El par de amigas caminaba entre risas por el enorme centro comercial de la ciudad, llevaban un buen rato buscando vestidos para una fiesta importante el sábado, pero nada le gustaba a ____.
—No soy sumisa, pero por Jumin soy lo que él quiera.—soltó divertida mientras juntaba sus muñecas simulando estar esposada.
—Solo te falta el lazo rojo entonces.—
Las chicas llegaron a una enorme tienda de vestidos, a la cual entraron sin dudar.
°•°
—Elije un maldito vestido.—
—Pero no me gusta ninguno...—
____ miraba ya algo cansada las largas hileras de ropa, comenzando a darse por vencida cuando vio aquel vestido color crema al final del perchero.
—Hey...—lo tomó sonriente—. Se parece al que usa MC en la ruta de Jumin.—
—... a veces me preocupas, amiga.—la chica negó cansada—. Ya, ve a probártelo. Buscaré unos zapatos que combinen ¿sí?—
Mientras su amiga le buscaba el calzado, ____ se deshizo de su ropa y se puso el vestido. Sonrió emocionada al ver su reflejo en el enorme espejo.
—Es hermoso ¿verdad?—soltó al escuchar la puerta del probador abrirse, pensando que se trataba de su amiga.
—Es lindo, sí. Pero no tanto como la dama que lo usa.—
____ dio un brinco al escuchar la gruesa voz a sus espaldas, encontrándose con aquel azabache.
—... ¿estoy muerta... o drogada?—
—Ninguno de los dos.—Jumin cerró la puerta tras de si—. Y por más extraño que se vea, sí... estoy aquí.—
La castaña retrocedió asustada al ver que el hombre se acercaba más y más.
—¿e-eres un cosplayer? Porque te ves igualito a Jumin.—sonrió nerviosa—. Pero esto está mal... no puedes entrar aquí, llam-maré a los encargados.—
—¿quieres que me vaya? Hmm...—se llevó la mano al mentón—. Pero esta mañana me dijiste que te quedarías conmigo para siempre, que serías mía las veces que quisiera... ¿ya te arrepentiste?—
El corazón de la chica se detuvo.
¿De verdad el hombre frente a ella era Jumin?
Las firmes manos del hombre se posaron en su cintura y la empujaron contra el frío espejo, haciendo que la chica soltara un gemido de sorpresa.
—No tengo mucho tiempo, ____. Así que por favor, cumple tu promesa y... sé mía ahora.—
°•°
—Perdón por tardar tanto, no encontraban zapatos en tu... ¿____?—
La amiga de la castaña se extrañó al ver a su amiga sentada en el suelo del vestidor, agitada y totalmente desalineada.
—Sí... quiero éste vestido.—suspiró profundamente, intentando recobrar el aliento—. A Jumin le gustó este.—
—Ah, bien. Pruébate estos zapatos y... espera ¿Jumin?—
____ se mordió el labio de forma disimulada, recordando con ansias la promesa del empresario.
El sábado, después de la fiesta... este vestido estará en el suelo de mi habitación.
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