8. La rosa Cherokee

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El tibio sol de la mañana posaba sobre el hermoso terreno de los Greene. El grupo se encuentra recogiendo rocas de gran tamaño para luego colocarlas sobre una carretilla. Según la familia de Hershel debían tomarlas ya que, servirían para llevar a cabo el velorio de Otis.
Se detienen al oír motores aproximándose. Una minúscula sonrisa se forma en labios de Verónica reconocer los vehículos que se acercaban a la distancia. Ve la motocicleta en la que anda Daryl, yendo a toda velocidad, la autocaravana de Dale y bueno, Shane. Todos viajan sobre la calle de tierra.

T-dog va a avisarle a Rick y a Lori, los cuales estaban junto a su hijo. Carl aún no había despertado, o al menos no del todo.


La joven rubia —cuyo nombre es Beth— coloca una roca sobre la gran pirámide formada por estas. Todos rodean aquella zona, estaban despidiendo a Otis. Aunque Verónica nunca tuvo la oportunidad de conocerlo, se siente triste. Maggie dijo que era un hombre genial, amable y de buen corazón, de eso no duda un poco. Según lo que escuchó él acompaño a Shane a una escuela, en la cual estaban las cosas que Carl necesitaba urgentemente para mejorar. Él fue quien le disparó, accidentalmente, pero también fue el que dio la idea de ir a aquel lugar, el que asumió culpa y fue con intención de ayudar al pequeño, cosa que la niña agradecerá por siempre. 

También entiende el dolor de perder a alguien.

—Bendito sea Dios, padre de nuestro Jesucristo. Alabado sea él por el regalo de nuestro hermano Otis. Por su período de tiempo, por su abundancia de carácter. Otis, quien dio su vida para salvar la de un niño, ahora más que nunca, nuestro bien más preciado. Te agradecemos, Dios, por la paz de la cual disfruta en tu abrazo. Murió como vivió, en gracia.— el silencio se apodera del lugar unos segundos, dejando a los conocidos del hombre liberar lágrimas luego de oír a Hershel.— Shane, ¿dirías unas palabras por Otis?

—No soy bueno haciéndolo, lo lamento.

—Fuiste el último en estar con él, compartiste sus momentos finales. Por favor, necesito escucharlo. Necesito saber que su muerte significó algo.— Pide Patricia en medio de un entendible llanto.

—De acuerdo.— Mueve un poco la cabeza, inquieto.— Estábamos casi acabados. Casi sin municiones, sólo nos iban quedando los revólveres. Yo estaba cojeando, era grave. Tenia el tobillo todo hinchado. "Tenemos que salvar al niño", eso fue lo que dijo. Me dio su mochila y me empujó hacia adelante.— Explica, parecía estar reviviendo el terrible momento.— "Corre", me dijo. Dijo "Me encargaré de la retaguardia, te cubriré". Y cuando miré hacia atrás...— Hace una pausa, mirando a Patricia. Luego de unos segundos se dirige hacía el pequeño carro que aún contenía rocas.

*— Si no es por Otis, nunca hubiera sobrevivido.— Toma una.— Y eso va para Carl, también. Fue Otis. Nos salvó a ambos. Si alguna muerte alguna vez tuvo un significado, fue la de él.— Agrega, con los ojos sobre la viuda. Ella sólo asiente, con el rostro empapado y sus claros ojos con más lágrimas escapando salir. Los dueños del lugar también estaban llorando, recordando a aquel gran hombre. Shane asiente levemente, como si se estuviera convenciendo de lo que acababa de decir, luego coloca la roca en la cima de las demás.


—¿Dónde rayos va esto?— Se pregunta Glenn en voz baja. Estaban preparando las carpas bajo la sombra de algunos árboles. Se quedarán allí un tiempo, y eso pone feliz a la pequeña. 

—Si tú no sabes, menos yo.— Contesta Verónica, riendo un poco.

—Buena respuesta.— Finalmente consigue unir las partes que tenía en sus manos, sonríe abiertamente y luego se levanta. Verónica voltea al oír pasos. Sus ojos quedan sobre Maggie, quien le sonríe. 

DESDE PEQUEÑOS│𝑐𝑎𝑟𝑙 𝑔𝑟𝑖𝑚𝑒𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora