~One Shots E Imaginas De Anime

°Porco Galliard° (3/3)

—Vayan a la cocina y no hagan ruido... Veré quién es.—

El par de portadores obedeció sin dudar, viendo desde el umbral de la cocina como el tal Armin aparecía en la puerta.

—¿fue idea mía o a ti no parecía querer soltarte?—Pieck miró divertida al rubio, quien aún estaba sonrojado hasta las orejas por el anterior abrazo de ____.

—No molestes...—

El dúo no llegaba a escuchar lo que el rubio le decía a ____, pero vieron las bolsas de alimento que éste le entregó a la mujer y cómo depositaba un casto beso en su frente.

—¿enojado?—

—... Voy a matarte, Pieck.—

~•~

—¿seguro de que no necesitan nada más?—____ dejó unas mantas sobre el sofá libre.

—Esta bien, gracias.—

Porco evitaba mirar directamente a la mujer, fue entonces que notó la foto sobre la chimenea. El chico de rubios cabellos y ojos azules abrazaba a ____ con cariño, mientras esta alzaba una caracola.

—Fue unos meses antes de que Eren se marchara... Conocimos a Nicolo entonces.—habló ____ al ver como Porco examinaba la foto.

—¿de verdad... Es tu ex?—asintió—. ¿tú lo dejaste?—

—En realidad fue al revés.—____ se sentó a los pies de Pieck, quitándole con cuidado las botas—. Cuando se enteró que los portadores solo viven 13 años, se obsesionó con la idea de que intentar tener algo estable era imposible. Dijo que no quería atarme y que prefería dejarme ir antes que verme sufrir cuando muera... Suena tan considerado y estúpido al mismo tiempo, por dios...—

—¿lo amabas?—

—Eso creía... Pero luego te conocí a ti.—____ tapó a la mujer, arropándola con cariño—. Bueno, creo que mejor los dejo dormir. En la mañana veremos qué hacer ¿si? Descansa, Pock.—

____ se retiró de la sala, dejando al rubio con una extraña sensación en el pecho.

¿ella... Acababa de confesarle su amor?

~•~

La enfermera terminaba de quitarse la camisa, cuando la puerta del cuarto se abrió de golpe.

—¡Maldición, Porco!—intentó cubrirse—. Toca antes de-

Los labios del rubio atacaron los de ____ con necesidad, mientras que sus manos bajaban hasta su cintura.

—Llámame egoísta, ____… pero los 9 años que me quedan los quiero pasar contigo.—volvió a atacar sus labios—. Y cuando muera, quiero que solo me sigas amando a mi y solo a mi.—atrapó el rostro ajeno entre sus manos.

La enfermera sonrió algo agitada antes de acariciar las mejillas de Porco con cariño.

—Creí que aún me odiabas.—

—Nunca podría odiar a la mujer más hermosa del mundo...—

Los besos rápidamente subieron de tono y las caricias necesitadas se fueron tornando en algo más.
Solo las cuatro paredes del cuarto fueron testigos de lo que sucedió esa noche.
O al menos eso creían.

~•~

Cuando Porco despertó, no tardó demasiado en notar la ausencia de la mujer. Buscó vagamente con la mirada, encontrando un papel en la mesita de noche. Era una nota.