2. TS-19

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—Daryl, cubre la retaguardia.— le ordena Shane.

Inmediatamente toman la delantera, con sus armas ahora en alto. Solo se oyen las aceleradas pisadas del grupo resonando en las paredes del voluminoso sitio. 

—¿Hola?— el líder es el primero en hablar, se había percatado de que allí no había nadie más que ellos y sus jadeos cansados.

—Vigila esas puertas, cuidado con los caminantes.

Verónica alza la vista, observado con asombro el lugar. Las paredes eran muy altas y gruesas, cubiertas por ventanales medianos y reforzados. No entraba una pisca de aire, ni una brisa, todo estaba completamente cerrado. 

—¿Hola?— Vuelve a llamar. 

Cargan sus armas ni bien ven a un hombre asomarse, apuntándolos con su escopeta mientras se acerca a pasos lentos.

—¿Hay algún infectado?— pregunta el desconocido, fijo en su lugar.

—Uno de nuestro grupo lo estaba. No lo logró— dice serio, mirándolo fijamente.

—¿Por qué están aquí y qué quieren?

—Una oportunidad.— contesta luego de unos momentos.

—Eso es mucho pedir en estos días.

—Lo sé.

Los ojos del resto pasan de Rick al hombre ajeno, estaban atentos a su conversación.

El ignoto voltea hacia las personas del grupo, clavando la mirada en Verónica y Sophia, se estaban dando la mano. A su lado, Dale se encuentra alerta a sus miradas, al igual que los demás.

—Todos se realizarán análisis de sangre. Ese es el precio de admisión.

—Podemos hacer eso.— Afirma Rick, asintiendo. El hombre baja su arma velozmente, causándole un pequeño susto a Verónica, creyó que les iba a disparar.

—Si tienen cosas que traer, que sea ahora. Esa puerta se cierra, y así permanecerá. Vi, cierra la entrada principal. Corta la corriente aquí.— Le habla a un aparato que se encontraba en la pared. Este sigue sus órdenes y una puerta se cierra detrás de ellos. 

Verónica centra su vista en el aparato, espantada. La tecnología era una de las cosas que más le aterraban, le hace recordar a las películas de robots que dominaban al mundo y a la humanidad. Pero los muertos ya se habían encargado de hacer tal cosa.

—Rick Grimes.— se presenta.

—Doctor Edwin Jenner.— dice sin cambiar su inexpresivo gesto.

Se acomodan como pueden en el pequeño ascensor, tomando distancia con el hombre.

—¿Los doctores siempre llevan ese tipo de armas?— pregunta Daryl, sarcástico.

—Había muchas tiradas afuera, me familiaricé. Pero ustedes se ven lo suficientemente inofensivos. Excepto ustedes — se dirige a Verónica y Carl con una reducida sonrisa—. Tendré que mantenerlos vigilados.— Logra hacer sonreír a los pequeños.

Las puertas se abren y finalmente salen de allí. El grupo avanza detrás del doctor, ojeando el blanco pasillo que estaban atravesando.

—¿Estamos bajo tierra?— pregunta Carol, expresando algo de inseguridad.

—¿Eres claustrofóbica?

—Un poco.

—Trata de no pensar en eso.— el ceño de la menor se frunce. Ella no estaba muy familiarizada con las pronunciaciones en inglés, apenas lo habla correctamente. Más allá de que ya llevara unos diez meses en dicho país.

DESDE PEQUEÑOS│𝑐𝑎𝑟𝑙 𝑔𝑟𝑖𝑚𝑒𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora