~One Shots E Imaginas De Anime

°Reki° (1° final)

—¡gané, tomate!—

El pelirrojo sintió mariposas en el estómago cuando la chica rodeó su cuello con cariño y se pegó a él, haciéndolo trastabillar apenas.
Era cierto que Reki veía a ____ con ojos de admiración y cariño, pero ahora que la sentía tan cercana, estaba comenzando a dudar que solo fuese eso.

—S-sí, estuviste genial.—

En cuanto la chica se separó un poco de él, le dedicó una sonrisa que, a opinión de Reki, fue la más sincera y radiante que había visto de ella.

Sí... Definitivamente me gusta.

Las mejillas de Reki se sonrojaron de inmediato al pensar eso.

—¡lo hiciste!—

La aparicion de Miya en el lugar rompió la pequeña escena, pues el azabache se robó la atención de la chica.

—Gracias por tus consejos, Miya. De seguro tu casco fue una especie de amuleto de la suerte.—

—Puedes quedártelo.—

—¡que lindo! ¡gracias!—

Mientras la chica charlaba con el pequeño neko sobre la carrera, el pelirrojo no podía dejar de mirarla. Con cada segundo que pasaba comenzaba a cuestionarse una y otra vez si de verdad le gustaba.

Es mi amiga...
Pero es bonita...
Y me cae muy bien...
Es genial...
Y me trata muy lindo...
Me siento raro cuando estoy con ella...

Diablos...

—¿estás bien?—Langa tocó el hombro de su amigo, quien lo miró algo pensativo.

—Claro... Solo pensaba.—

—¡Langa!—____ se acercó—. Te toca competir, vamos, quiero ver como lo haces.—

~•~

No... No lo mires así.

Había pasado un tiempo desde que Reki tuvo aquel problema de autoestima debido a la gran habilidad de Langa, actualmente todo eso estaba más que superado... O al menos eso creía.
Pero al ver como ____ miraba fascinada al ojiazul, alabando su talento con la tabla... Volvía a hacerlo sentir inseguro.

—Los patines siempre fueron lo mío, pero ahora la patineta llama mi atención... ¿podrías enseñarme, Langa?—

No... Yo quería enseñarte.

Reki se dio la vuelta y comenzó a alejarse del lugar, repitiéndose una y ota vez que nunca tendría oportunidad con aquella chica. Simplemente estaba fuera de su alcance.

Langa sí la merece... Ambos son geniales.

—¿y a ti qué te pasó?—

Reki se sorprendió al notar que ya había llegado a su casa, pues había estado metido en su mundo hasta entonces. Su hermanita lo miraba con curiosidad.

—¿alguna vez te has enamorado?—

—... ¿te gusta la chica que habla pésimo en japonés?—

—¡yo no dije eso!—

Koyomi rió bajito al ver lo rápido que su hermano se puso a la defensiva.

—Es linda... ¿le dijiste lo que sentías por ella?—Reki se sentó en la entrada de la casa, abrazando su patineta.

—Sería en vano... Ella no me correspondería.—

—Que poca fe... ¿ella te dijo algo feo?—