~One Shots E Imaginas De Anime

°Angry° (1/3)

(La imagen de arriba la hice en un impulso de idiotez que tuve jsjsjs. Espero que a partir de ahora cuando vean hortensias se acuerden de nuestro pitufo ruliento ¿si?

Anime: Tokyo Revengers

~•~

—¿dónde dejo éstas?—

—Junto a las rosas, por favor.—

La castaña terminaba de acomodar unos ramos en el exhibidor, mirando algo pensativa como el cielo comenzaba a nublarse.

—Asi que tus padres no vendrán más.—el hombre le extendió a la chica un ticket.

—Ya son muy mayores, prefiero que se queden en casa mientras yo me encargo de la tienda.—

Tras firmar aquel papel, el hombre se despidió y salió del local.
____ se encargó de acomodar cada conjunto de flores en diferentes jarrones, dejando todo impecable para abrir la tienda en la tarde.

Hubo movimiento en el cementerio, de seguro tenemos otro integrante.

Para muchos, el trabajar en el ámbito de la muerte era algo aterrador, pero para la castaña era más normal de lo que parecía. Era un negocio tranquilo. Y en lo que cabe, ser florista era un ámbito intermedio.

Flores para vivos y muertos, todos merecen recibir una.

~•~

Eran pasadas las 5 de la tarde cuando la campanilla sobre la entrada repiqueteó con energía.

—Buenas tardes, ya estoy con usted.—

____ terminaba de acomodar unos ositos de peluche en el estante detrás del escritorio, prestando atención a que todos fuesen visibles para la gente que entrara.
Al terminar su tarea, volteó sonriente hacia el cliente, borrando su sonrisa al ver de quién se trataba.

—¿qué haces aquí, Ken?—____ lo miró con cierta incomodidad.

—Vine a comprar flores.—

—... ¿por qué a esta florería en específico?—

—Porque es la más cercana al cementerio.—señaló un pequeño ramo en el exhibidor—. Y la verdad... quería visitar a mi amiga.—

—Amiga... esa es una palabra que me enoja viniendo de ti.—

Con todas las ganas de que se largara, ____ preparó el ramo y recibió el dinero.

—Bien, gracias por la compra. NO vuelvas.—le dedicó una falsa sonrisa mientras le extendía las flores.

—... No preguntarás para quién son.—

—No me interesa.—

—Son para Emma.—

—Vaya sorpresa.—

—Ella... está muerta, ____.—

Escuchar aquello fue como un baldazo de agua fría para la florista, quien no disimuló su sorpresa.

—Que... que lástima.—

—¿solo dirás eso?—

—No me alegra la muerte de nadie... Pero la última vez que la vi, terminé en el lodo y con las manos cortadas... No puedes esperar mucho más lamento de mi parte.—la chica señaló la puerta—. Así que si ya terminaste, largo.—

—Oye, solo quería hablar contigo.—

—Pues ven otro día, se siente raro que vengas aquí el mismo día que la sepultaron a ella.—