejaba pasar este momento, perdería, quizás, la única oportunidad de demostrarle a Alyssa mis sentimientos.

Di un leve respiro intentando calmar la presión que estaba sintiendo en mi pecho. Tratando de mantener estabilidad en mi voz, pregunté.

— Tú... ¿Te molestarías si tomara una decisión e hiciera algo sin tu permiso?

Su respuesta me dio la seguridad que estaba buscando. Necesitaba más tiempo, pero ella ya había encontrado la curita. Pronto tendría que irme. Se acercó a mí y puso la curita en mi herida con cuidado. Sentí mi pulso cardíaco elevarse. Debía apurarme. Volví a plantear una pregunta. Esta vez no pude ocultar los nervios en mi voz.

— ¿Podrías perdonarme?

— ¿Por qué? —Me miró extrañada.

Ya era demasiado tarde para dar un paso atrás, no podía acobardarme ahora, sus labios estaban a tan solo un acto de valentía de distancia. Casi con seguridad respondí.

— Por no poder controlarme...

Acomodé su cabello detrás de su oreja para luego acariciar suavemente su mejilla. Alyssa me miró extrañada, su respiración se hizo más densa y antes de que pudiera argumentar alguna defensa, me acerqué y realicé una de las más grandes hazañas que jamás pensé lograr en mi vida.

Aquel momento se sintió eterno. La magia que había en sus labios, era capaz de provocar un desorden emocional en mi interior y llevarme incluso a perder la cordura. La decisión del primer beso es la más crucial en cualquier historia de amor, porque contiene dentro de sí la rendición, aceptar tu derrota ante los sutiles ataques del amor.

Quién iba a decir que un beso pudiera ser así, capaz de detener el tiempo, destruir espacios, acortar distancias, alterar el alma hasta tal punto de desbordar las emociones, y empujar nuestra propia vida a adherirse por completo a un nuevo corazón.

No fue un beso muy largo, y en definitiva tampoco fue uno de esos de película, pero la sensación producida era maravillosa a su manera. Este beso valía todas las lágrimas, toda la angustia, todo el dolor, toda la lucha... toda la espera.

Lentamente me separé de ella, sin quitar mis manos de su mejilla, me di cuenta de que tenía su mano de ella sobre la mía, no había sentido el momento en que la puso allí.

Ella permanecía con los ojos cerrados, había cierta felicidad indescriptible en su rostro, presionó los labios, bajó la cabeza y dio un leve respiro.

Un Susurro En El SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora